EPISODIO 3

"La flor del Príncipe"

Reinado de Alois, 1550 D.C.

Un nuevo día despierta a todos los habitantes de Alois, los jefes de casa empiezan alistarse junto al resto de su familia, para algunos hoy se convertiría en un día histórico para la Nación, un nuevo reinado empezaría este día, para ello se celebraría la ceremonia de coronación del gran príncipe primogénito, la estrella que alumbra Alois, el primer hijo de su majestad el Rey de Alois, Oziel Lotz, y su majestad la Reina de Alois, Elizabeta Lotz.

El reinado de ambos monarcas seria sucedido por su hijo, su alteza real, el encantador y deslumbrante príncipe Vinzez Lotz. Tras años preparándose en lecciones de liderazgo, tutorías sobre la etiqueta, practicas de esgrima, lenguas modernas, danza real y mucho mas, todo eso para cuando llegará este momento tan importante para la vidas de todo la población. Durante años el príncipe sucesor había estado mas que ansioso para volverse un Rey digno de admiración como lo es su padre, sus progenitores habían echo un excelente trabajo en la administración, dirección, gobierno y protección del Reinado de Alois, que tenia mas de 150 años libres de conflictos de guerra, era considerado uno de los reinados mas estables de la época y por lo que mensualmente llegaban muchos turistas de otros reinos para visitar sus puesto de comercio y pero Alois no solo era reconocido por su monarquía sino que también era dueño de las mejores zonas naturales del continente europeo, desde sus bosques hasta sus prados, todo el lugar era digno de pertenecer a un cuento de hadas. Los ciudadanos eran felices y se sentían afortunados de haber nacido y crecido en lugar tan armonioso y agradable.

Pero lo que no todos sabían eran que los tiempos de paz y tranquilidad se verían afectados por dicho e inesperado incidente que acabaría con el ambiente alegre con el que la ciudad había amanecido.

El palacio real estaba lleno de todos los invitados, , algunos miembros del Parlamento real se encontraban arribando junto con sus familias, Duques, Marques, Condes, Vizcondes, Barones, Lord's y Lady's, todos miembros de la alta sociedad de Alois. Los lujosos vestuarios eran la sensación para toda la sociedad plebeya que se encuentra concentrada a varios metros lejos del palacio siendo resguardados por la Guardia Real, todos clamando a fuerte voz.

Larga vida al sol que nunca deja de brillar, el Rey Oziel de Alois.

Larga vida a la luna que resplandece siempre, la Reina Elizabeta de Alois.

Larga vida a la estrella que alumbra Alois, el príncipe Vinzenz.

El fuerte coro de personas exaltan a sus preciados gobernantes, mientras que dentro del Palacio, en el gran salón principal, se van abriendo las enormes puertas doradas, siendo anunciados y haciendo que todos los invitados muestren respeto ante la familia real.

-Con vosotros, vuestras majestades el Rey y la reina de Alois, y su alteza real el príncipe heredero.

El príncipe de cabellos dorados iba detrás de sus padres, los reyes caminan con sus firmes posturas mientras se acercaban hacia sus tronos, Vinzenz Lotz imitando y poniendo en practica todo lo aprendido se sienta a un lado de sus padres, todos los presentes vuelven a su posturas rectas y miran atentamente a los monarcas con sus brillantes coronas y sus trajes elegantes.

Entre el publico muchas miradas recaen obviamente a la sensación del día, el príncipe esta haciendo visto por todos los invitados, y con exactitud, muchas de las doncellas bendicen sus ojos que lo contemplan. La guapura y masculinidad del príncipe no pasa inadvertido por nadie, en espacial por las jóvenes que ya han sido presentadas ante sociedad y que actualmente se encuentran en la época listas para el cortejo matrimonial, la época mas importante para las mujeres y las castas que quieren unirse toman el matrimonio como la oportunidad para unir sus linajes. Y quien no quisiera tener la excelentísima oportunidad de ser desposada por la estrella real y convertirse en princesa y futura Reina de Alois, hablando de ello, entre el publico tenemos a una peculiar joven de ojos redondo y verdes como el pasto, esbelta y elegante con cabellos rizados color rubios casi blancos, desprendiendo un aura inocente y pacifica, su vestido color rosado ligero con mariposas adornando los extremos bajos de la enorme falda del vestido, hace que su persona se resalte entre todas las doncellas presentes, y de eso muchos caballeros se habían dado cuenta, pero ella solo mantenía su vista embellecida por el príncipe.

Centrándonos en la ceremonia, el sacerdote de la casa real llega hasta un escalón mas abajo de los tronos de sus majestades y se da comienzo con la ceremonia.

- Damos la bienvenida a todos los presentes, dignos representantes del reinado quienes nos acompañan para atestiguar el nuevo renacer de nuestra Nación, la estrella que Dios puso en nuestro reinado hoy se transformará en nuestro sol renaciente, su alteza real, Principe Vinzenz, estas tierras verán el cumplimiento fielmente de los sagrados deberes de tan sublime dignidad y oficio, cuyo fin jamás pudo ser otro que hacer a sus súbditos felices y bienaventurados, y regir con dulzura, mansedumbre y justicia los pueblos encomendados a su vigilancia, sacrificando sus intereses y pasiones al bien público e imitando el estilo, la sabiduría y la bondad con que el gran Dios y padre de los hombres gobierna todo el universo; líder del gobierno que estará baja su plenitud durante su soberanía íntegramente sin limitación ni restricción alguna, será el mejor de todos los gobiernos y el más digno de ser abrazado por todas las sociedades y naciones.

Mientras todos escuchaban atentamente el inicio de la sagrada ceremonia, el Príncipe fue colocado frente al sacerdote para que reciba la bendición de Dios para este nuevo tiempo, la corona siendo sostenida sobre un elegante y suave cojín en espera de ser colocado sobre la cabeza del futuro gobernante, el orbe dorado y el cetro lleno de piedras preciosos.