Luego de un tiempo a su lado todo fluía, era lindo nos queríamos mucho y nos hacíamos bien el uno al otro, pero claro en una escuela como aquella es complicado lograr que personas de cursos diferentes tengan una relación estable.
Siempre hubo quien quiso que nos separamos, pero el y yo sabíamos cómo luchar, me encantaba pasar tiempo a su lado ya llevábamos un año juntos cuando me tocó vivir uno de los peores momentos de mi vida, salí en estado, aún me duele la desición que tuve que tomar para hoy estar donde estoy y ser quien soy, era muy jóven solo estaba en el segundo año de la escuela, la inmadurez todavía formaba parte de nuestras vidas y además habían muchas metas y planes que cumplir. Un hijo nunca es una traba pero sin duda no era el mejor momento para eso. Aunque siendo honesta, me hubiese encantado ver un futuro alterno dónde forma vamos una familia y ese bebé hubiese nacido, pero bueno siempre no se puede tener lo que uno quiere, de lo que si estoy segura es que hubiese sido muy querido.
Paso el tiempo y nos recuperamos bastante bien de ese momento tan triste, creo que lo que nos ayudó a sanar fue el hecho de que nunca más hablamos de ese tema, no quedó en el olvido pero hablarlo era muy doloroso.
Ya estaba tercer año y el en segundo y por tradición en esa escuela hay un momento del curso en que los alumnos del segundo curso se van a otra provincia a trabajar en el campo y bueno ahí llegó el gran colapso, ese fue el momento dónde todo se jodió. Todavía me duele recordar el día antes de que el se fuera que celebramos su cumpleaños, que era al otro día, recuerdo que la pasamos en su casa con su familia y luego hicimos el amor, el me juró que no iba a estar con nadie más, que era solo mío y así se iba a mantener. Pero a veces las personas rompen sus promesas....
Creo que el enterarme que había estado con dos personas, no una, sino dos, fue y es la más grande desilusión que he sentido en mi vida, fue muy duro ir a verlo ya sabiendolo, llegar allí y sentir como se burlaban de mí, que el me lo confirmara solo empeoró las cosas, necesitaba sinceridad de su parte pero fue el momento en el que sentí mi corazón hacerce pedazos. Pero bueno dicen que el verdadero amor perdona, yo tomé la decisión de perdonarlo, de seguir adelante y no fue fácil. Siendo completamente sincera nunca verdaderamente lo hice, solo me hice creer que lo había logrado.
Luego de eso le dije somos tu y yo contra el mundo y me mantuve fuerte, muy fuerte. Con un dolor punsante pero fuerte. Claro que luego de eso llegaron rumores de que se veía con una compañera de aula de su hermano menor quien también estaba en la escuela. Sinceramente si lo creí pero nunca quise confirmarlo, no me sentía con las fuerzas suficientes para enfrentar también eso, solo hice lo mejor que pude para ignorarlo y ya.
Todas esas situaciones nos rompieron, y por cada situación difícil que pasábamos era más complicado estar juntos, pero aún así permanecimos juntos ya no sé si por amor o por costumbre pero ahí estábamos luchando y luchando. A veces pensaba que era más fácil si solo lo dejaba ir, no quería retenerlo, pero mi lado egoísta hacia de las suyas y seguía luchando por el ya era costumbre luchar. Pero el solo pensar que ya no formaría parte de mi vida, que estaríamos lejos, que ya no lo vería, que ya no me tocaría, que ya no me besaría ni me haría suya, esos pensamientos me quemaban por dentro y simplemente antes de que me inundaron prefería simplemente olvidar los y seguir luchando. Pero sin dudas en la guerra no todas las batallas se ganan.
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Editado: 11.11.2021