Amor Eterno

Cap 17.


Días después...

 

Ha pasado una semana y no he vuelto a saber nada de mi papá...

¿Por qué tuvo que irse?...

¿Para volver alejarse de nosotras... de mí?...

¿Se fue por mí?. Tal vez si no hubiésemos discutido, no lo sé, solo tal vez.... No se habría ido ¿No?

¿Volverá? ¿El tiempo lo hará cambiar y me perdonará?...

Sinceramente espero que sí...

— Hola, nena —saludó Jones, sacándome de mi ensimismo.

— Hola —murmuré. Realmente no estaba de ánimos para nada, ni para hablar.

Ese es el mood de todos... 

 Estabámos saliendo de clase, yo me dirigía a la estación de buses para llegar a mi casa.

Hoy tuve un día muy pesado, no me pude concentrar en clase y no entendí nada de matemáticas.

¡ESTÚPIDAS MATEMÁTICAS!

Al final no nos sirve para respirar.

Pues eso, solo es para complicarnos, pero yo necesito una iluminación divina para entenderlas.

Miré a Jones de soslayo — Eh.... Quería disculparme.... Ejem... Por lo del otro día — dijo apartando la mirada y pasándose una mano por la nuca.

Oh, eso.

— Ya está casi olvidado — dije mientras seguía caminando.

Y era cierto, ni siquiera lo recordaba.

— No estuve bien... — seguía sin mirarme, decidí mirar al frente — lo siento ¿Vale?.

— Te dije que estaba olvidado — repetí.

— Waoh — frunció el ceño en mi dirección — Pero dijiste que casi, no necesito que quedé en casi ¿Sabes? — enarcó una ceja.

Y aquí vamos de nuevo con el grandísimo idiota....

Oh, que gran apodo, muy creativa.

Mi subconsciente, molestando, como siempre, decido ignorarlo y pensar en lo que estaba pensando al inicio de esta caminata a la estación de buses.

No he podido dormir bien está semana, no puedo dejar de pensar en papá. En si está bien o no.

Despúes de todo es mi padre.

¿Dónde se está quedando? ¿Por qué no ha llamado o enviado un mensaje?

La realidad me da una bofetada al solo pensar que se alejaría, ésta vez, para siempre.

Lucas carraspeó significativamente, sacándome de nuevo, de mis pensamientos.

— Bueno, está olvidado — repetí, comenzando a irritarme. 

Una idea se me vino a la mente.

Chasqueé los dedos en su dirección de repente, con más entusiasmo del que pretendía, él dio un respingo, asustado por mi ataque.

— Aunque hay algo que me gustaría saber — Sonreí ampliamente.

— Claro, dime — accedió dudoso.

Genial.

Él quería disculparse ¿No?, y yo quería saber por qué se había peleado por una semana con Chris.

Todo el mundo parecía saberlo, menos yo.

¡Es tú oportunidad!

Es mí oportunidad.

Sí, ya cállate conciencia.

Cállame.

— ¿Por qué te peleaste con Chris el otro día? — vamos quería escuchar su respuesta.

Pero el muy imbécil no respondió.

— De eso nada — dijo secamente — Cualquier cosa menos eso — dijo, cambiando su tono brusco de voz.

Puse los labios en una fina línea.

— ¿Por qué no? — Espeté, un poco cabreada.

— Porque es privado.

— Pero... — insistí.

— ¿No respetas la privacidad, verdad? — Frunció aún más el ceño, mirándome fijamente con esos ojazos verdes, mientras que seguíamos caminando.

— Depende — me encogí de hombros, con total indiferencia — Si es de mi interés personal, créeme, pero créeme, cuando te digo que no — sonreí como angelito y él pestañeó varias veces descolocado.

— Qué sinceridad — confesó — Admito que no me esperaba esa respuesta.

— Así soy yo — dije asintiendo — Bueno ¿Entonces...?

— ¿Qué? 

— Que me respondas la pregunta que te hice hace un momento — Puse los ojos en blanco.

— Oh, eso. No puedo responderlo.

—¡Oh vamos! —agité dramáticamente las manos en el aire y me coloqué frente a él caminando de espaldas.

Como un chico de los recados... 

Espera qué?

Nada, chismosa.

Enfócate, nadie te ha pedido que hables de un chico que no conozco.

— Dímelo — exigí y suplique a partes iguales.

— ES-  PRI-VA-DO — repitió.

— Okey... Entiendo, créeme que te entiendo, pero entiéndeme tú a mi, necesito saberlo — dije casualmente.

¡OH ,VAMOS! 

¡YO VIVO DEL DRAMA. ES LO ÚNICO QUE ME IMPORTA EN LA VIDA!

Okey no es lo único, pero me gusta el drama en mi vida, entiéndeme.

— Pero.... Entonces respóndeme esto: ¿Por qué te interesa tanto? — enarcó una ceja con curiosidad.

Buena pregunta.

Tal vez porque te interesa saber acerca de la vida de ciertos chico...

Ejem...

— No te puedo responder eso po.... ¡MIEEERDA! — chillé cuando me caí de culo, porque pise mal y caí, así, sin más, como un saco de papas.

La gente nos quedó viendo, bueno me quedaron viendo a mí, pero los ignoré categóricamente. YO quedé viendo estrellas, así que no me importan ellos, sino mi culo.

— Ven, levántate — dijo Jones tendiendo sus manos en mi dirección.

Ni siquiera se río, cosa que me dejó perpleja, pensé que se burlaría de lo torpe que soy.

— Gracias, me di duro en el culo ¿Sabes? — susurre más para mí, que para él, pero me escucho y se hecho a reír.

— Lo sé, te vi caer — dijo burlón y me irrité más.

— Qué pesado.

— Es que eres muy torpe, además ¿Por qué crees que no te dije que no caminaras de espaldas?

Para burlarse de tí cuando cayeras, como ahora...

— Uhg, imbécil.

— Gracias. — ironizó.

— No es un cumplido, Luckie — lo irrité.

— No me llames así  — apretó su agarre en mis manos, no me había soltado — ¿Vale?.




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