Amor eterno.

Desafiando los límites

Los días siguientes son un calvario, estoy en piloto automático realizando mi trabajo mientras mi cerebro se encuentra apagado, volviendo a casa y tomando hasta caer dormido en cualquier lado. Pensando únicamente en ella y por fin llega el fin de semana, para intentar encontrar algo de tranquilidad voy al orfanato.

- Hola campeón, te he traído tu postre favorito.

- Vlard sabandija.

- ¿Cómo me has llamado?

- Cretino.

- Hey amigo de donde has aprendido esas malas palabras y porque me las estás diciendo a mí.

- Así que ya conseguiste a una mujer que sea tu esposa.

- ¿Quién te dijo eso?

- Escuche a las monjas hablar de que estás comprometido con una mujer y que pronto me podrás llevar contigo. No esperaba que fueras esa clase de persona y desde ya te digo que esa mujer no me agrada y si es con ella pues prefiero quedarme aquí para siempre.

No entiendo nada de lo que Pedro dice. ¿De qué mujer habla? Si a la única que yo he traído aquí es a Ayla y ellos dos se llevaron muy bien. Salgo a buscar a la madre superiora y está me recibe muy contenta.

- Mi querido muchacho por fin encontraste a la indicada. Déjame decirte que es una bella mujer y ahora si podrás adoptar a Pedro.

- No entiendo nada de lo que está hablando.

- Tu prometida vino a visitarnos ayer y nos dijo que luego de que se casen se llevarán a Pedro con ustedes. ¿Era una sorpresa?

- ¿Cómo era esa mujer?

- Castaña, muy hermosa y de sonrisa gentil. Vamos hijo tú mejor que nadie sabe de saber como es tu prometida.

- Así que Mary estuvo aquí.

- Si ese era su nombre, eres afortunado y los cielos los van a bendecir a ambos. También ha estado viniendo la otra chica... Ayla, ella nos ha dado cantidad de juguetes y otros complementos para los niños, esa joven también tiene un corazón de oro.

- ¿Ayla también ha venido?

- Casi todos los días, juega con los niños y pasa horas contándoles cuentos. Aquí todos la quieren mucho y más Pedro.

Aunque Ayla está enojada conmigo no se ha olvidado de este lugar y mucho menos de Pedro... Pero ahora necesito saber que está planeando Mary y como fue que ella descubrió el orfanato y que piensa ganar con sus mentiras.

- Madre lamentó informarle que ha habido un malentendido y quiero que si Mary vuelve por aquí no la reciba ni la deje acercarse a los niños.

- Porque dices esas cosas.

- Ella no es nada mío, es más tengo muchos problemas porque hace esto todo el tiempo. Todo lo que le dijo son mentiras, esa mujer está mal de la cabeza y puede ser un peligro para los que la rodean. ¿No le dijo como fue que encontró este lugar?

- Vlard no puede ser, se veía tan amable.

- Le juro que es la verdad, ella no es lo que parece.

- No dijo nada más que era tu prometida, no se como nos encontró, pero te aseguro que no la dejaremos volver a entrar.

- Yo me voy a ocupar de resolver esto.

Vuelco junto a Pedro buscando más información. - Esa mujer te dijo algo más, lo que sea quiero que me lo cuentes todo Pedro.

- Que más pudo decir, que se van a casar porque se aman mucho y que cuando eso pase me llevará con ella aunque yo sea un estorbo.

- Juro que la voy a matar. Escuchame bien ella no significa nada para mi y nunca me casaría con una mujer así. Pedro si se te acerca nuevamente grita con todas tus fuerzas.

- ¿De verdad lo dices? No te vas a casar con esa mujer.

- Jamás podría casarme con alguien así de desquiciada.

- ¿Y con Ayla si lo vas a hacer?

- Ayla te agrada mucho.

- Si, ella es la persona más buena y dulce aunque tú eres un estúpido por hacerla llorar.

- Ella te lo dijo.

- Como crees, pero cada vez que yo decía tu nombre su voz se volvía triste y sus manos temblaban, era obvio hasta para mí que las echo llorar.

- Primero arreglar todo con Ayla y si ella viene otra vez a visitarte dile que lo siento mucho y que me dé la oportunidad de hablar.

- ¿Ahora soy tu mensajero?

- Vamos ayúdame a arreglar mi desastre.

- Está bien solo por Ayla, pero si ella vuelve a llorar nunca te lo perdonaré.

- Trato hecho.

Escribo una carta explicando todo y pidiendo una oportunidad, luego se la entregó a Pedro y él me promete cuidarla hasta dársela. Ahora si es hora de arreglar cuentas con Mary, nunca le perdonaré que llegará tan lejos.

En su casa Ayla lloraba devastada en los brazos de Ross, no solo había sido aquella noche, sino que también ahora ya era algo público el hecho de que Vlard se casaría con Mary.

- Ya no llores o te secarás.

- No tienes idea de cuanto duele.

- Vámonos de aquí Ayla, volvamos a casa y ya nunca más volvamos a este lugar.

- Tienes razón, quedarme aquí es seguir torturándome y ya no quiero llorar por un hombre que es feliz al lado de otra persona. ¿Pero y la escuela?

- Ya no tiene sentido seguir de todas formas casi acaba y el resultado será el mismo te quedes o te vayas ahora.

Es verdad no importa si pasó con honores una vez acabado el año también se acaba mi libertad y no tiene sentido quedarme aquí viendo como Vlard es feliz mientras yo sufro su descaro.

- Voy a comenzar a preparar mi equipaje aunque hay un lugar al que quiero ir mañana para despedirme de alguien.

- Entonces voy a reservar el vuelo para la noche.

- Gracias Ross, por estar aquí para mí y no soltarme.

- Siempre voy a cuidar de ti mi princesa.

Y gracias a ese idiota ahora tengo la oportunidad perfecta para que Ayla se quede a mi lado para siempre. Yo no la voy a lastimar como ese tal Vlard lo hizo y siempre la cuidaré como lo más preciado de la tierra. Yo sé que la puedo hacer mucho más feliz que él.




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