— Ah ah, No.
— Si lo haremos.
— Nop.
— SIP.
— ¡Qué No!!
— ¡¡Qué si!!
— NO!!
— SIIII!!!!!
— Me rindo, Mile tu ganas. —El taiwanés alzó sus manos en son de paz ante la niña de 15 años que sonrió victoriosa.
— Siempre triunfa el mal.
— No cuentes los granos cuando no has sembrado querida Mile. —La niña lo miró con una ceja alzada, ¿Esa era una amenaza? Porque fue de muy mal gusto.
Mile simplemente se giró para seguir cortando en cuadritos las zanahorias para su comida.
¿Qué porque peleaban en primer lugar? Bueno, pues resultaba que desde la mañana cuando Linlin se levantó comenzó a acomodar el pequeño jardinsito que tenían, con la ilusión de plantar algunas flores (Lvzhis) o quizá algo comestible (Como Papas) pero la gran hermana de su compañero de trabajo volvió a demostrarle que el mundo no estaba a su favor y compró semillas de rábanos que sembró en todo el jardín dejando solo un pequeño espacio para que Kuanlin sembrara una triste Lvzhis. El pleito no quedó ahí, pues en cuanto Woo se fue, ambos niños decidieron convertir la cocina en un terreno de batalla por el título del jardín.
Quien cocinara el mejor Kimchi se quedaría con el jardinsito y el perdedor lo ayudaría a regar cual esclavo trabajando de sol a sol. Por supuesto no faltaron los cortes, Lin estuvo a punto de perder toda una muñeca, mientras que Mile tenía vendado tres dedos de su mano izquierda. Un caos.
Kuanlin decidió parar por fin y dejar a un lado todos los ingredientes cuando sintió su celular vibrar. Sus ojos se crisparon al ver tal mensaje pero tampoco quiso responder, simplemente fue hacia el lavamanos se quitó el delantal Rosita y tomó asiento con desgano en el sofá del departamento.
— ¿Pasó algo? —Preguntó Mile desde la cocina encendiendo un fuego más en la estufa. El silencio fue la respuesta. —Estaba pensando y tal vez podemos dividir el jardín a la mitad, ¿Si entiendes? ¿E-qui-dad?
El mayor la miró mal. —Soy un mayor Mile, no me trates como a un niño.
— Estuviste a punto de quedarte sin mano ¿Planeas que no te cuide como un niño Lai Kuanlin?
— Joven Lai para tí. — infló el pecho mostrando su superioridad.
— Ni siquiera eres capaz de prender el agua caliente de la tina.
— ...
— Me pediste ayuda para abrir tu soda, No encontrabas tu traje de gala, ¡¡NI SIQUIERA ESTÁS MENTALMENTE PREPARADO PARA MATAR UNA CUCARACHA!
— No tenías que llegar al insulto... Has pasado la línea Mile.
— La verdad duele. —Kuanlin rodó los ojos pero siguió en su mood depresivo tirado en la sala observando la televisión apagada. Mile sonrió maliciosamente y fue por una almohada del sofa para lanzarsela a la cara. —¡Despierta Eduardo Lai!
Pero sus cálculos fallaron y accidetalmente la almohada dió contra la cabeza del alto Wooseok Jung. Ambos se pusieron de pie al ver el semblante confundido del alto que sujetaba la almohada.
— ¿Pasa algo? Pareciera que han visto un demonio.
Mile no supo contestar eso, técnicamente estaban viendo a el "demonio" pero este no parecía estar refunfuñando y haciéndo rabietas como normalmente. Ambos de inmediato supusieron que algo andaba mal.
— ¿Pasó algo? ¿Porqué tienes vendada la muñeca Kuanlin-ssi? — Tomó entre las suyas la mano de su compañero para inspeccionarla y averiguar que le había ocurrido. Pero su dupla simplemente apartó su mano rápidamente mirando en otra dirección con notoria incomodidad.
— E-esta bien, no es nada, solo me corté con un cuchillo. — Wooseok lo miró alarmante y volvió a tomar su brazo.
— ¿Estás diciendo que "no es nada"? ¡Te cortaste con un cuchillo! y ¿Eso no es nada? —Kuanlin rechistó y se alejó.
— Aiya, no es como si fuera la gran cosa, he sufrido peores cosas. —Susurró lo último.
— ¿Exactamente qué hacías con tu vida antes de conocerme? —Ups.
Mile rodó los ojos ante la actitud de sus mayores, se deslizó silenciosamente por la barra y fue a apagar la estufa dejando conversar a "los adultos".
Kuanlin se quedó en silencio mirando hacia el piso rellenado con locetas blancas y negras, esta conversación ya de por sí era muy incómoda para el como para agregar tal pregunta a la misma tornandola explosiva también.
"Gran pregunta Hyung, resulta que le hacía los mandados a un narcomenudista en Taiwán" ¡Claro! Brillante respuesta a esa pregunta, si es que no se comparaba con apretar el gatillo y comenzar la tercera guerra mundial.
— Tsk. —Chasqueó la lengua mientras una sonrisita aparecía en su rostro. —Da lo mismo, no necesito la lástima de nadie...
— ¿Quién habló de sentir lástima? ESTOY preocupado por ti Kuanlin-ssi, yo...
— Ash, ya te dije que no me gusta que me llames así.
— ¡Pues lo seguiré haciendo! — Wooseok había dado en el clavo, se trataba de algo serio, de lo contrario, su compañero no lo estaría evadiendo, debía ser algo preocupante para querer cambiar de conversación tan rápido. —Escucha. —Colocó sus manos en los hombros del chico. —Sea lo que sea lo enfrentaremos juntos, ¿Somos el Dúo WOOSEOK X KUANLIN ¿No es así? —El menor asintió. —Confía en mí, siempre estaré a tu lado.
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Editado: 21.03.2022