Capítulo 2. Un incómodo vuelo y aterrizaje.

Me despedí de mi familia  antes de subir al avión con mi tia, no se como en el cielo y la tierra había conseguido ir en el mismo avión que yo, pero lo hizo, bueno, al menos no teníamos asientos uno al lado del otro , eso sería peor. Cuando me había enterado que mi tía vendría conmigo me despedí silenciosamente de mi vida tranquila en Canadá, la tía significaba que mi tranquilidad sería extinta. Amaba a mi tía Rosa casi como otra madre, pero también necesitaba respirar un poco de sus locuras, una vez me despedí de mis padres y hermana, nos dirigimos a dejar las maletas para que fueran a dar a la bodega y luego a los demás filtros de seguridad, los aeropuertos siempre son así, proceso tras proceso, luego de que nos quitaran una botella de agua y un cinturón pudimos ingresar para esperar abordar el vuelo.

Había más gente viajando en el mismo vuelo de lo que me esperaba, antes de abordar me compre un café para mi y para mi tia en una máquina expendedora, necesitaba cafeína, hacia algo de frío hoy, por lo que mi tia traia un lindo abrigo de orejas sobre su vestido de piñas y flores, una que otra persona la miraba con extrañeza, bueno seria mejor que se acostumbren a la vista, después de todo pasaremos las últimas cinco horas y media todos en un avión, en ese caso no sería mejor ignorar lo que hace el resto, o al menos eso era lo que yo planeaba hacer, leer un poco y luego dormir, ignorar a todos, incluyendo a mi tia.

-Voy a ir al baño antes de abordar, odio los baños de los aviones.

Mi tía tenía razón, así que la seguí al baño, cuando estábamos lavándonos las manos, escuchamos el sonido del anuncio de abordar nuestro vuelo, nos secamos y nos dirigimos, las clases VIP ya habían abordado, por lo que nosotras que estábamos en vuelo económico nos dirigimos al avión. Cuando buscaba mi numero de asiento y el de mi tia, deje caer accidentalmente mi maleta de mano al suelo, una chica me la alcanzó antes de agacharme, pero cuando voltee a ver a todos lados mi tia habia desaparecido, la busque con la mirada y no la encontre, asi que me dirigí a la azafata que estaba en la puerta esperando que las personas terminaran de abordar.

-Disculpe señorita, de casualidad a visto a mi tia, es una señora con un vestido de piñas y flores, también tiene un abrigo rosa con orejitas. - La descripción de mi tía sonaba un poco bizarra, pero me las arregle para sonreír tranquilamente mientras hablaba, de seguro la había visto, mi tía es inolvidable a primera vista, como un punto de referencia.

-Ahora que lo pienso creo que la vi cruzar la cortina. ¿Podría decirme en qué clase viajan?.

-Oh Dios, somos Economica, la traeré conmigo en un segundo, perdón las molestias.

Para ser sinceras, no sabía cómo habían dejado cruzar a mi tía, pero iba a ir por ellas, también me pregunté ¿No les pareció un poco rara mi tia en clase VIP? sin ofender, aunque tal vez les pareció una de esas personas adineradas extravagantes, bueno eso era hasta cierto punto cierto, cuando mi tía actuaba oi que era igual de extravagante, lo que solo incrementan las críticas de las personas sobre ella, claro que a ella no parecía importe demasiado  y siempre hacia lo que se le venía en gana, tal vez de ella era que tanto mi hermana como yo habíamos aprendido a ignorar las críticas de la sociedad, sonreí y corrí a sacar a mi tia de donde no estaban sus asientos.

-¡Tia Rosa, por ahí no están nuestros asientos!- Grité en cuanto la vi.

Me disculpe con un par de personas mientras pasaba junto a ellos, luego cuando llegue a mi tia, la tome del brazo y la lleve conmigo, ella refunfuño un poco pero de igual manera terminó siguiendome. Una vez que la deje en su asiento con el cinturón puesto para que no escapara de su asiento,me senté en mi número designado, estaba junto a la ventana, mire abajo y pude ver gente moviéndose aquí y allá, mire al frente y la azafata con la que había conversado, estaba mirándonos a mi y tía Rosa, esperando que no nos volvieramos a escabullirse por el avión, una advertencia clara brillaba en sus ojos, la ignore y saque el libro que había preparado para leer, esta era la primera vez que salía del país, hasta ahora solo había viajado en vuelos nacionales cuando acompañaba a mi tia en sus vacaciones junto a Susana, ella muy rara vez viajaba sola.

Cuando las puertas se cerraron, otra azafata nos explico lo básico y lo mismo de siempre sobre en caso de emergencias, luego nos pidió que nos abrochamos correctamente y luego ella y su compañera pasaron revisado que en verdad todos estuvieran abrochados, luego al poco tiempo y luego de revisar que todo estuviera en orden el avion comenzo a moverse hacia adelante, después despegó, sentir el vacío del suelo que indicaba que estábamos en el aire seguido de un leve grito en el avión, probablemente de mi tia, ella en realidad odiaba los aviones, eso ocurrió luego que en uno de sus viajes cuando era más joven, el avión en el que viajaba por poco y lograra aterrizar debido a una falla provocada por una tormenta cuando venía a México desde Hawai, desde entonces ella no volvió a viajar hasta que tuvimos edad por ser arrastradas por ella a un avión, también era la explicación de porque no viajaba sola.

Luego de dos horas en el avión, justo cuando me acomodaba para tomar una siesta, sentí una leve turbulencia, nada que preocuparse, la azafata incluso camino recomendando usar el cinturón y estar tranquilo, ya que no era un viaje intercontinental, no había demasiada turbulencia, o eso había escuchado. Sentí a la persona a mi lado moverse, era una pareja canadiense que estaba de luna de miel en México, no había preguntado nada, solo los había saludado, luego ellos me contaron la historia de su vida y cómo se conocieron, una de esas historias que pensarias no son muy comunes, la pareja a mi lado eran novios desde sus años de instituto, se habían separado y luego se volvieron a encontrar cuando ella inició sus pasantías en la empresa, en donde el chico trabajaba, volvieron a ser novios y luego de dos años decidieron casarse.