¿Has estado con otra persona durante este tiempo? – pregunta Amelia mirando directamente a su rostro.
Estuve tentando varias veces, pero no lo hice ¿y tú? – responde él acariciando su cuerpo.
Tampoco pude, veía tu rostro en los demás y me sentía culpable; pensaba en que si me confirmaba mi sospecha te mataría – dice ella dando la espalda.
Esas palabras y actitud hacen que Aragón sonría de satisfacción porque ella lo seguía amando y ver que aún era celosa le causaba gracia y ternura. Mirar sus labios, su cuerpo y sus ojos, lo hacían esclavo de sus deseos más calientes.
Llegando a la sala de la casa, sus labios se unieron nuevamente con intensidad, mientras sus lenguas se entrelazaban alimentando el deseo acumulado; la mano de Aragón rodeaba la espalda y acaricio su pecho a través de su escote, su otra mano subió por su pierna en busca de lo prohibido entre sus piernas.
Sin separar sus labios, Cherryl intento retirar el cinturón de Aragón con rapidez. Aquel momento es interrumpido al escuchar el timbre de la entrada.
Buena tarde – infiere Aragón.
Buena tarde, somos los nietos de doña Rosa la ama de llaves. Ella es mi hermana Mónica y yo soy Jacob – responde él.
Entiendo, soy Aragón el propietario y ella es Cherryl mi nov… mi mucama – dice él.
Hola, les mostrare la habitación donde se quedarán. Síganme por favor – refuta Cherryl y él la mira.
Un momento más tarde Cherryl les muestra todo.
Esta es la habitación para los empleados, los dejare para que se acomoden – dice ella y se retira.
¿Te gusto, cierto? – pregunta Mónica.
Ya empezaste con tus alucinaciones – dice Jacob sonrojado.
¡Ay hermano! Tú no sabes disimular, la miraste mucho y recuerda que soy tu melliza – responde Mónica.
Si claro, mejor cállate – fulmina Jacob.
Unas horas después de su llegada, Jacob y Mónica ya están listos para iniciar con la inducción a sus labores en la casa ya que es grande para los quehaceres de una sola persona.
Mónica, llegaron en buen momento porque esta casa es muy grande y dígame ¿Cuántos años tiene? – dice Cherryl.
Tengo 22 años, señorita – responde Mónica.
Eres joven, vamos al jardín – dice ella.
El jardín tiene muchas rosas como puede observar y es bastante grande – dice ella.
Son hermosas las rosas y si es muy grande, hay mucho trabajo que hacer – dice Mónica.
Si, vamos por aquí – dice Cherryl.
Mientras Aragón esta con Jacob enseñando los carros que debe manejar para transportar.
Sus carros son hermosos y ya he manejado carros automáticos – dice Jacob.
¿Está Seguro? – pregunta Aragón.
Si señor – termina Jacob.
Debes tener cuidado al conducir, las calles son peligrosas y quiero vivir jajajajajaj - dice él en medio de risas.
Entiendo señor, seré muy cuidadoso jajajajajajaja - responde Jacob.
La conversación continua con mucha fluidez y eso le da confianza a Aragón sobre su chófer. Lo pone a prueba y le pide que lo lleve a un lugar para corroborar que es cierto sobre ubicación y cuidado al manejar, piensa mucho en Cherryl también.