Bostezo y abro los ojos cuando siento que me mueven, miró quien es y noto que es la azafata.
—Señorita, disculpe por despertarla pero ya vamos a llegar y necesito que se coloque el cinturón -dice con una sonrisa amable y asiento, acomodó mi puesto y hago lo que me dijo.
Después de despedirme de mi familia, pasar por seguridad y buscar la puerta 11, pude llegar sana y salva al avión. De allí, busqué mi asiento y dormí todo el viaje, sin importarme que al lado había un bebé que no paraba de llorar y atrás estaba un niño pesado pateando el asiento.
Fue maravilloso -nótese el sarcasmo- El avión aterriza y las personas comienzan a quitarse los cinturones y yo hago lo mismo, la señora con el bebé a mi lado se levanta para poder bajarse y yo la sigo.
Camino después de agarrar mis pertenencias de mano, y paso por el estrecho pasillo llegando a primera clase, observo de reojo las cosas un tanto curiosa. Algún día, ahorrare bastante y viajare en esto, pensé.
Los asientos eran de lujos como si fuera cama, habia asiento hasta con unas paredes y unas puertas corredizas, y con ¡Televisores mini con pantalla plana! Era fabuloso, mientras que los pobres se van atrás y disfrutan unos asientos incómodos que te hace sentir claustrofobico.
Ruedo los ojos, el rico siempre humillando al pobre.
Seguí mi camino pero no me di cuenta que al bebé que iba al frente mio se le cayó su juguete, el cuál pise y caí al piso.
-Cayo la ballena -dijo el niño que pateaba mi asiento. Escuche risas a mi alrededor y me sonroje, mientras me levantaba. No podía ser peor, mire mal al niño, donde la mamá se sonrojo y comenzó a regañarlo.
Suspiré, agarre mi bolso y termine salir sonrojada. No podía creerlo, ya llegando y ya esta siendo de torpe. Llegue al aeropuerto y camine en busca de mis maletas, quería llegar a descansar y desempacar, mañana comenzaría a pasear y a visitar los lugares turísticos.
Llegue a donde la cinta y espere a que saliera mi maleta. Encendí mi teléfono y revisé los mensaje de mi familia y mis amigos. Mire de nuevo la cinta y la primera maleta que salió fue la mía, luché un momento en sacarla pero lo pude hacerlo.
Camine a emigración y seguridad, después de todo, salí al fin. Temble un poco al sentir la brisa fría en mi cuerpo y vi la parada de taxis. Había pedido una habitación en una pequeña posada cómoda y barata, para los dos meses que se quedaría.
—Taxi –llamó a uno y cuando iba a él, un chico se montó quitándomelo, frunci el ceño molesta.
-Gracias cariño -dijo sarcásticamente mientras me sonreía a traves de sus lentes y con su gorra puesta. Gruñi y le saque el dedo del medio.
— Imbécil, era mi taxi –dije llamando la atención de varias personas a mi alrededor, pero no me importó. Simplemente me ignoró y se montó, rodé los ojos
Despues de dos horas, lo logre y me monte, le dije la direccion que tenia que ir y cuando arranco, me relaje en el asiento.
(. . .)
-Gracias -le digo a la señora cuando me dejo en mi habitación.
-De nada pequeña, aqui esta tu llave -dijo entregándome la llave. Sonreí, iba hablar pero me interrumpió- El desayuno es de las 7 hasta las 10, el almuerzo de 12 hasta las 2, y la cena de 7 a 10 de la noche. -comentó amablemente, se dio la vuelta y antes de salir me miró- Descansa.
Se fue y me dejo con las palabras en la boca, negué suspirando y comencé a prepararme a descansar. Deje la maleta en una esquina y me tire en mi cama, sintiendo la comodidad de está.
Cierro mis ojos y dejo mi cuerpo relajarse, todo de ésto de viajar me estresa un poco. Pero me encanta, hacerlo.
Me levante y comencé a desvestirme para darme una ducha relajante y así llamar a mi familia para avisar que llegue.
Tome mi tiempo y cuando sali me coloque mi pijama, para después sacar mi portátil de mi bolso. La encendí y me conecte al wifi de la posada, me meti a Skype y comence a llamar a Linsey.
-¡Courtney! -grito apareciendo su cara en la cámara, reí. En eso llego Julián, Meredith y mi tía, Ashley.
-¡Hola, Court! ¿Llegaste bien, cariño? -dijo mi tia con una sonrisa, se le notaba que estuvo preocupada. Asiento con una sonrisa para tranquilizarla.
-Hola a todos, si llegue bien. Fue un vuelo maravilloso -dijo mintiendo al final.
-¿Y como es? ¿Como es la posada? ¿Hay chicos lindos? -dijo Linsey recibiendo una mala mirada de Julián, rio levemente.
-Mañana comienzo a pasear y no se si hay chicos lindos -dije recordando al imbécil que me robo el taxi. Suspire negando, estaba cansada y solo queria dejar caer mi cabeza y dormir.- Y la posada es bonita y cálida. No es tan grande pero es cómoda -agarre la portátil y comencé a enseñarles la habitación.
-Ya te extrañamos -dijo Meredith con un puchero cuando volví acomodar bien la portátil, sonreí.
-Yo igual, no saben cuanto. -Suspire con una media sonrisa, un bostezo salio de mis labios inconscientemente.
-Creo que te dejaremos descansar, cariño -dijo mi tía viendo mi cara de cansancio.
-Me parece bien, besos a todos.
-Recuerda los libros de Harry Potter -dijo Linsey rápidamente, al igual que Julián pidiendo su disco de Imagine Dragon, mi tia les pego por la cabeza y despues los agarro por las oreja y comenzó a regañarlos.
Meredith y yo comenzamos a reír, ella me miro- Te quiero mucho, prima. Cuidate. -hizo una sonrisa, le mande un beso y nos desconectamos.
Sonreí y suspire dejando mi computador aun lado, y acomodandome en la cama. Me meti entre las sabanas y apague la luz.
"Que sea un día grandioso mañana" pensé.
Mi mente poco a poco se fue desconectando, mi cuerpo se fue relajando y poco a poco, caí en brazos de morfeo.