Capítulo XXX

-No puedo darme el lujo de morir, necesito esto. Lo siento hermoso- le grita Bend, quien ya tenía en su mano la vasija con la pócima de la inmortalidad. Abre el frasco y bebe el líquido negro. Los mismos efecto que le dieron a Fernando le dan a Bend. Muere y cae al suelo. Ángela caminaba y se tropieza con algo; al morir Bend su hechizo no tenía validez, entonces la niebla iba disipándose. La chica se asusta al ver a Fernando todo disecado; pega un grito. Denise la ve y corre hacia ella. -Se supone que no puede morir- dice Denise. -Hace rato le di mi sangre creo que puede revivirlo- Dice Ángela cortándose su muñeca y haciendo caer su sangre en la boca de Fernando. Éste se empieza a mover y a coger su color normal. Abre sus ojos rojos y se levanta muy rápido para enterrar sus colmillos en el cuello de Ángela. La cual grita del dolor que le provoca esa mordida. Denise actúa y detiene a Fernando lanzandolo contra los escombros. Este se controla, y vuelve a la normalidad. -No sé que me pasa pero cada vez que huelo tu sangre me dan ganas de beberla toda- dice Fernando un poco asustado.

-Un vampiro- grita Bend mientras se levanta después de haber bebido su poción.

-Esas criaturas no existen- le responde Denise.

-No pero ya creé uno. Además, hace mucho tiempo otro brujo intentó hacer este mismo hechizo pero no consiguió los resultados deseados. No mezcló los ingredientes correctos para que sea perfecto. En lugar de eso se convirtió en una gran sombra de maldad con mucho poder. Consumía naciones y nadie podía detenerlo. La amenaza fue tan grande que todos los aquelarres de Brujas y brujos junto a los gitanos se reunieron para detenerlo, enviando a ese ser al mundo de los muertos, donde no podía salir. La puerta se selló con la sangre de las gitanas…- decía Bend pero fue interrumpido por Denise. -¿De qué hablas?- pregunta.

-Hablo del poder de la sombra que hace muchos años pudo escapar por el descuido de una gitana. Por suerte lo detuvieron y regresó al plano espiritual, o sino ya hubiera mucha muerte y destrucción. La masacre en Carima fue el punto inicial para mi investigación, sabía que ese poder había escapado, lo quería absorber todo pero cuando llegué ya lo habían detenido- explica Bend.

Denise se sorprende un poco. Él sabía que la sombra era el poder de Wyatt, el padre de Ángela. -No lo puedo creer- dice mientras se tapaba la boca. -¿Qué pasó?- Dice la joven agarrando el hombro de su tío. -El poder de tu padre provenía de la sombra- le responde. Ángela lo queda viendo y de repente queda paralizada. Sus manos se extienden y su la piel de sus muñecas se empezaron a cortar. La sangre no caía, sino que flotaba dirigiéndose a Bend. Denise voltea la mirada y ve al profesor haciendo un hechizo para obtener la sangre de Ángela.