—Vamos Court, despierta. Sino lo haces perderás el vuelo -escucho a mi tía a la lejanía y gruño mientras rodó en la cama.
—Cinco minuto más, tía -murmuré entre la almohada y arropándome más con la cobija, pero de un momento a otro ya no la tenía. Me quejo — Tía pero qué -comenté con los ojos entrecerrados mirando la sombra de mi ella.
La mire como pude y note que estaba con los brazos en modo de jarra mientras movía el pie varias veces, bostece tallando mis ojos.
—Levantate o no te llevo al aeropuerto -bufo y me tiro de nuevo a mi cama. Aún hay tiempo, no se porque el apuro — ¿A sí que no te levantarás? Esta bien, ¡Julián, ven y trae el bowl con agua! -gritó y yo al escuchar eso, instantaneamente estaba de pie.
Pero antes de darme cuenta, me enredo con la cobija y caigo al piso.
Observo boca abajo como llega mi primo, el cual se tropieza con un zapato mio y termina echándome el agua encima.
Cierro los ojos al sentir el líquido en mi y bufo levantándome del piso, escucho las risillas de mi tía y de mi primo.
—Que gran muestra de afecto que me tienen -digo sarcástica, totalmente despierta. Desvío la mirada a Julián y le sonrío como la niña de la exorcista — Corre.
Él al principio no comprende pero después abrió sus ojos y comenzó a correr
—No huyas cobarde -le grite corriendo a la puerta, donde pude ver como bajaba por las escaleras rápido — Te vas a quedar sin postres por un año y tu disco de Imagine Dragons
Escucho como los pasos se detienen abruptamente y después resuenan pero ahora lo contrario, la cabeza de Julián aparece y me mira con ojos de cachorro.
—¿En serio?
—Muy en serio, te burlaste de tu hermosa prima y además, ni siquiera te disculpaste -comenté mientras miraba mis uñas.
—¿De veritas? -me dice y lo miré con aburrimiento fingido, él hace un puchero.
—De veritas, pero si me llevarás al aeropuerto tal vez lo verías cuando volviera -comencé a caminar al baño, pero él me detiene.
—Anda bañarte nos vemos abajo -sonrío orgullosa cuando mi plan funciono.
—Aún no se como manejas a tu primo a tu antojo, ni yo que soy su mamá -dice la tia Ashley divertida.
—Los dones de las Adams -reímos y voy al baño a prepararme.
[. . .]
—Vamos, Julián. Si estas cagando, corta el mojón. Quiero hacer pis -grito Meredith, mi tercera prima y la menor de las tres; la que también no tiene pelos en la lengua.
Me atraganto con mi comida y escuchó la risa de mi tia y de Linsey, acompañada de la mía. Terminó de comer y limpio mi plato.
Beso la mejilla de mi tia — Gracias, estuvo muy rico el desayuno.
—No tan bien como lox tuyo -dijo Linsey llegando a nuestro lado — Apenas el pan sobrevivió de lo quemado que estaba-comentó con burla y soltando una pequeña risa.
Mi tía la fulminó con la mirada y le dio en la cabeza con una cuchara, ya que se estaba haciendo un café.
—Y tú no sobreviviras si te sigues quejando. Estas bastante grandecita para que hagas tus desayunos, entonces. Siempre soy la sirvienta de esta casa y nadie agradece -comentó y dejó todo alli saliendo de la cocina molesta — No se que harán cuando yo no este, algún día me iré de esta casa y espero que hayan visto bien National Geography para que vayan sabiendo a sobrevivir sin mi, porque no volveré y no se que harán. -siguió quejandose la tía Ashley, y Linsey y yo aguantamos la risa.
—No se que haremos sin ti, Court -dijo afligida Linsey —Eres las que nos defiende cuando mamá se vuelve loca, no te vayas.
Sonreí y la abrace —Van a sobrevivir, solo hay que tenerle paciencia. Además, son dos meses, no es para tanto.
—No creo que pueda aguantar tanto, no tengo mucha paciencia -dijo e iba hablar pero el grito de Julian con Meredith interrumpió.
—¡Te gastaste todo el papel toallet, Julian! No ves que existe otros culos que cagan en esta casa -grito Meredith, haciendo que comenzará a reír.
Extrañaría estos gritos.
—Sabes para que existe la mano, para que te la pases por el...¡Auch, Meredith Marie Gómez Adams; estas muerta! -se escucharon pasos arriba nuestro y más gritos, reí mas fuerte.
Si, extrañaría esto.
Linsey me miró con cara de panico —No me dejes, llevame contigo -dijo y la mire con un puchero.
—Lo siento, Linsey pero tienes clases aun y no puedes faltar -ella hizo una mueca bufando.
—Por favor, llévame -suplico y reí, me di media vuelta y seguí escuchando las suplicas de ella.
—No te vas a morir -dije terminando la conversación y fui a mi habitación para vestirme y prepararme para ir al aeropuerto.
Al final mi tia me levantó a las 10 de la mañana, cuando mo vuelo es a las 4 de la tarde. Prácticamente me da un infarto, pero lo deje estar porque lo que dijo mi tía me hizo quedar disfrutar mi último día con ellos.
《Courtney, sabes muy bien que uno no sabe cuando nos llegará nuestro momento y cuando nos enteramos siempre ya es demasiado tarde. Así que, no deje que esté sea el tuyo, acostada en la cama.
Anda y disfruta con tus primos, que te extrañarán mucho》
Y después de eso, baje a desayunar y comencé hacerle caso a mi tía. Después de todo, tenia razón, pero aún así Julian me va a llevar.
Llego a mi habitación y agarro la ropa que saqué ayer en la noche para usarla hoy. Lo dejo en la cama y agarro mi toalla para ir al baño de mi tia y usarlo.
Paso a la habitación y camino al baño. Cierro la puerta con seguro y comienzo a desvestirme, dejo la ropa en la cesta de ropa sucia y me meto a bañar.
Lavo mi cabello con cuidado y el amor que necesita, al igual con mi cuerpo.
Duro unos minutos y salgo, bien bañada, me secó mi cuerpo y amarró con otra toalla, que saque por allí; mi cabello.
Salgo y afuera, vuelvo a mi habitación. Comienzo hacer mi rutina después de bañar, echarme crema hidratante, crema de coco y crema para las manchas. Y de allí me visto.