Mis ojos hechizados fueron, aquella noche cuando la vi por primera vez
Ella embelesada observaba en el mar como la luna en el azul se reflejaba, mientras gotas de agua salada derramaba
Aún recuerdo como sus largos y azabaches cabellos con la brisa danzaban
Y su esbelta y blanca figura con la fría y pálida luz de la luna se mimetizaban
Unos pequeños orbes negros bajo pobladas y finas pestañas de ocultaban
Sus belfos de un borgoña se pintaban y dentro de estos, un par de afilados colmillos se encontraban
Esos mismos que alguna vez rozaron mí piel con fervor en esas noches insaciables de amor
Hoy son los mismos por los cual siento dolor
Dolor punzante sobre mí garganta siendo desgarrada
Desgarrada así como mí alma rota a sido dejada
De la comisura de sus labios el líquido carmín derramaba, pero no me importaba...
Nuestro amor era algo prohibido
Humanos con seres de la noche no estaba permitido
Este es mí castigo, y aún agonizando sigo diciendo lo mismo... Te amaré eternamente, amor mío.