Epílogo

Habían pasado dos años desde que mi padrastro y Sergio se fueron de la ciudad. Durante ese tiempo apenas nos hemos comunicado. Supe que se casó con Sergio y que es felíz.

Sara se reconcilió con mi padrastro y acabó llendose a vivir con ellos. Ahora trabajaba en la sucursal de la empresa de ese lugar. Bien por ella. Hoy, luego de tanto tiempo no le guardo rencor alguno.

Sigfrid e Iván empezaron a salir juntos, recién supe que Iván era el amor verdadero de Sigfrid. Bien por ellos, y aunque ahora no les guardo rencor, no volví ni volveré a hablarles. Es mejor así.

En cuanto a mí ¿qué puedo decir? Hace un año y medio que estoy casado con Maxi, él lleva mi apellido es mío y soy muy feliz a su lado.

Ambos somos muy buenos amigos de Shinki. Los tres trabajamos en la empresa junto con Gastón. Los cuatro somos una verdadera familia.

No volví a juntarme con mis antigüos compañeros del secundario, debido a que Sigfrid los puso en mi contra. Él no me perdonaba haberle arrebatado el amor de Maxi ni haberle mentido con respecto a mi padrastro. Pero eso quedó en el pasado, al menos para mi amado esposo y para mí.

Para que nuestra felicidad sea completa necesitabamos un hijo, por lo que decidimos, tras habernos casado, alquilar un vientre y el padre sería yo.

Hacia dos meses que nuestro hijo había nacido, era igualito a mí. Eso enamoraba más aún a Maxi volviendolo un padre baboso. Por eso nuestra felicidad era completa. No tenía más deseos, simplemente porque se me cumplieron todos.

Si bien sabía que debía ver a mi padrastro Nahuel, lo cierto era que no quería hacerlo ya que era consciente de mi debilidad para con él. Sabía que ambos eramos muy felices con nuestros esposos y estabamos muy enamorados de ellos, pero no teniamos que vernos ni siquiera hablarnos o todo volveria a suceder.

Nuestro amor de amantes jamás desaparecería, solo que en la distancia podíamos guardarlo en un cofre en un rincón de nuestros corazones. Por nuestra paz mental así debía ser siempre.

Sin embargo Maxi mantenía contacto con mi padrastro mostrándole fotos y videos de su nieto. Aquello era lo mejor para todos. A su vez supe que Nahuel y su esposo andaban viajando por el mundo siendo felíz.

Me alegra saber que finalmente pudo amar libremente a Sergio y estar a su lado. Las cosas se solucionaron y solo resta vivir la vida con nuestros seres queridos disfrutando de éste gran amor. El resto lo dejo para mi mundo de ensueños.

FIN