Fin, fin
Por cuarta vez en la vida, miro a la ventana un mundo donde la verdad se hace presente entre la paz de medio día
Pienso seriamente en la autofilia, me he visto tantas veces en ella en el pasado
Qué hora la quiero como a una amiga de la que me puedo enamorar y enamorarla
Una amiga a que puedo serle fiel, aunque no lo sea
Sé que el perdón no sirve en un mundo donde Dios no está en la mente de muchos hasta que lo nombran, no está en los tiempos felices hasta que lo nombran, solo en boca de los tiempos de hondura hasta que lo nombran, hasta que lo culpan del por qué la niña que estaba en medio de un fuego cruzado entre hombres de capucha larga, después de su inocencia pierde la vida y con ella el pequeño flaco o perdón de Dios.
Lo que quiero decir es que nos aferramos a problemas tontos los cueles se pueden arreglar hablando, pensamos que nadie os puede quitar ese dolor cuando al otro lado del roble, una familia duele la perdida de una vida la cual Dios, vio perdida entre los moustros llamado hombre en general.