Amor Infinito

MUERTE SÚBITA

—Victoria... ¡Despierta! 

—¿De nuevo tus pesadillas?

—Si.

—No sé qué voy hacer para que aun después de muerto Dai no siga entrometiéndose en nuestras vidas ¡Carajo!

—Tu sabias que es el amor de mi vida, tú sabías que lo seguía viendo a escondidas, aun así me trajiste presa, me mantienes en tu jaula de oro e hipocresía, ¿Solo muerta me vas a dejar en paz Benny? no sé cómo fui tan estúpida de enredarme de nuevo contigo.

—¡Cállate estúpida! Dai siempre fue un perdedor, no fue suficiente hombre para retenerte a su lado, se casó al fin de cuentas con la mujer que amaba y esa no eras tú.

—Te equivocas "Amor" fui yo quien le pidió se casara con Melanie, por el bienestar de su hijo, para que formara un hogar estable, y le dedicara tiempo a su hijo, NO fue porque él lo decidió, después de mi accidente comprendí el amor tan grande que se les tiene a los hijos. 

—Es tiempo que duermas Victoria.

—No, no de nuevo, por favor, no más pastillas, no quiero vivir sedada, drogada ¿Qué me estás dando Benny?

—Trágala, no me hagas inyectarte algo más fuerte.

—No por favor, basta ya, no sé dónde estamos ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que murió Dai? 

—Abre la boca Victoria.

 (Ella entre llanto abre su boca para mostrarle que ya había pasado la pastilla). 

—¿Hasta cuándo me dejarás en paz? No puedes retenerme por mucho tiempo aquí, sabes que algún día mi padre me encontrará, no moriré en tus brazos, te lo puedo jurar, no serás tú quien me robe mi último suspiro, mis ojos no te estarán viendo a ti.

Me siento tan cansada, sin fuerzas, mis párpados pesados, solo escucho el sonido del mar, del golpeteo de las olas,  eso me hace sentir más serenidad, no quiero dormir tanto tiempo, mis pesadillas regresan recordando mi pasado, el tormentoso, el más hermoso a veces.

INICIA MI PESADILLA: 

—Es mi hombre, no te vuelvas acercar a él "Puta" él ya estaba conmigo antes que contigo, yo soy la dueña de su amor, no me lo vas a robar, no te dejaré.

Me toma de los brazos y me avienta contra la pared, tan fuerte que puedo sentir el golpe en mi cabeza, en mi espalda y el sacudir de mi estómago... ¡MI BEBE!

No me defiendo de su ataque, porque al igual que yo... Está embarazada, pero ella se aprovecha y me golpea en la cara, me patea las piernas,  me golpea el vientre con todas sus fuerzas, ¡Suéltame! solo grito desesperada y la empujo casi sin fuerzas, por un dolor en mi vientre.

Veo llegar a Dai y la retira de mí.

—¿Cómo te atreves a tocarla? ¡Estás loca Melanie!  Pobre de ti si le pasa algo a mi hijo, te juro que te llevaré a la cárcel.

—¿Ai estas bien?

—No, me duele mi estómago. Mi respiración es agitada y mi dolor aumenta, siento piquetes alrededor del estómago, un ardor muy fuerte, llévame al hospital. 

Ella comienza a gritar "Me duele" Me duele" voy a perder a mi hijo Dai, llévame al hospital, yo la veo sufriendo también,  él pide una ambulancia y me sube a su auto. 

—Tranquila mi vida, no te pasará nada, menos a nuestro hijo, no llores, no te asustes, cálmate, todo estará bien.

Veo venir la ambulancia y correr él a decirles algo, regresa y arranca su auto para llevarme al hospital más cercano.

Me trasladan en silla de ruedas muy aprisa, para hacerme un ultrasonido urgente, él viene de mi mano, calmándome, alentándome, yo confío en sus palabras, nuestro hijo estará bien, tiene que estar bien.

Pero el ginecólogo nos dice lo contrario.

—Tengo malas noticias, no late el corazón del bebé, ella está perdiendo líquido amniótico, tengo que hacerle cesárea para extraer al bebé muerto, no puedo inducir el parto natural, porque está enredado con el cordón umbilical en el cuello del niño, lo siento de verdad.

Solté su mano y respondí...

—Está bien. 

Él dijo... 

—No puede ser verdad Doctor, no puede hacer nada, ¿No hay nada que lo pueda salvar? ¿No es un error y pueda estar vivo? por favor haga todo lo necesario, amo a mi hijo, lo quiero con sus padres.

 El Dr. solo mueve su cabeza diciendo.

 —NO.

—Voy a preparar el quirófano, ahora vendrá Susan, nuestra enfermera a preparará a usted señora.

Dai se acerca abrazarme, al tiempo que le digo:

—Vete de aquí, ve a cuidar a tu otro hijo, ya que no supiste cuidarlo a él, ni siquiera eso hiciste bien ¡Vete! No te quiero volver a ver, déjame sola.

Entra la enfermera y comenta: 

—Vaya, acaba de llegar otro caso como el suyo.

—No le pregunté enfermera,  hágame el favor de sacar a este señor de aquí,  por favor deje dicho en recepción que le prohíbo la entrada a mi habitación.

—No me hagas esto "Mi vida" sabes que "Te amo" Que los amo a los dos, no me alejes de ti, en este momento que más me necesitas, cuando más debemos estar unidos por nuestro bebé, no me voy a ir, aquí me voy a quedar contigo y con mi hijo.

—¡Veteeee!  ¡Veteeee! ¡Sáquelo! no lo quiero aquí.

El aparato conectado a mi dedo índice empieza a emitir un sonido fuerte como un silbato, mi corazón se aceleraba demasiado, sentía una opresión en el pecho, no alcanzo a respirar.

—Salga de aquí señor, le está haciendo daño a la señora, la puede perder también a ella, salga, yo lo mantendré informado.

Llega el Dr. Corriendo. 

—¿Qué sucede? 

Al tiempo que me conecta el tensiómetro al brazo izquierdo, mi presión baja considerablemente, mi ritmo cardiaco se eleva. 

—Colóquenle oxígeno, tiene insuficiencia respiratoria, no retiren el oxímetro prográmenlo cada 10 minutos. Y no permitan que nada la altere, llévenla al quirófano.

—Dr. La otra paciente embarazada, ya la atiende el Dr. Díaz, que usted se dedique a la Sra. Victoria, él se hace responsable de la otra paciente.

—Perfecto Susan, vamos a intervenir a la paciente en cuanto esté un poco más estable, solo podemos esperar unos minutos, no debe demorar más la cirugía.




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