15. una mañana lujuirosa

¡Oh Dios!, dame fuerzas para levantarme de esta cama porque el sueño me atrapa – dice Cherryl al despertarse en la cama de Aragón.

Con sus ojos adormecidos mira su alrededor buscando a Aragón, pero él ya se ha levantado de la cama y está tomando una ducha; ella se acerca sigilosamente para observarlo y se deleita mirando aquel hombre alto, un tanto musculoso, de tez blanca y cabello negro, además de pensar en tocar su cuerpo.

Cherryl ingresa con cuidado, pero él no se da cuenta de su presencia porque tiene los ojos cerrados y está inmerso en un estado de relajación, mientras que ella se retira su pijama quedando totalmente desnuda.

Hola amor – saluda ella entrando a la tina y se acomoda en medio de sus piernas.

Qué hermosa morena – responde Aragón al abrir sus ojos, deleitándose con la figura de su amada.

Viene para ayudarte a bañar – responde ella acariciando con sus manos, el cuerpo mojado de Aragón con una mirada de intenso deseo.

Mi niña, pero puedo hacerlo solo – Aragón contesta con una sonrisa coqueta y sujeta sus manos para guiarla hacia otro lugar.

Entonces, comenzaré por aquí – dice ella al tocar su miembro con suavidad y sus labios rozan con los de él.

Su miembro se puso erecto y duro con unos pequeños movimientos, provocando que Cherryl continuara con el movimiento de arriba hacia abajo. Él besa sus labios con tanto deseo como si quisiera comerla sin detenerse y la agarra fuerte del cabello.

Tú comenzaste – Aragón susurrando cerca de sus labios y hace que se siente sobre él.

¿y? – responde Cherryl queriendo introducir aquel miembro que dice pertenecerle.

Aún no, quiero que te calientes más – se acerca Aragón susurrando al oído de Cherryl y aprieta su cadera, mientras rozan sus partes íntimas en el agua.

Lo quiero dentro de mí, ya – replica ella entre gemidos y suspiros insaciables.

Ambos podían sentir ese deseo que los estaba consumiendo y se sumergen en una voraz excitación al explorar sus cuerpos.

Ella no aguanta más, levanta un poco su cadera, se introduce el miembro de su amado haciendo que Aragón se estremezca, besa sus senos con lujuria y la agarra de sus nalgas.

Eres deliciosa – dice él mirando su rostro con ganas de comerla aún más.

Eres mío y todo me pertenece – dice ella comenzando a saltar y gemir de placer insaciable, así continuaron un rato más saciándose de su amor apasionado y lujurioso.

Él la desea y ama con locura que la sigue viendo como si fuera la primera vez.

Su respiración se corta de tanto placer y Aragón la abraza fuertemente hasta acabar dentro de ella. Luego de esa faena, retoman sus actividades con normalidad.

Buen día – dice Mónica.

Hola – responde Cherryl.

Te levantaste temprano, no te vi en el dormitorio – dice Mónica.

¡Eh!, si tú ve que limpiar el jardín y sabes que es grande – responde ella, pero se sonroja.

Para la próxima me avisas y te ayudo – responde su compañera.

Vale, gracias Mónica – responde ella y continua su trabajo.