Duele verte vulnerable a las palabras de alguien que te quiere como si fueras una manzana.
¿Por qué te niegas al a la felicidad infinita?, te aferras a los brazos de alguien que no ves hace más de tres meses. Cuando llegas a ellos el frio te asusta hasta al punto de querer llorar. Y sin más escapé regresas a mí, suena egoísta lo sé, pero es verdad... me quieres, te quiero y eso no cambiara al menos que tu decidas lo contrario.
No tengo mucho que perder, he visto a la soledad asomarse por mi ventana muchas veces, la he llevado de compras, me acompaña en el almuerzo y muchas veces hasta en el desayuno. Siempre llegaba tarde a cenar y se quedaba a charlar en la noche, habla de la vida de que es una aguafiestas y que no entiende que amar es estar libre, suele quejarse por que ve que el amor se la pasa bien sin él, nunca lo espera y siempre quiere estar acompañado. Tiene la mala costumbre de maldecir a todo aquel que entra a su casa sin avisar y admira a quien alimenta su ego.
Mi niña, deja que tus sueños te llevan tan alto como la pasión que sientes al escuchar aquella voz, escapa entre las trampas de soledad infame que se cruza cada vez que quieres un beso, deja que te lleguen las ganas de morderte los labios al escucharte decir "te quiero", sueña con él... vive conmigo, llora las veces que quieras por él y luego regresa a mí para secarte esas lágrimas y dejar salir sonrisas nostálgicas acompañadas de mejillas rosadas. Despierta de entre las espinas, yo me encargare de curar cada herida, cubrirlas con luz de luna.