Algunos humanos intentan evadir ese camino, otros lo disfrutan tanto que vienen y van reiteradas veces; son como unos adictos incapaces de vivir sin sus vicios. A éstos les cuesta un poco más notar que el amor se puede encontrar en muchas cosas y no exclusivamente en una sola persona, y ésto los convierte en seres totalmente dependientes que carecen de uso común y autonomía. En fin, hay mayores preocupaciones que éstos adictos al amor, existen también aquellos que están todo el tiempo intentando crear revoluciones en contra del amor, pobres, ya se darán cuenta de que no se puede luchar contra algo que es parte de nosotros. He conocido a algunos que hasta le temen al amor, es algo curioso porque están segurísimos de que el amor es dañino y de que pueden vivir sin éste, sin embargo, en sus casas tienen una mascota por la cual sonríen cuando la ven, tienen un amigo por el cual darían la vida y algunos hasta tienen una familia por la cual sin ellos no vivirían, pero aún así tienen la osadía de afirmar que pueden vivir sin amor, ya se darán cuenta de que nadie vive sin amor y que su verdadero temor no es amar sino algo más chico que ésto.