Amigas para siempre

Capitulo 34. La fiesta sorpresa

Arún

—Perdona, no quería, no era mi intención, pero lo que quiero decir es que no estés triste, que no pienses que eres el único.

—Tranquila, ya sé que no lo decías a malas, jajaja—Le contesté por mensaje a través del móvil.

Ni siquiera me ha felicitado… En fin, ya son casi las 15:00, voy a tener que ir al parque si quiero llegar a la hora. Me levanté y salí de la estación de tren, el cielo parecía despejarse, iban cayendo gotas, las últimas de las nubes.

Me dirigí hacia el parque que curiosamente no había nadie pero había como un banquete de comida y globos ¿Qué está pasando aquí?

—¡SORPRESA!—Gritaron todos, se habían escondido, estaban todos, bueno, todos no, Oriol no estaba.

—Felicidades Arún.

—Esmeralda.

—No creías que nos habíamos olvidado de tu cumpleaños ¿verdad?

—Lo empezaba a dudar—Dije con una sonrisa.

—Nunca me olvidaría de tu cumpleaños, ninguno de nosotros.

—Eh que tampoco es tan importante, los demás también existimos—Todos miramos a Mauro. —Es broma hombre, vamos que traigo bastante hambre.

—Tú siempre tienes hambre.

El banquete se veía delicioso, era básico, galletas, cupcakes, patatas, lo normal en una fiesta de cumpleaños, pero me bastaba, me bastaba porque tenía una cosa muy valiosa para mi… su amistad.

—¿Arún? Vamos, no empezaremos sin ti.

—Muy bien, ¡a comer se ha dicho!

Empezamos a comer todo el maravilloso banquete que me prepararon, pero ya no pude más.

—Yo ya no puedo más.

—Ya somos dos—dije sentándome en la silla.

—Por cierto, aquí están los regalos de todos—dijo Mar dándome una bolsa llena de regalos, su hija estaba dormida en su cochecito.

—De verdad que no hacía falta.

—Si no los quieres dámelos, yo los abriré por ti.

—Sí, ahora ya es tarde Mauro—dije riendo. Ya eran las 15:35 de la tarde pero no había nadie alrededor así que pusimos música para el ambiente.

—¿Como estas?—Me preguntó Violeta con un vaso de plástico en la mano, eran de esos que se lavaban para utilizarlos de nuevo.

—Pues la verdad, es que estoy muy feliz, no me lo esperaba para nada. Y… bueno, siento mucho lo que pasó con Oriol.

—Las noticias vuelan, nunca mejor dicho—Se notaba que estaba reprimiendo su llanto.

—Vi, lo siento muchísimo, pero, todavía no han encontrado los cuerpos ¿no? Alomejor si que está vivo y no lo saben.

—Yo creo que lo mejor será que no me haga falsas ilusiones, porque si sobrevive y viene, que me encantaría, de verdad que sí, pero ¿y si no lo hace? ¿Y si está muerto y le estoy esperando día y noche?

—Yo…

—Tengo un retraso ¿sabes? Alomejor incluso estoy quedo embarazada.

—¿Estas embarazada? Qué alegría tía—Dijo Mar al escuchar la conversación.

—No Mar, no es una alegría, el hombre de mi vida puede estar muerto y no sé si estoy embarazada, todavía no me he hecho la prueba.

—Pues háztela así te sacas de dudas.

—Pero es que tengo miedo, ¿y si lo esto? ¿Qué hago yo sola con un niño?

—¡Arún! Ven un momento.

—Si me disculpáis, voy a ver que quiere Blanca, y tranquila, ya verás que todo va a salir bien.

—Eso espero—Mar la abrazó y me hizo el gesto que indicaba que me podía retirar, ya se encargaba ella. Blanca estaba con Celeste en la otra punta de la mesa.

—Arún, ¿los regalos los quieres abrir antes o después de la tarta?

—Ah que ¿también hay tarta?

—Hombre, que sería de una fiesta de cumpleaños sin su tarta—Dijo Celeste con una sonrisa, la gente paraba de bailar y de hablar entre ellos al ver a Amber llegar a la fiesta con una bolsa de regalo. —No pensara unirse a la fiesta ¿verdad?

—Pues no lo sé, la verdad.

—¿Y esas caras? Ni que me hubieseis visto por primera vez.



#21321 en Fantasía
#4573 en Magia
#44590 en Novela romántica

En el texto hay: drama, amor, amistades que no se rompen

Editado: 12.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.