Finalmente le dí play al audio y acerqué el teléfono a mi oido, sintiendo a su vez como retumbaba acelerado mi corazón sin intensiones de serenarse provocando que incluso mi cuerpo temblase en consecuencia.
"Hola Boris ¿Está todo bien?" - su tono de voz se asemejaba a un susurro. Hizo una pausa antes de continuar suspirando al final - "Pensé que nos veríamos antes de salir de casa, que quizás podríamos hablar un poco sobre lo que pasó anoche, saber cómo te sentías luego de...ya sabes" - explicó lentamente en voz baja como si no quisiera ser escuchado por nadie - "Por mi parte, como te dije ayer, no me arrepiento de nada. Pero en fin, te mandé un audio porque me resultaba más fácil expresarme y decidí enviártelo ahora ya que supuse que estarías en receso, bueno no sé, espero que puedas oir esto pronto" - finalizó allí.
Cerré mis ojos un instante experimentando mil sensaciones al oír si suave voz junto a mi oido. Lo escuché dos veces más, absteniendo de no hacerlo una tercera vez. Y las ganas de llorar regresaron a mi con mayor fuerza. Me sentía tan confundido que no terminaba de creer en sus palabras.
Decía no estar arrepentido de nada, pero a su vez salía con alguien más. Una de dos: o yo, lógicamente, había malinterpretado todo o él era un maldito infiel que jugaba con los sentimientos de esa mujer y con los míos a la vez.
Finalmente volví a abrir mis ojos y guarde el móvil luego de bloquear la pantalla. Regrese a la mesa donde aún se encontraban mis amigos terminando de almorzar dejándome caer pesadamente en el mismo lugar de antes.
— ¿Era tu chico? — inquirió Sara apenas me había sentado. Al parecer ella había estado muy atenta a lo que hacía con el celular y de seguro notó las expresiones de mi rostro al oír aquel bendito mensaje de voz.
— Espera ¿Es tu novio o tu crush? — quiso saber Sigfrid
— ¡Qué no, nada de eso! — chillé — Solo era mi padrastro — repentinamente noté la mirada sospechosa de Maxi clavándose fuertemente en mí, pero aún así decidí ignorarla — Ya olvidense de ese asunto.
Acto seguido apoye mi mentón en la palma de mi mano al poner el codo sobre la mesa y suspiré cansado. Al principio algunos se miraron unos a otros para ver si continuarian interrogandome o si daban por terminada la conversación obedeciendo a mi pedido. Para mí suerte quedaron en no decir nada más y vaya que se los agradecí.
Entonces cuando deje de ser el centro de atención, aunque sea por unos momentos, quedé en silencio ésta vez yo observandolos a ellos. Sigfrid estaba recostado con sus auriculares en la mesa y no era de extrañar, él era así de cambiante. No le interesaban muchas cosas, pero las que captaban su interese lo obsecionaban.
Ivan se dedicaba a dibujar mientras hablaba algo con Sara quien lo escuchaba atentamente. Finalmente estaba Maxi quien discimuladamente me miraba de vez en cuando, pero enseguida desvíe la mirada fingiendo no darme cuenta. No quería hacer contacto visual con él porque sabía que me pondría nervioso. Suspiré.
Entonces sentado alli, sin hablar volví a sacar mi teléfono e ignorando los mensajes que me llegaron de vaya a saber quién, abrí Instagram. Me distraería un rato así, tanto de mis amigos como del audio que mi padrastro me envió. Tal vez cuando pueda estar a solas le responda algo, aunque sea un "todo bien, hablamos después" pero ahora mejor no enviarlo.
Además hacerle sufrir un poco a Nahuel con mi silencio no le iba a venir nada mal. Eso no es nada comparado a lo mucho que me hizo sufrir él al ocultarme que había estado pasando algo con esa mujer sin importar si era algo serio o no.