Amor prohibido

Capitulo 15

Nos separamos por falta de aire y me mira fijamente a los ojos y yo me ruborizo ante ese hecho.

- Se que esto ya te lo he dicho miles de veces aurora, pero me gustas y mucho, se esperar y te daré todo el tiempo que necesites.- No puedo evitar sonreír ante lo que escuche, se que con el estaré bien y me siento segura y se que me quiere y bien.

- Me gustas Arturo eso tu ya lo sabes, pero necesito y quiero que nos conozcamos mas. Y a todo esto ese precioso arreglo de flores lo mandaste tu ¿cierto? ¿Como sabias que esas son mis flores favoritas?.- Le pregunto y el tiene un brillo en los ojos.

- Tengo mis contactos Aurora, aun que no te des cuenta.- Dice guiñándome el ojo y abrazándome.

- No tengo la menor duda de que así es, no es por cortar este momento especial pero creo que deberíamos de empezar a trabajar jefe.- El me aprieta mas contra el y respira muy cerca de mi cuello. 

- No, no quiero.- Dice refunfuñando y escondiendo su cara en mi cuello y no puedo evitar reír.

- Ademas de que hoy vienes aun mas guapa y no quiero despegarme de ti ni un minuto.- Dice tomándome del mentón para besarme, este beso es mas intenso y urgente por ambos, nos volvemos a separar por falta de aire y me dice. - Te invito a comer para remediar lo que sucedió ayer ¿Que te parece?.-

- Me parece perfecto jefe digo jalándolo de la corbata para a traerlo hacia mi y besarle nuevamente, escuchamos que tocan a la puerta y nos separamos, me recompongo y respiro un par de veces mientras el se va hacia su escritorio y se sienta, y yo me dirijo hacia la puerta para abrirla. 

Cuando la abro me encuentro a una mujer de tez blanca, cabello rubio y los ojos azules como Arturo, al momento palidezco por el gran parecido con el y se que es su madre, la he visto en fotografias aqui en la oficina.

- Bu-en-os di-as ade-lan-te.- Tartamudeo haciéndome a un lado para que pase, ella me sonríe calidamente

- Buenos días.- Responde 

- Bueno yo los dejo, con permiso.- Digo pero Arturo me detiene.

 - Espera Aurora.- Me giro sobre mis talones y vuelvo a mi postura y trato de parecer profesional, no quiero que su madre se entere que entre nosotros dos esta por pasar algo.

- Dígame, señor.- Lo miro seria y el solo sonríe sin poderlo creer.

- Quiero presentarte a mi madre, Eugenia, madre ella es Aurora.- Se pone de pie y su madre me sonríe encantadoramente, yo por mi parte estoy que me muero sin saber que hacer. El no termina porque su madre de inmediato se acerca hacia mi. 

- Aurora, pero que gusto.- Me da un beso en la mejilla y me abraza fuertemente, acto seguido hago lo mismo encantada y Arturo solo nos observa sonriente. - Mi hijo ha hablado tanto de ti querida, que se que eres la indicada para el.- Me ruborizo al escucharla y Arturo se me adelanta.

- Mama, por favor no la agobies.- Yo sonrío.

- Para nada, a mi no me molesta en lo absoluto.-respondo con la sonrisa mas sincera que pude haber sacado en ese momento.

- ¡Ay Aurora! que guapa eres, mi hijo no perdió ningún detalle al describirte.- Me vuelvo a sonrojar ante semejante confesión.

- Mucho gusto, señora, encantada de haberla conocido. Yo los dejo, tengo que trabajar.- Digo dirigiéndome hacia ella y despidiéndome.

- El gusto es mio, espero podamos quedar algún día para ir a comer juntas.- Dice brindándome una sonrisa radiante.

- Por mi encantada, lo planeamos, ¿vale?

- Perfecto, querida.- Me vuelvo a despedir y salgo de la oficina dejandoles solos.

Me dispongo a revisar correos y admiro las flores que me mando Arturo, suspiro. Ellos aun siguen adentro y trato de concentrarme para contestar los correos pendientes, estoy tan centrada en ello que no me percate que la señora y mi jefe se estaban despidiendo.

Volteo hacia donde están ellos y la Señora Eugenia viene hacia mi, se despide efusiva mente haciéndole prometer antes que pronto iríamos a comer juntas. La acompaño hacia el elevador y de regreso veo a Arturo esperándome. - Hola de nuevo, Señor Saenz, ¿Lo puedo ayudar en algo?- Pregunto cordialmente ya que estamos a los ojos de todos. 

- Si, por favor ¿puede traerme el contrato del día de ayer? lo espero en mi oficina.- Yo asiento y me dirijo a mi escritorio para tomarlo. Voy hacia su oficina, donde no pido permiso solo entro y el esta distraído en el ordenador. Me dirijo a su lado y el me observa de pies a cabeza y es aquí donde sigo pensando que tal vez exagere un poco con mi atuendo.

Me toma de la muñeca y me jala hacia el para estar mas cerca y sin previo aviso me abraza.

- Me gusto mucho que conocieras a mi madre el día de hoy.- Me dice aspirando el aroma que desprende mi cuello y mis nervios se ponen de punta.

- A mi me encanto tu madre, te pareces mucho a ella, tienes los mismos ojos que ella ¿Sabias que me encantan tus ojos?.- Pregunto y el me ve fijamente , tal vez así sorprendiéndole por lo que dije.

- No sabia que mis ojos te gustaban.- Dice guiñándome el ojo picaramente. - ¿Nada mas te gustan mis ojos? .- Dice muy creído, y yo solo ruedo los ojos ante su comentario.



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En el texto hay: amor a primera vista, profesor, amor

Editado: 12.08.2020

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