Mustafa logra acercarse, Los anuncios y Te callas o te callo

Bali Bey fue el primero en despertarse pero en eso sintió una manta alrededor de el, así que sin saber como devolvérsela decidió mejor llevársela y bajo del balcon para llegar rápidamente a su habitación.

Lo que no sabia es Lya había abierto un poco el balcon pero no encontrarlo suspiro para después salir al mismo balcón-No voy a dejar que nadie me rompa el corazón-entonces recordó todo lo que vivió con el y jamas la había engañado-Puedo oír que tienen que decir-se dijo mientras que se metía para cambiarse de ropa pero antes pudo ver una carta que se deslizaba por debajo de su puerta.

Lya agarro la carta para después sentarse en la silla.

"Mi amada Raziye:

No espero la hora en la que podamos estar juntos, eres todo en lo que pienso cuando no me encuentro cerca de ti. No te preocupes con tu hermana no tengo nada, solamente es un juego para mi ya que no puedo tenerte entre mis brazos, cuando regresemos de la búsqueda de tu hermana, le pediré al sultán que nos casemos.

Te amo:

Tu amado Bali Bey"

El elección de Lya de oírlo se fue al caño cuando pudo ver reflejado en la carta el sello del hombre y mas lagrimas salían de su cara-¿Sultana?-se oyó la voz de su nana Atike Hatun

Lya sin pensarlo le abrió la puerta para después saltar a sus brazos-Sultana, Ohhh sultana cálmense-dijo mientras que acariciaba su cabello preocupada por ella. Ambas se metieron a la habitación para después dejarse caer en su cama-¿Que sucede, mi sultana?-pregunto ella mientras Lya se calmaba

-Me enamore, Atike pero me engañaron-susurro ella mientras que seguía en los brazos de su nana como cuando era una niña-Y era la primera vez desde ya sabes...-dijo haciendo entender a Atike pues desde que intentaron violar a Lya, ella la consoló en todo momento hasta que ella decidió volverse fría. 

-Mi sultana-dijo ella mientras la agarraba con ambas manos-Usted es fuerte, es la sultana de la vida y de la muerte-dijo ella recordando el apodo que el pueblo le había dado-No deje que nadie vea las debilidades usted es fuerte-dijo mientras se paraba y agarraba la ropa que Lya había sacado-Ahora demuestre por que tienen el apodo de Sultana roja-dijo sonriendole mientras que Lya agarraba su ropa y con ayuda de Atike logro cambiarse-Su padre la espera-dijo y ambas salieron de ahí

El sultán había reunido a todos su hijos y sus respectivas madres ante su presencia tenia un anuncio importante que hacer y necesitaba a su familia-Bueno hola-dijo al ver entrar a todos sus hijos pero faltaba alguien-¿Donde esta Lya?-pregunto a su amada pelirroja Hurrem quien negó pero en eso se abren las puertas dejándolos ver a sultana pirata-Hija mía, mi fénix-dijo el mientras besaba su beso en la frente.

-Padre-dijo ella mientras que de reojo veía a Raziye sonriendole de manera victoriosa, al separarse ambos decidieron tomar sus lugares, Mustafa junto a Mehmet dejaron un lugar entre ambos cosa que hizo que Lya sonriera.

-Anuncio el matrimonio entre mi hija Mihrimah Sultan-dijo hacia la joven quien sonreía-Con el Bey de Egipto Kasim-dijo mientras dejaba pasar al joven que se casaría con la hija menor del sultán

Mihrimah y el hombre solamente sonrieron mientras se abrazaban-Felicidades-dijeron todos los hermanos y los primeros en abrazarlos fueron los menores cuando llego el turno de los mayores le susurraron-Lastimas a Mihrimah y amanecerás en el exilio-dijeron los tres a la vez mientras asiente.

-El siguiente es de Raziye-dijo mientras sonreía a su hija-Antes llamen a Bali Bey-dijo el sultán hacia el guardia quien asiente mientras buscan al hombre quien llego minutos después a la habitacion

-¿Me llamo su majestad?-dijo ocultando sus ojos rojos

-Si mi hija Raziye, me dijo que quiere que te la entregue en matrimonio-dijo haciendo que Bali Bey abriera sus ojos mientras que Lya solamente desviaba su mirada y se mordía el labio

-Yo...yo no ser que...decir-tartamudeo por primera vez en años

-No te preocupes, piénsalo y me dices-dijo Suleiman sonriendo pero en el fondo sabia la respuesta-Pueden irse-dijo mientras todos salían de ahí, la primera fue Lya quien corría hacia los patios del palacio.