2. Soñadores.

"La felicidad no es como dicen, 
que sólo dura un instante 
y no se sabe que se tuvo 
sino cuando se acabó. 
La verdad es que dura mientras dure el amor, 
porque con amor hasta morir es bueno."
-Gabriel García Marquez.

Amar sin límites te convierte en un soñador, pero no de esos soñadores que tienen planes a futuro o de esos que recuerdan todos los sueños que tuvieron en una noche. No, son la clase de soñadores que se arriesgan con miedo, son aquellos que abrazan al miedo y saltan de un precipicio con él sin importarles que habrá abajo, y lo hacen porque saben que la adrenalina que sentirán cuando se encuentren en la nada valdrá toda la pena de la vida. 
Amen, sin tilde, sin miedos, sin límites. Amen como si fuera la primera y la última vez que lo harán, amen como si sus vidas dependiera de eso porque así es, ¿qué sentido tiene la vida si temes amar con locura? Así que amen, enamorense en el abrazo, en el beso, en la caricia, en la sonrisa. Enamorense en la risa y en las peleas tontas, en los consejos y en las palmaditas en la espalda luego de un abrazo, enamorense del perfume, del tacto, de las miradas. Amen con tantas fuerzas que sientan la necesidad de gritarlo a los cuatro vientos, amen tanto que no les quepa el amor en el cuerpo, amen hasta que les arda el pecho, el estómago de vueltas y les duelan las mejillas de sonreír.