Capítulo 11 - Lágrimas

La siguiente mañana abrió de manera pesada sus ojos, sintió como estaban hinchados por el sueño que un no recuperaba del todo, pero luego de tratar de levantarse logró tocar algo diferente que estaba en su cama que al quitar la sábana vio que estaban una libreta de cuero junto con él estaba un sobre amarillento hasta que su acercó su mano para tocar también lo acompañó un sonido algo metálico lo cual provenía de su collar en forma de corazón color azul y al ver su mano encontró una llave la cual Blake se lo había entregado en ese mundo de ensueños. Grey entró de manera silenciosa a la habitación observó que Rui estaba mirando esos regalos que había recibido con un leve sonrojo en sus mejillas, pero sonriendo de manera cariñosa para sí misma y entendió al instante que estaba enamorada que lo acompañaba de una tristeza y soledad porque sabía que solo sería un recuerdo hermoso cuando quería que durara para un largo tiempo más. Aunque quisiera ver más esa escena tenía que interrumpir llamándola para que fuera a comer, pero su curiosidad le estaba matando al respecto sobre esas cosas que no estaban en la noche anterior cuando había ido a dormir la joven bruja.

- ¿qué pasa Rui? ¿de dónde sacaste eso? - le señalo los objetos sobre su cama y el collar

- nada, solo mis regalos de cumpleaños que me dio Blake -

- ¿tu cumpleaños? ¿y por qué no me lo dijiste? -

- realmente no lo considere de manera importante que ese dato -

Con eso le explico todo de lo cual no quiso saber más porque se imaginaba que era algo especial que quería mantener en secreto para ellos dos solamente. Todos comieron juntos el desayuno de manera alegre hasta que subió de nuevo a su habitación y acostarse en su cama como era su día libre debía de ponerse en marcha estar a la par de sus entregas de los pedidos pero miro esa libreta de cuero viejo le surgió el sentimiento o curiosidad de saber lo que contenía por lo que con ligeros roces en la tapa se dijo a si misma que solo unas cuantas páginas leería para que no le tomara mucho tiempo en realizar sus responsabilidades, lo que no sabría era que terminaría de la peor manera por esas palabras tan bellas al igual que crueles que sentiría apuñaladas o que se derrumbaría todo ese bello sentimiento que tenía en su interior. Lo abrió despacio para encontrarse con la primera página que contenía una caligrafía muy bonita junto con el nombre de su madre también el de su padre, paso la otra página con ligeros roces para luego ver un escrito algo pequeño.

Me hubiera gustado decirte, hija mía...

Eso era lo primero que decía lo cual sintió algo de peso en esas palabras por lo que con algo de nervios por lo que diría a continuación de esas páginas tan llenas de amor y crueldad que eran las circunstancias de su realidad, aunque no sabría del todo la verdad de lo que ocurría en su familia.

Me hubiera gustado verte crecer, eres el tesoro de mi vida...

Leyó todo lo que decía cada palabra mientras sentía raro su cuerpo y lograba experimentar esas emociones que no las había sentido en su vida porque eran más profundas de las que había experimentado anteriormente.

Eres la hija que siempre amaré y que siempre estoy esperando en verte en este lugar...

Otra vez sintió como si en su espalda le atravesará una cuchilla para matarla de manera lenta como si estuvieran cubierta de veneno para que recorriera en su cuerpo lentamente ese vacío y arrepentimiento que tenía en su interior desde hace tiempo que solo lograba crecer más con cada palabra que tenía en la hoja junto con recortes y fotografías de sus padres sonriendo.

Quisiera poder verte dar tus primeros pasos y escuchar tus primeras palabras...

Sintió de nuevo que al pasar la página sería lo peor que pudiera hacer en su vida como si fuera para atormentarla, pero aun asi sintió el deseo de seguir leyendo aquello que su amada madre le lograba expresar lo que en tantos años no pudo hacer a causa de la impotencia que causaba su cuerpo enfermo.

También el poder celebrar tu cumpleaños cada año, poder hacerte un pastel y darte un regalo cada uno de nosotros mientras sonríes...

Empezaron a desbordarse algunos recuerdos horrendos que invadía una gran soledad que quería reemplazar dentro de su mente por lo que decía en esa caligrafía hermosa mientras pasaban las páginas que contenían letras de versos tristes que transmitían ternura y cariño de una madre hacia su querida hija.

Poder enseñarte lo que sé, a cantarte por las noches y tenerte en mis brazos...

Sentía como el tiempo se le hacía lento tan lento que no sabía que estaba alterándose por lo que estaba escrito, no estaba comprendiendo lo que estaba sintiendo por ver esas palabras de caligrafía bellas llenas de amor tan pronto que transmitían amabilidad, pero era la primera vez que sentía como se le iba el aire por leer tan solo simples palabras de su madre.