Hemit.
Odio los martes.
Se supone que debería odiar los lunes, pero saber que hoy veré el presumido rostro de 3B también me hace odiar este día de la semana.
— Te odio 3B —susurré mientras caminaba hacia la cocina.
«Mentira, no lo odias y deseas que te bese nuevamente», habló una voz y estaba segura que no fue mi conciencia y tampoco mi subconsciente porque esas dos partes de mí no me traicionarían de esa forma.
— No deseo que me bese nuevamente —dije.
— ¿Quién rayos te besó?
Levanté la mirada para darme cuenta de que Andy estaba en la cocina.
— ¿Qué haces aquí? —pregunté.
— No has respondido mi pregunta.
— Tuve un sueño extraño.
— ¿Soñaste que alguien te besaba?
— Eh… sí.
Mi hermano dio algunos pasos hacia mí y se acercó a mi rostro.
— Mentirosa, no te creo —expresó y giró para abrir la nevera y sacar una bebida enlatada.
— ¿Por qué le dices mentirosa a estrellita?
Giré y vi a Dany, miré tras él y comprobé que Harry estaba a su lado. El primero fue quien habló.
— Por nada —dije.
— Nuestra hermana recibió su primer beso.
— Me iré a duchar, debo ir a la agencia para la campaña publicitaria.
Intenté pasar por el lado de Dany y Harry, pero ellos se interpusieron.
— ¿De qué campaña publicitaria hablas? —preguntó Harry.
— ¿No me dejarán ir?
— No —dijeron los tres.
Bufé resignada
— Vamos a la sala.
Fuimos al lugar mencionado y nos sentamos.
— Muy bien trío de curiosos, ustedes deben saber que fui escogida junto a otros nueve estudiantes de la universidad para ser parte de una campaña publicitaria.
— ¿Campaña publicitaria? —preguntó Andy.
— Si una campaña para atraer a más estudiantes.
— ¿Y por qué te escogieron a ti? —preguntó Dany.
— ¿Desde cuándo premian la impuntualidad? —preguntó Harry.
Los tres sonrieron.
— La campaña será realizada por…
— ¿Por quién? —preguntó Andy.
— Olvidé el nombre.
— ¿Por quién estrellita? —preguntó Dany.
— Olvidé el nombre de la persona encargada.
— Mientes —comentó Harry.
— A propósito de mentiras, aún no has confesado quién fue la persona que te dio tu primer beso —dijo Andy.
— Ya te dije que fue un sueño —expresé y hui en dirección a mi cuarto.
Sabía que mis hermanos estarían merodeando, pero muy en el fondo esperaba que cuando saliera de mi habitación, ellos no estuvieran.
— Tardaste más de tres horas en tu habitación —comentó Andy.
— Hoy no fuimos a trabajar, los tres tenemos el día libre —explicó Dany.
— Iremos contigo —confirmó Harry, algo que ya veía venir.
No tuve más opción que aceptar la compañía de los trillizos.
Ellos me hicieron subir al automóvil de Andy y yo me sentí como una niña pequeña.
¿De verdad mis hermanos habían decidido acompañarme?
Estaba muy molesta. Yo no era una niña pequeña y así se los hice saber, pero ellos me ignoraron.
— Ya deja de refunfuñar, estrellita —comentó Andy.
Yo estaba sentada a su lado en la parte delantera. Los otros dos habían subido a la parte trasera.
— ¿Cuándo dejarán de tratarme como a una niña? —pregunté.
— Siempre vamos a cuidar de ti —expresó él.
Preferí no hablar nada más.
La dirección de la agencia de 3B no estaba tan alejada de mi casa. Andy solo tuvo que conducir durante diez minutos.
Bajamos del automóvil y caminamos hacia la entrada.
— Este lugar se me hace familiar —dijo Dany.
— Pues a mí no —expresé.
Los cuatros nos acercamos al guardia y después de decirle el motivo por el que yo estaba allí, nos dejó pasar.