En tus ojos encontré la calma y la pasión, como un faro en la tormenta, guiando mi razón. Tus palabras son susurros que acarician mi ser, y en cada latido, siento que vuelvo a nacer.
Tu sonrisa es el sol que ilumina mis días, un reflejo de amor en todas mis fantasías. Eres la melodía que en mi pecho resuena, el eco de un sueño que nunca se frena.
Cada abrazo tuyo es un refugio de paz, donde el tiempo se detiene y nada más. En tus brazos encontré mi hogar, y en tu amor, mi razón de amar.
Eres el poema que nunca termina, una historia de amor que el tiempo no domina. En cada verso, en cada canción, vivo contigo, en eterna conexión.