Mi madre no se hizo esperar y al segundo tono de marcado respondió mi llamada, su voz siempre cálida y amable me respondió con un dudoso “Hola”, por un momento no entendí su duda al responder, pero luego recordé que estaba llamando desde el celular de Jung Kook, por lo que el identificador de llamadas seguro le marcaba a ella como desconocido.
−Soy yo mamá, Melantha, me alegra tanto escuchar tu voz −dije casi atropellando cada palabra−. Necesitamos hablar, quizás por videollamada, me gustaría verte.
−Oh vaya, eso me sorprende mucho, intuyo que no vendrás a visitarme −respondió ella con su tono jocoso de siempre−. Está bien, hagamos la videollamada ahora ¿estás con tus amigos o es algo privado entre tú y yo?
−Sí, es algo entre tú y yo, estoy sola, así que hablemos.
Saqué mi celular y marqué el botón de videollamada, inmediatamente la imagen de mi madre estaba frente a mí. Estaba tal y como la recordaba, los años no pasaban por ella y ahora entendía el por qué, la cura estaba dejando de funcionar, la estaban congelando en los años, y no pude evitar que la sospecha se viera en mi expresión.
−Ahora te das cuenta de los detalles, es obvio que te fijaste en mi piel lisa y sin arrugas −dijo ella con una sonrisa y la mirada llena de verdad−. La cura empezó a fallarme hace dos años, ya no envejezco, las heridas que me hago se curan con rapidez, y la sed está volviendo a atacarme, pero eso ya lo sabes, tus ojos delatan lo que hiciste −había un regaño escondido en sus palabras−. Decidiste ser un vampiro como ellos.
−Solo aceleré lo inevitable y lo sabes mamá, soy esto, he sido esto y siempre lo seré −respondí tan segura de mis palabras que solo me reí−. Soy feliz ahora que sé lo que siento por Jung Kook, además soy tan fuerte e imparable, pero no sé gobernar a nadie.
−Así que ellos ya te buscaron para que los guíes en este problema que se está dando entre los humanos y los vampiros, la guerra se acerca −comentó mi madre con la mirada perdida en el vacío, recordando algo que yo ignoraba−. No confíes en todos ellos hija, yo ya no puedo gobernarlos porque tu sangre los ha llamado, pero si advertirte del peligro que algunos de ellos representan, pueden ser traicioneros.
−Su naturaleza los obliga a protegerme de todo y obedecerme en lo que yo diga −respondí mirándola confundida y alarmada−. Dudo que me hagan daño, y si lo intentan tengo siete guardaespaldas y una muy buena protectora.
−Ellos no pueden estar contigo todo el tiempo, y algunos de los vampiros son peligrosos −mi madre estaba seria, se notaba que no estaba mintiendo−. Cuídate de ellos por favor, si te hacen daño yo misma iré a hacerles daño.
−Me cuidaré, no te pongas así, juro que no confiaré en todos ellos −la calmé, pero si decía la verdad, ella los conocía mejor que yo y no iba a discutir eso−. Pero necesito tu consejo ¿qué es lo mejor para todos?
−Evitar la guerra, pronto los lideres humanos sabrán de tu existencia y no podrás escapar de sus ojos −respondió mi madre con voz solemne−. Nam Joon te cuidará, pero hasta él tiene límites en nuestro mundo, Seok Jin es lo más cercano que vas a tener a un vampiro de la realeza como tú.
−Es mi amigo, pero los demás vampiros se han visto un poco arrogantes con él, no parecen cómodos con él −comenté recordando el comportamiento que había tenido con él−. Tuve que ordenarles ser más educados con él y cuidar de él como de mí, no sé qué tanto me obedecerán.
−Entonces ya viste lo obedientes que son, si tú les dices que olviden algo lo harán, nuestra naturaleza les obliga a obedecer todo lo que nosotras digamos −replicó mi madre−. Si tú les dices que confíen en alguien lo harán, Seok Jin no es como su padre y es digno de confianza.
− ¿Qué hizo su padre para tener ese desprecio? −pregunté irritada.
−No me corresponde a mí decirlo, lo mejor es que lo hables con él y sus amigos −respondió ella−. Ya debo irme, tengo que ir a la empresa y me retrase, te amo, cuídate hija.
−Ten cuidado, yo también te amo mamá y dile a papá que no morderé a nadie que no se lo merezca −dije y ella soltó una carcajada sonora y encantadora−. Mantente oculta como haz hecho hasta ahora.
Ella colgó en ese momento, su voz encantadora y ese tono tan sonoro me dio un golpe de realidad, la cura ya se había disipado en su cuerpo, me imaginé a mi madre retorciéndose de dolor y tuve un sentimiento de estremecimiento, aunque claro, mi cuerpo ya no reflejaba ese sentimiento tan incómodo. Aquel dolor que yo había sentido no podía describirlo mejor que un abrasador fuego en todo el cuerpo, pero era mucho peor, era como todos los huesos del cuerpo rompiéndose, y eso es lo que mi madre había sentido, eso debió ser sorpresivamente doloroso tomando en cuenta que ella era pura y nunca tuvo que sentir el dolor de ser convertida en un vampiro.
− ¿Ya hablaste con tu madre? Es que Jin cocinó algo para ti, Adara y él −era Jung Kook abriendo la puerta un poco dudoso−. Nosotros los acompañaremos a comer, aunque nosotros nos servimos un poco de sangre donada.
−Oh qué amable, vamos a comer lo que hizo, viniste justo a tiempo, ya había colgado la llamada −respondí con una sonrisa y sorprendida por el detalle de ese amigo−. Dijo que Nam Joon y Seok Jin son muy confiables, así que estoy en buenas manos.
Jung Kook soltó una suave risa ahogada y me acompaño al comedor que estaba en planta baja, la puerta de la derecha era el misterioso comedor de un grupo grande de vampiros. Cuando entré quedé boquiabierta, era realmente hermoso, los colores negro y blanco dominaban todo el lugar, como la casa en realidad, la mesa parecía imitación de mármol, junto a las sillas, una lampara de araña elegante y alta cubría el techo encima de la mesa, parecía el salón de un palacio.