Vladimir.
Dos semanas, me mantuve lejos de María por dos largas semanas, y eso me jodía, pues no podía hacer lo que tenía planeado si ella no estaba de mi parte.
Luego de que Simon le rompiera la muñeca, Taehyung estuvo todo ese día dándome lata con mis responsabilidades reales.
- No te pueden ver correteando y peleando por una estúpida humana, Vladimir. Eres el futuro rey de los vampiros y debes comportarte como tal.
- No- lo contradije mirándolo con calma- mis deberes ya no existen y tú sabes bien el porqué.
Mi mejor amigo coreano chasqueo la lengua frustrado y suspiró.
- Ese no es el hecho Vladimir, el hecho es que...
- No me importa si me eligieron y sere coronado a mis 18, puedo hacer lo que me plazca- lo corté tajante.
Tae desde ese momento, me molestaba a cada segundo con su mirada de: "Cuidadito, te estoy vigilando", solo le faltaba convertirse en una babosa horrenda y sería idéntico a la de la película, así que para quitarme de encima su mirada, decidí alejarme.
Pero ya no podía más, necesitaba hablarle, y me sentía como un pervertido de bosque mirándola desde lejos, ya qué, María me resultaba atrayente, y no por su físico, que tampoco estaba mal a pesar de ser una chica gorda, era ese carácter de: hago y digo lo que pienso sin importar en lo más mínimo que estoy en un internado dónde soy la única humana. Esa chica en verdad es fuerte y decidida.
Quise hablarle ayer en el almuerzo, pero ella había salido gritándole a sus amigos (Y a Simon para mí total y completo placer) hecha una bola de furia, Goya decía que parecía un gnomo encabronado, Baltazar y Dallas rieron como tontos, menos mi kimchi por supuesto; yo solo emití una leve risita, pero no por el comentario "inteligente" de Christopher, si no porque Simon había quedado fuera de base mirando como estúpido la puerta.
Ahora, estaba firme de hablarle porque sí, pues aunque suene estúpido, supe desde el momento en que la ví que gracias a su sarcasmo, mal genio, malas palabras y actitud chocante, seríamos buenos amigos. Así que baje a tomar mi desayuno silbando de buen humor para mí, pues gracias al cielo era sábado, así que adiós uniforme, hola ropa de calle.
Desayuné y luego bebí mi dosis de sangre completa, luego subí a lavarme los colmillos con la incómoda ortodoncia y vestirme con unos blue jeans oscuros, botas negras, camisa negra de algodón y amarrada a mi cintura mi suéter color Borgoña. Peiné mi larga cabellera albina y me puse mi gorra plana Borgoña con la visera hacia atrás, algo de perfume y anti- transpirante y voliá, vampiro lindo y listo (que le dió flojera tomar una ducha y lo hará después).
Salí de mi casa, y justo cuando me dirigía a mi garage, un claxon sonó detrás de mí portón, ví la cabezota de Tae asomado desde la ventanilla de su Ferrari.
- ¡Buenos días, rubia!
¿Kim Taehyung de buen humor? Extraño...
Le hice señas a mi guardia personal para que abriera el portón y dejara entrar a mi kimchi favorito.
Cuándo estuvo adentro, me sonrió.
- ¿Listo para otra aburrida jornada estudiantil sabatina sin sentido?
- Sí capitán estoy listo.
Subí a su auto disimulando mi descontento, pues tenía planes de buscar a María primero que Simon.
Pero no importaba, aún me quedaban cinco horas de clase, más dos horas de descanso, así que en algún momento tendría que hablarle y poner en marcha mi plan: Hacerle la vida de cuadritos al Diatlov.
María
Después de todo lo que Thederson me había contado, era imposible para mí conciliar el sueño, así que sin esperar ninguna respuesta, tome mi teléfono y escribí un WhatsApp.
Simon.D.
¿Estás despierto?
✓✓
Sí cariño,¿pasa algo?
Después de saber todo lo de Ted, toda la verdad de lo que pasó con esos chicos humanos...no he podido dormir.
¡Ahora entiendo porqué me sobre protegía!
✓✓
Simon no respondió más, simplemente me dejó en visto y yo suspiré algo frustrada. Apague mi teléfono y me dí vuelta, tratando de conciliar el sueño. Y cuándo ya por fin lo estaba logrando, unas manos ajenas se abrazaron a mi cintura haciendo que me sobresaltara, pero de alguna manera, me tranquilice de inmediato al escuchar su respiración artificial en mi oído.
- Soy yo- susurró Simon.
- Lo sé.
- ¿Acaso me esperabas?
Me gire al verlo y él me sonreía con cariño, sus ojos refulgian con ese brillo verde digno de un depredador nocturno. Qué es precisamente lo que él era: Una criatura nocturna.
- No- respondí con honestidad- pensé que te habías quedado dormido, como me dejaste en visto.
No respondió, simplemente se quedó mirandome absorto, mientras acariciaba mi rostro con sus fríos dedos.
- Duerme- susurró de pronto- yo estaré aquí velando tus sueños, no te preocupes linda, solo duerme.
Parecía que me estaba hipnotizado o algo así, porqué de pronto sentí un sueño tremendo, no pude ni siquiera responderle, pues los párpados se me cerraban solos.
- Duerme- besó mi sien y me estrechó dulcemente en sus brazos, yo caí rendida en su pecho en un sueño inquieto.
...
El sol me molestaba en los ojos, hasta que derrotada los abrí, pero recordé de pronto que Simon estaba conmigo, así que asustada me levanté como borracha, corrí tambaleándome hasta la ventana donde cerré las cortinas de golpe.
- Gracias- habló Simon.
Lo comencé a buscar con la mirada y lo vi como un niño enfurruñado entre las sábanas echo un ovillo, esa escena me causo bastante gracia, así que no pude evitar reír.
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Editado: 23.09.2020