Extrañado de todo aquello.
El padre de Manuel dijo:
Ve tu mujer acompaña a Thomasito y a Lucía. Yo vuelvo a casa con Manuel y la niña.
Papá que !! que !! que es esto. Como que abuelos. Que sucede. Que me escondan. Lucía tiene un hijo. Y ya grandesito.
Manuel hijo, es ago que no nos corresponde a nosotros.
Entro a la casa la madre de Manuel y dijo:
Thomasito esta bien, se quebró su brasito al saltar. Pero ya le dieron el alta médica.
Manuel amor Lucía te necesita, ve y búscala. Y Si Mi amor Thomasito es tu hijo.
Todo lo demás, lo tendrás que hablar con ella. Pero no te enojes, ve con ella pero tranquilo, mi amor todo lo que ha hecho lo ha hecho por amor a ti.
Esa niña te ama con una grandeza y pureza inimagimable. Mi amor escuchale primero. Porfavor.
Esta bien mamá. Lo haré.
Duerme a Vivianita, mamá porfavor.
Manuel salió camino a casa de Lucía ya que eran vecinos no había que caminar mucho.
Después de dar un par de vueltas se decidió y toco el timbre.
El papá de Lucía habrio la puerta, estaba serio y con cara de enojo.
Hola muchacho, como estas.
Bien Señor, busco a Lucía.
Esta arriba en el cuarto con el bebé. Pasa búscala, te espera.
Gracias, Señor.
Al entrar pasa por la sala y saluda a la madre de Lucía.
Termina de subir las escaleras y hay una puerta celeste con un avión flotando entre nubes con el nombre de Thomas pintado en él.
Toc, toc, abrió y hay estaba Lucía llorando, junto a su pequeño dormido y un yeso azul fluorescente en su manita.
Se le olvidó el reclamo, el rencor, la culpa. Su mente se nubló.
Entro al cuarto sin pedir permiso se sentó en el suelo junto a ella y la abrazo, tan fuerte, tan intimo, tan tierno, lloraron juntos mucho tiempo.
Salieron despacio y suavemente del cuarto, el pequeño aun dormia
Bajaron las escaleras y Lucía dijo a su madre.
Mamá puedes vijilar a Thomasito por un rato.
Por suesto hija, en la cosina hay café caliente y algo de comer.
Viejo vamos, dejemos que los muchachos hablen.
Hajaja... dijo el padre de Lucía y los dejaron solos.
Lucía le hizo señas a Manuel de pasar a la cosina y sirvió café.
Luego de un rato Lucía empezó a hablar.
Tenía dos meses de haber vuelto y empecé a sentirme mal.
Fui al medico y sorpresa. Thomas venía en camino.
Nadie lo sabe. Para el pueblo soy una zorra de ciudad que ni siquiera sabe quien fue el padre de su hijo.
Tu mamá lo adino. Y no se lo pude neguar. Ella y tu padre querían formar parte de su vida, verlo crecer, jugar con él.
Los hice prometer que no te dirían nada, sino desaparecería con el bebé. No los culpes.
Yo no quería, o podía interferir en tu matrimonio.
Siento mucho lo de Lorena de corazón te lo digo y como esta Vivianita.
Ella está bien. Gracias
Tengo un hijo.Tengo un hijo.Contigo. Lucia. Mi Lucía
La atrapa de la cintura, la acerca a él y no deja de besarla.
Sus mejillas, los ojos, la frente en sí besaba toda su cara una y otra vez. Hasta que sintió sus finos, suaves y tibios labios sobre los suyos.
Cuando se pudieron separar y hablar. Fue el turno de Manuel de hablar.
Hace casi un año cuando Lorena murió. Me sentí mal, devastado, sin rumbo, tan deprimido que renuncié al trabajo y me dediqué a Vivian.
Ahora entiendo el porque la insistencia de mamá en volver.
Ohhh Lucía me devuelves las ganas de vivir. Le has dado sentido a mi vida otra vez.
Y la besaba nuevamente sin poder dejar de hacerlo.
Mamá que haces!
Se escucha una vocesita entrar a la cosina.
Thomas mi amor, dice Lucía acercándose al pequeño.
Eso se llama un beso mi chiquitin, ven acá, te presentaré.
Mamuel el es tu hijo Thomas.
Thomas el es tu padre.
HOLA LECTORES.
LLEGAMOS AL FIN.
ESTO ES UNA HISTORIA DE AMOR.
NOS QUEDA EL EPÍLOGO.
NO DE TE LO PIERDAS.
DIME CUAL ES TU OPINION DE ESTOS TRES RELATOS.
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Editado: 04.06.2023