Amor Sobre Polvo de Ladrillo

Día Seis

II

 

Camino hacia la boletería a comprar un boleto de entrada para ver el partido de Gonzalo. Todos los espectadores me observan sorprendidos y lo he mencionado, es difícil ver a un jugador comprando una entrada cuando tiene la facilidad de acceder como un jugador con privilegios a entrar sin siquiera pagar un centavo. Cuando quedo frente a la persona que vende las mismas, no se sorprende al verme, justificando el silencio que es una de las tantas personas que se han enterado de la noticia. Cuando le pido un asiento cerca del equipo de Gonzalo Espósito, no me acepta el dinero... Me entrega un carnet con una cinta con el logo del tornero. Con una sonrisa incómoda le agradezco y me dirijo hacia la entrada de la cancha.

- ¡Te estábamos esperando!- Micaela me con un gran abrazo empujándome al lugar desocupado- No hace falta que te escondas ya que todo el mundo sabe la relación que tienes con mi hermano.- pasa su brazo sobre mis hombros.

Cuando quiero contestar, hacen sus apariciones los jugadores encaminándose hacia los lugares asignados. Verlo a Gonzalo tan concentrado y seguro de sí mismo es una de las actitudes que lo identifican. Nunca me cansaré de observar su trabajado cuerpo y como éstos se tensan al esforzarse en hacer girar las ruedas hacia el medio de la cancha. Mi pecho se hincha al notar una pequeña sonrisa de sus labios y su mirada clavada en mí sin fingir mirar otro lugar. Le contesto con un beso al aire... Ya no me ocultaré de los periodistas. Me sorprende que no hay asiento vacíos, hasta puedo decir que sobrepasa de espectadores y temo saber el porqué. Mentiría si dijera que ver muchas mujeres admirando a Gonzalo no me importara, siento que en cualquier momento pierdo la razón porque ellas buscan la atención de él pero sé que tiene ojos solo para mí.

- No les des importancia, mi hermano ni siquiera sabe que están para verlo a el.- la voz de Micaela me quita de mi ensoñación- Después de lo que has armado él piensa que aún es un ignorado de la sociedad.

- Ya no lo creo, ahora es un hombre que llama la atención a cualquier mujer.- de solo que sepan de su existencia solo por mi me enfurece- Cualquier mujer sueña con un hombre como él.

- Solo que mi amigo tiene ojos solo para ti.- interrumpe Mauro guiñándome un ojo finalizando con la conversación.

Cuando quiero acordarme, Gonzalo ha ganado el partido 6-1 y 6-2 en cincuenta minutos. A mi nunca me llevo poco tiempo en ganar o perder, él sin esfuerzo lo ha hecho y apenas con una gota de sudor en su frente. Estrecha su mano al jugador mientras el mismo le devuelve la mirada con complicidad para luego observar en mi dirección, exactamente hacia mí y no hago más que sonreír un poco avergonzada. Festejan el triunfo de Gonzalo como si fuesen de ellos, lo cual no sé como sentirme al respecto... La ignorancia de la sociedad ha sido reemplazado por algo que ni siquiera puedo describirlo en palabras. Cruzo miradas con Micaela y Ramiro que están igual que yo, no entienden como es que la nada las personas alientan a un total desconocido y el motivo es simple: yo fui quien los atrajo hasta aquí. Estar en todos los medios de comunicación acompañando a una tenista de renombre como lo soy trae más beneficios de lo que uno espera, pero Gonzalo es el menos indicado en buscar atención de cualquier persona.

Salto de mi asiento al sentir una mano tocar mi hombro, por instinto mis manos se transforman en puños girándome hacia el individuo que me ha asustado y el golpe queda a medio camino cuando me doy cuenta que es un de los encargados de la cancha. Sus ojos están fuera de órbita por lo que llevo una mano al pecho y debajo de ella los latidos acelerados se calman al respirar profundo. Aún con su rostro de espanto me dice que Gonzalo quiere que vaya al vestuario, asintiendo en respuesta. Mientras me acompaña hacia el lugar, me disculpo por lo ocurrido... O casi. Le tendrían que enseñar a no asustar a las personas que están sumergidas en sus pensamientos o se entretengan con lo que sea. Algún día se encontrarán en sus brazos con una persona que se infarte por su culpa. Si llegase a pasar eso en cualquier partido es un momento de preocupación para un jugador dejando a un lado la concentración. En más de una ocasión me ha pasado que mujeres de avanzada edad se desmayaran por las altas temperaturas y eso me daba miedo porque me podía pasar a mí.

-Hola cariño.- el aire queda atascado en mis pulmones al oírlo, me encanta como me llama y como suena de sus labios- Y bien, ¿No piensas felicitarme? Necesito un beso de felicitación...- parpadeo un par de veces volviendo a la realidad.

- Felicitaciones mi caballero de armaduras.- me acerco a el sentándome sobre sus piernas y me sonríe rodeando sus brazos en mi cintura- Te esmeraste mucho en ganarlo, ni siquiera lo dejaste jugar...

- En realidad fuiste tu.- me interrumpe y lo miro sin entender- Eres mi cabala, siento que contigo no tengo que hacer el esfuerzo de jugar... Eres el motivo de mis partidos ganados, sin ti no soy el mismo.- deja besos en mi frente, mejillas, la punta de mi nariz y en los labios.

Tiene que hacer conferencia a pedido de los periodistas... Eso me sorprende porque los únicos que tienen derechos son los que se dedican a cubrir cualquier tipo de deportes, pero no solo ellos son los que pidieron sino que también que periodistas de cualquier rubro han estado insistiendo en que demos la cara para que aclaremos esta situación. Los organizadores me han insistido en que saliera a dar mi versión y nos dejara trabajar sin que ellos interrumpan con sus arduos trabajos para que funcione sin problemas.



#45187 en Novela romántica
#12226 en Joven Adulto

En el texto hay: suenos, amor, discapacidad

Editado: 01.06.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.