A: B’eila Elisa de Amelio Figueroa/Duaca, Lara, Venezuela.
Una noche en que por tu ventana pasaba,
Me asomé y te vi triste,
Faltaba el brillo en tu mirada,
Me atreví a tocar y tú la ventana me abriste.
Quise saber que te pasaba
Mientras tu cabello acariciaba.
No fue necesario que hablaras,
Porque pude sentir en tu corazón,
La tristeza que guardaba
Y que te hacía falta una ilusión.
Quise aliviar tus penas,
Y tranquilizar tu corazón,
Susurre en tus oídos algunos poemas,
Y te cante una canción.
En mis brazos te arrullaba para hacerte dormir
Regreso el brillo de tu mirada y volviste a sonreír.
Cerraste tus ojos y empezaste a soñar
Te solté suavemente
Te di un beso en la frente
Y me tuve que marchar.
Sigue adelante chiquilla hermosa,
Y nunca te dejes vencer,
Tú eres más fuerte que todas las cosas,
Y nada ni nadie te podrán detener.
Y cuando te sientas triste,
Y tengas noches de desvelo
Pídele al viento que vuelvo
Y te tranquilizará el alma.
Cuando en la trama aparezca
El fantasma de la traición,
Pídele al viento que vuelva
Y te devolverá la ilusión.
Y si tu vida se llena
De tristeza y soledad,
Pídele al viento que vuelva,
Y te devolverá la felicidad.
Y si algún día sientes la necesidad
Simplemente de volver a verlo,
Pídele al viento que vuelva,
Ya sabrás donde encontrarlo.
Lunes 22 de Octubre del 2001 a las 2:00.