Estúpido Error
El sonido del viento contra los árboles me hace estremecer, me acerco hasta donde se encuentra Mason y me siento a su lado. Este da un ligero brinquito al ver que aparezco a su lado. Al parecer no se ha percatado cuando he salido de la cabaña.
—¿Lista? —pregunta dedicándome una sonrisa cálida.
Asiento mirando el lago. El agua se ve bastante cristalina a pesar de ser un lugar abandonado. Mason se sumerge en este por completo y algunos segundos después sale a la superficie. Su cabello completamente mojado le da una apariencia jodidamente sensual «¡Mierda! Concéntrate Ginebra». Me extiende la mano invitándome a entrar, tomo su mano ligeramente dudosa y me adentro en el agua. Es cálida, por la ubicación me imaginaba que estaría fría.
—No me sueltes por favor —le pido asustada—. No quiero morir ahogada.
Mason me sujeta de la cintura manteniéndome junto a él. El contacto de su torso desnudo bajo el agua contra mi pecho me hace soltar un ligero gemido. Tensa su agarre a mi alrededor.
—Jamás te soltaría —susurra en mi oído—. Primero vamos a sumergirnos en el agua, ¿de acuerdo?
Asiento cerrando los ojos, temerosa.
—Cuando sientas un ligero apretón bajo el agua puedes abrir los ojos, ¿de acuerdo?
—Sí —respondo, sintiendo mi corazón latir a mil por hora.
Tomamos aire y nos sumergimos en el agua. Mason aprieta mi mano y abro los ojos. Este me sonríe mientras contiene la respiración y yo le sonrió de vuelta. El agua cristalina deja pasar los rayos del sol otorgándome una vista increíble. Debajo del agua Mason se ve incluso más sensual. Me abraza más a él y nos lleva hacia la superficie. Respiro de nuevo siento latir mi corazón a mil por hora. Eso ha sido increíble.
—¿Qué te pareció? —susurra en mi oído.
—Increíble —susurro en su oído.
Tensa su agarre a mi alrededor de nuevo, haciéndome soltar un ligero gemido por el roce de nuestros cuerpos. Se separa de mí haciendo que nuestros rostros queden a escasos centímetros. Me mira intensamente, sus ojos arden con los míos, su mirada transmite deseo, contengo la respiración.
—A la mierda —murmura y me besa.
Me besa desesperado tomándome por sorpresa. Sus labios son demandantes, firmes y encajan a la perfección con los míos. Le devuelvo el beso tratando de bajar la intensidad de este. Me aprieta más hacia él y suelto un ligero gemido. Mueve una de sus manos hacia mi nuca y me sujeta desesperado, pongo mis manos alrededor de su cuello. Este gruñe y empuja su pelvis hacia mí. A través del agua y de la ropa puedo sentir su erección «¡Madre santa!». Gimo una vez más es su boca. Me separo con lentitud ya que necesito respirar. Ambos respiramos agitados, lo miro a los ojos y en estos puedo notar un deseo incontrolable.
—A la mierda — murmuro abalanzándome sobre él.
Esta vez soy yo quien lo besa desesperada, vuelve a empujar su pelvis contra mí haciéndome soltar un gemido. Pone su mano de nuevo en mi nuca y esta vez nos sumerge en el agua. «¡Cristo bendito!». Ambos estamos flotando mientras nos besamos. Me aferro más a él y continúo besándolo. Es una sensación indescriptible, puedo sentir como mi pecho va a explotar y aun así me es imposible separarme de él. Varios segundos después regresamos a la superficie. Mantiene su frente contra la mía, ambos jadeando desesperados. El sonido de su celular en el muelle me regresa a la realidad. Me separo de él sin soltarme.
—Tu celular está sonando —digo agitada.
—Que siga sonando —murmura.
Nuestras respiraciones comienzan a regularse, Mason me besa con suavidad y se separa. Me mira como si estuviera pidiendo permiso para hacer su siguiente movimiento. Asiento con la cabeza, algo temerosa y sé que después de esto nada volverá a ser igual, o por lo menos no de mi parte.
—Sujétate bien —murmura.
Desliza sus manos a través del agua y baja la parte inferior de mi ropa, suelto un jadeo al sentir su mano rozar mi piel. Después hace lo mismo con su ropa liberando su erección, un escalofrío viaja a través de mi espalda al sentirla contra mí.
—Abrásame con tus piernas —susurra en mi oído.
Hago lo que me pide y siento como lentamente se adentra en mí.
—Ah —jadeo al sentirlo dentro de mí.
Nuestros cuerpos embonan a la perfección, como si nos complementáramos. Me empuja arriba y abajo sosteniéndome por las piernas. Repite esto una y otra vez. Me está volviendo loca, sus embestidas comienzas lentas, cómo si no creyera que esto es real. Conecta su mirada a la mía y aumenta el ritmo, embistiéndome cada vez más fuerte. La sensación de plenitud que me hace sentir es abrumadora.
—Joder Gin —gime.
Lo beso desespera, esta sensación es indescriptible. Nunca antes lo había hecho bajo el agua y debo decir que se siente increíble. Aumenta el ritmo de las embestidas y suelto un jadeo.
—Se siente tan bien estar dentro de ti —murmura separándose un poco.
Joder, no creo poder resistir por más tiempo y creo que Mason tampoco. Roza su nariz sobre mi cuello haciendo que una corriente eléctrica recorra mi cuerpo.
Editado: 21.10.2021