Después del incidente con el chico me decidí a hablar con él pero la cosa era que mi cobardía no me dejaba acercarme ni cinco pasos a él.
-Anika si tu no vas a hablar con ese chico lo haré yo- me decía Julia con impaciencia.
-Julia por dios tranquila sabes como es Anika, además es ella quien tiene que hacerlo, nosotros sola mente seremos espectadores- defendiendome Jorge.
Con estas palabras sin darse cuenta mi amigo me dio el valor suficiente para ir y buscar a ese chico con ojos como joyas, pero el problema era que no sabía nada ni su nombre ni grupo.
Pero no tarde mucho en encontrar al chico o debería decir que el no tardó nada en encontrarme ya que yo me estaba debatiendo entre preguntarle a un prefecto o buscarlo por los salones cuando me topé con esos hermosos ojos verdes.
-¿Te perdiste de nuevo chiquilla?- mofandose de mí
-No de hecho te estaba buscando y no me llames chiquilla si bien que sabes mi nombre- le contesté irritada.
Vi en sus ojos que se sorprendió pir el desliz que había cometido el día anterior y eso me dio valor para seguir ha mando.
-¿Como es que sabes mi nombre o como sabías que estaba por aquí? ¿Dime que acaso me espías o algo?- le dije sin darle chance de hablar.
Bajo la mirada y después volteo para todos lados como asegurándose de que nadie nos escuchará y yo me irrite más porque éramos los únicos que había en el lugar.
-Mira yo se que quieres respuesta y te las voy a dar pero no es el momento de hacerlo- se quedó callado y me miraba cauteloso.
-Ahora me vas a decir que corro peligro ¿No? Pues mira mi vida era perfecta antes de que llegarás tú-
-Se que así era pero corrí el riesgo de perder mi trabajo y puesto por conocerte y proteger te- contesto casi en susurro.
Después se marchó sin mirar atrás dejando me con más preguntas que respuestas que no pude obtener ya que el chico no fue a la escuela durante un mes.