Chris.
Llego a la escuela. Un día normal. Miro a mi alrededor. Todos metidos en alguna conversación.... Aburrido, hasta que mis ojos la encuentran.
Lleva puesto un vestido azul claro de tirantes, el largo de este es sobre sus rodillas, está hablando con Roxanne. Sonrió como estúpido. Pienso acercarme a ellas.
El azul hace que destaquen su par de esmeraldas. Sus ojos verdes.
Lo sé.
Su hermoso rostro se contrae en una carcajada, no me ha visto.
Mis pies deciden moverse por si solos, acercándome a mi objetivo: Isabella.
Pero me veo interrumpido por mi mejor amigo: Lucas Jones.
Genial.
Lo sé...
¿Quieres dejar de decir: "lo sé"?
- ¿Qué hay bro? - pregunta mientras chocamos nuestros puños en el aire.
- Todo bien ¿y tú? - respondí.
- Bien ¿Estamos... Nosotros estamos bien? - titubeó al preguntar. Se detuvo esperando una respuesta de mi parte.
Sonreí, él es una persona muy importante para mí, es como el hermano que nunca tuve.
Hablamos y dejamos todo claro entre nosotros y la discusión el día de la fiesta.
Cada uno conoce los secretos del otro.
- Siempre, hermano - le di un abrazo y palmeé su hombro. Sentí como relajo los músculos de su cuerpo en alivio.
Me quedé con la mirada fija en las chicas, mientras concluíamos nuestro abrazo.
- Ok - miró en la misma dirección que yo - creo que deberías ir allá, viejo - las señaló.
Chasqueé la lengua.
- ¿Por qué tienes que leerme tan bien? - me quejé.
Sonrió con arrogancia - Porque soy tu mejor amigo, amor - me guiño un ojo.
Pues en eso tiene razón.
Lo sé.
- Bueno, ¿nos vemos en clase? - preguntó, pero no esperó a que respondiera - tengo algo que hacer - señaló en dirección a un grupo de chicas que no disimulaban en mirarlo y se fué.
Negué con la cabeza mientras se alejaba.
- Vaya, gracias - pero no me escuchó, ya se había ido.
Así era él, tenía reacciones y cambios drásticos de humor.
Pero así lo quieres.
Así lo quiero.
Suspiro y sigo mi camino, dónde están las chicas, antes de llegar, un chico, pelinegro se acerca a ellas y le da un beso en la mejilla a Roxanne, mientras la misma le presenta a Isa.
Ella sonríe y este tipo toma la mano de Isa y la besa, ella se ruboriza. Aprieto los dientes inconscientemente, carraspeo de manera manera considerada, ganándome la mirada de los tres.
Un sentimiento raro se instala en mi pecho y apresuro mi caminata.
¿Celos?
Para nada.
Ajá... Si tú lo dices.
- ¿Interrumpo algo? - digo y le doy una mirada mortal al pelinegro.
- Ho..hola Chris - habla Isabella, la miro y sonrió.
- Hola loca - Isa casi hace una mueca burlona por el apodo - hola chismosa - le digo a la pelinegra.
La de encargada de la biblioteca, le tengo un gran aprecio, ella me contó de que estaban cuchicheando estás dos el otro día.
Y no es que yo hubiese estado preguntando.
Sí, claro.
- ¿Ahora yo qué hice?- puso los brazos en jarra.
Pero la ignoro y dirijo nuevamente mi mirada hacía el chico - ¿Y tú eres....?
Jejeje, estás celoso.
¡NO!
Claro que sí.
¡Ya, cállate conciencia!
- Ehh.. h..ho...hola - parecía nervioso y se tiñeron de un carmesí sus mejillas. Evitó mi mirada recelosa.
- Chris, èl es Ferman - dice Roxanne señalandolo - Ferman, él es Chris - me señaló y le sonrió con picardía al chico.
¿Eh?...
- Ejem, bueno - el tal Fabián seguía con las mejillas coloradas y evitaba todo contacto visual conmigo.
Yo miré a las chicas en ayuda, pero ellas estaban muy divertidas con la situación y no dijeron nada o hicieron algún gesto para poder saber que le pasa a Francisco.
¿Qué le pasa?
- ¿Te encuentras bien, Fernando? - dije para molestarlo.
- ¿Uhg?... Es Ferman - dijo más nervioso, comenzó a jugar con sus dedos - sí estoy bien.
- Por supuesto - dije.
La campana sonó en ese momento, indicando el inició de clases.
- Eh, creo que debemos empezar a acercarnos a los salones, chicos - dijo Isa mientras suspiraba dramáticamente. Me relajé al escuchar su voz calmada y me olvidé por un momento de Fabio.
Isa volvió a suspirar cuando la campana sonó por segunda vez en la mañana. Con ese suspiro, se me escapó uno a mi.
- Chicos vamos - repitió. La ví por un corto tiempo.
La pelinegra se dió cuenta y me vio fijamente con picardía, casi que malévolamente.
- ¿Qué me ves? - me quejé.
Me incómoda que me queden viendo por mucho rato.
- La cara, porque lo demás lo tienes cubierto - puso los ojos en blanco, cambiando completamente su mirada de hace un momento - vámonos Bella - la jalo del brazo y la arrastró hasta el salón.
- Ehhh... - no me acordaba de Felipe - Yo-yo me tengo que ir - señaló al salón - adiós Chris - se sonrojó aún más.
Que chico tan extraño.
- Sí, también me voy, que te mejores Federico - iba a corregirme por no llamarlo por su nombre, pero lo dejé con la palabra en la boca y me dirigí al salón.
Me senté junto a Isa y al otro lado de ella se encontraba Roxanne.
Mi repentino ataque de, según ustedes "celos" me tiene aún sorprendido.
*****
Isa.
- Ok, eso fue raro - le comento a mi amiga pelinegra, que se ríe como loca desquiciada.
- Eso de allá querida, me parece que fueron celos - me guiño un ojo a la par que se limpiaba con los dedos, las lágrimas que se habían derramado por su ataque de risa.
Ehh... Ella sabe cosas.
Sí, pero que "cosas"?
Averígualo.
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Editado: 22.04.2022