Dos jodidos días habían pasado desde la llegada de Alexander a la ciudad y seis horas desde su llegada al instituto y todas las personas del sexo femenino ya estaban enloqueciendo, era imposible caminar por los pasillos sin escuchar algo como…
¡Oh dios que guapo es!...
¿Tendrá novia?...
Yo si le doy…
Que trasero tan perfecto…
Bueno admito que esa última la dije yo pero es que ¡Vamos! Su trasero es tan perfecto. Dan ganas de darle una…
Contrólate, Samantha contrólate. Adiós hormonas alborotadas y hola pensamientos racionales.
Bueno el punto aquí es que…
— ¡Hey! Sam ese de ahí no es Alexander — Fernanda interrumpió mis pensamientos y señalo unos casilleros donde se encontraba Alexander conversando muy animadamente con Angélica Turner.
— Si, ese es
— Y no estas celosa
Claro que si me estoy ahogando de celos pero somos nada, si quiera a de recordarme — Pfff…claro que no es su vida y el…
Mi frase fue interrumpida gracias a que unos labios impactaron con los míos cerré mis ojos por la sorpresa y los abrí rápidamente por el coraje, Drake Thompson acababa de besarme y salir corriendo como maniático por los pasillos. Escuche a sus amigos reír por su reacción.
— ¡Thompson, ven acá! — Mi grito llamo la atención de los demás incluyendo la de Alexander.
— ¡Ni que estuviera loco! — Grito en respuesta
Una sonrisa maliciosa se formó en mis labios — Sostén esto — Le pase mi bolso a Fernanda y corrí detrás de él.
Luego de unos veinte minutos de empujones y palabras como ¡quítate! ¡Muévete! ¡Estorbas! A estudiantes del plantel logre alcanzar a Drake en el gimnasio y además de eso lo taclee, cayó al suelo y yo encima suyo. Para muchos esto sería una pose comprometedora pero para él y para mi es de lo más normal como lo explico no vemos esta escena con morbo ¿Me explico? Solamente somos buenos amigos.
Nuestros pechos subían y bajaban agitados por esa pequeña persecución. — Y te haces llamar jugador de futbol americano — Hable con burla
— Solamente te di mucha ventaja. Eso es todo.
Enarque una ceja ante su justificación — Si, como tú digas Drake
Me tire al suelo aun lado de él y comencé a reírme y después de unos minutos él se unió. El timbre toco él se levantó del suelo y me tendió su mano e hice lo mismo.
— Drake ¿Me cargas? Por favor
— ¿Por qué yo?
— Porque gracias a tus estupideces tuve que perseguirte y cansarme
— Pero…
— ¡Ándale, por favor!
— No lo creo Sam
(…)
— ¡Más rápido Drake o llegare tarde a casa!
— No puedo creer que me convencieras de cargarte
— No puedo creer que te dejaras convencer
Me bajo de su espalda apenas llegamos al estacionamiento. El estacionamiento estaba casi vacío, solo quedaban unos cuantos autos y estudiantes dispersos a lo largo del lugar. Busque con la mirada a Fernanda y la encontré jugando con Jack el mejor amigo de Drake que también era uno de nuestros mejores amigos. Ni si quiera se habían percatado de nuestra presencia estaban demasiado ocupados haciéndose cosquillas.
Una sonrisa se formó en mis labios ante la escena frente a mí. Mi móvil repico en el bolsillo trasero de mi pantalón llamando la atención de Fernanda y Jack.
— Hija aun sigues en la escuela
— Si, pero en diez minutos estoy en casa. ¿Por? Necesitas algo
— En realidad si hija, saldré hoy con nuestra vecina la Sra. Catherine, quien por cierto volvió a penas ayer iremos al centro comercial y luego a comer algo — Asentí acción muy absurda ya que ella no puede verme.