Cuando Alice despertó lo primero que escucho fue la voz de su padre, él y la señora Alicia estaban tomando un café, cuando Alice se levantó de la cama se sintió un poco rara ya que no estaba acostumbrada a vivir tan lejos de la civilización pero ella sabía que un tiempo lejos de las personas le caería bien así que dejó de tontadas y fue a saludar a su padre al que tanto extrañaba, Alice ya no pudo ir a recorrer la playa ya que todo estaba oscuro así que para aprovechar el tiempo le pidió a su madre que le enseñara la casa Alicia con todo el gusto del mundo aceptó y cuando empezaron a caminar Alice se sorprendía ya que la casa era muy bella y grande así que no perdería su hábito de los grandes espacios. La casa era de dos pisos, en el primero tenía dos habitaciones las cuales eran las principales, una enorme sala y una cocina del sueño con estantes en caoba con perillas blancas más un mesón largo de desayuno de losa muy bonito y el segundo piso tenía dos habitaciones, más un espacio grande que la señora Alicia utilizaba como gimnacio o como área de yoga y un balcón que dejaba ver toda la propiedad cuando, Alice veía por el balcón algo le llama la atención.
Editado: 24.08.2020