“Y dinos señorita, ¿Para qué viniste a esta agencia? -Preguntó un viejo hombre sentado en medio de otros más.
-Quiero cumplir mi sueño.”
Se despertó tranquilamente, como la vez anterior, no habían rastros de pesadez como la anterior, su pierna le dolía pocas veces, no hacía movimiento alguno; después de todo no había nada que hacer, más que seguir encerrada en aquellas cuatro paredes.
De nuevo el canto de las aves la alertó que era de día, ¿Había dormido un día completo? No lo sabía.
La bandeja se mantenía igual que siempre con un vaso de agua hasta la mitad y una pastilla rosada acompañándolo.
Pensó en el sueño que había tenido antes de despertarse, ¿Qué agencia? Y sobre todo, ¿con quiénes hablaban esos señores?, ¿quiénes eran?
Se restregó sus manos en el rostro. Traía puesta una manga larga. Dobló las esquinas de estas solo para tener mejor visión en la sortija que estaba en uno de sus delgados dedos.
“Love&Craft"
Leyó las palabras grabadas de la joya y más preguntas invadieron su cabeza. La puerta se abrió de repente dejando ver aquel hombre; este ingreso a la habitación con una sonrisa como de la última vez.
-Buenos días. -Saludó.
La pelirroja le miro de nuevo, por alguna razón le daba miedo estar cerca de aquella persona. Era lógico, no conocía sus intenciones, pero… Por alguna razón verlo acercarse a ella, le causaba repulsión; la sonrisa del sujeto revolvía su estómago.
-Necesito… Necesito saber… ¿Por qué me tienes aquí? ¿Qué fue lo que hice?- Su cerebro le decía que tenía debe estar alerta. No entendía el por qué, la sensación de que aquel hombre le hubiera hecho daño no se desinstalaba de su ser. Aquel hombre ayer solo vino, hablo y se fue.
-Luces alterada Jenny.- Recordó la inscripción de la sortija. - ¿Mi nombre es Jenny?- Preguntó en voz baja.
-¡Oh! Parece que lo has olvidado. Ayer te lo dije Jenny. Eres Jennifer Lovecraft.
-Jennifer Lovecraft. – Saboreó aquel nombre en sus labios.- Por qué… Por qué… - Su vista recorrió las cuatro paredes de la habitación.
-¿Por qué no puedes recordar nada? – Concluyó la oración de la pelirroja. Esta solo asintió con la cabeza. – Es mucha información por hoy, sufrirás un dolor de cabeza nuevamente.
La vista de Jennifer vago hacía la píldora rosa que se había mantenido intacta.
-¿Has estado tomando las pastillas, ¿verdad?- Preguntó el jóven con voz grave. El cuerpo de Jennifer tembló. Sus ojos se posaron con los de él; Oscuros y grandes… La sensación era familiar. Como si los hubiera visto antes, pero…
En otra persona.
-¿Jenny?-
-Uh… sí… - La mirada de él era intimidante por lo cual tuvo que bajar la cabeza.
-¡Bien! -Canturreo alegre. El animo del sujeto cambio, -No hay nada malo con ellas. Simplemente te ayudan con los dolores de cabeza. Estoy seguro que sufres muy a menudo, dejándote en la inconciencia. No estoy drogándote o algo por el estilo. Son simples píldoras. – Enseñaba la cajetilla que saco del bolsillo de su pantalón. -Veo que aún no la tomas, ¿Por qué?-
Jennifer lo vio y temblorosa sujetó el vaso y aquella pastilla. Cerró sus ojos al mismo tiempo que la ponía sobre su lengua. Dejo el agua correr por su garganta.
-¡Ah!- La pelirroja gimió por el punzante dolor de cabeza. Lo miro con expresión dolida, aún no sabía su nombre.
-Pasará… Lo prometo. –
Cayo inconsciente.
“-Escuchen chicos… yo se que esto es repentino.- Se escucho un hombre.- Algunos no les agradara la noticia, y espero que eso no pase. Me sentiría decepcionado de ustedes.
Un joven de cabello largo alborotado le miraba impaciente.
-¿De qué esta hablando?
-Escucha… Tú eres el líder. Tú tienes que poner el ejemplo, ¿Entendido?- Preguntó el hombre y él joven asintió. -Bien, adelante Jennifer… -sonrió el viejo hombre.
Una chica bajita y delgada ingresó al lugar saludando tímidamente a cada uno de ellos.
-Chicos, conozcan a Jennifer Love, será su nueva vocal y formara parte de SKY.”
Abrió los ojos de golpe, su pecho subía y bajaba violentamente en busca de aire, su cuerpo estaba sudando y la obscuridad en aquella habitación no mejoraba la situaciónsituación.
Por alguna razón sus caderas dolían mucho, y sus piernas se sentían pesadas y cansadas.
Aquel extraño sueño llego de nuevo a su mente, ¿Qué había sido eso? ¿Quiénes eran esas personas? Y sobre todo, ¿Por qué sus rostros estaban borrosos y distorsionados? Jamás podía verles, y cada vez que hacían mención de un nombre, un extraño sonido agudo le impedía escuchar.
Editado: 14.06.2018