Amanda.
- No puedo creer que me hayas convencido de usar este vestido Lily. Giro sobre mis tacones observando mi cuerpo en el espejo del baño, resalta mi figura, el pronunciado escote hace ver mi busto más grande.
- ¡Ay no te quejes que te ves preciosa! Aunque no tanto como yo. Una sonrisa enorme aparece en su rostro resaltando su labial rojo. - Además te lo regalé yo y tengo buenos gustos. Se concentra otra vez en terminar de aplicar el rimel en sus largas pestañas. Se ve radiante. Lleva un vestido rojo sin mangas, completamente pegado a su cuerpo resaltando todos sus atributos el cual deja poco a la imaginación, unos tacones negros muy altos, su cabello rubio cae en ondas sobre su espalda y el maquillaje es un poco recargado pero en ella no se ve mal.
- Gracias otra vez. Me termino de poner el labial vino que también me regalo Lily. Me repaso una vez más y no puedo creer que me guste el vestido. Es de color vino con mangas, su estilo es cruzado y es semi-ajustado, es corto, un poco más arriba de la mitad de mis muslos. Mis tacones negros no son tan altos como los Lil pero es mejor así. Lily me convenció de que ondulara mi cabello. Mi maquillaje es sencillo, lo que más resalta son mis labios.
Escucho el timbre y tomo mi móvil para ver la hora. Demonios. Max no deja de ser puntual. Salgo del baño y agarro mi cartera de mano plateada. Lily me sigue hasta la puerta de entrada. La abro lentamente y ahí está. Se ve jodidamente sexy en esos vaqueros negros, camisa blanca y americana gris claro. Casual pero elegante. Me lo como. El me repasa de arriba abajo con la mirada y veo la lujuria en sus ojos azules. Siento mi cara arder pero me controlo lo mejor posible porque Lily está detrás de mi.
- Hola pioja, estas hermosa. Dice bajito mientras me da un beso corto.
- Max, te presento a Lily mi mejor amiga. Lily él es Max mi novio. Ambos se estrechan la mano y veo el rostro de mi mejor amiga y conozco esa mirada, se lo está comiendo.
- Es un gusto Lily. Bueno señoritas es hora de irnos, Ethan nos espera en la discoteca. Me da un beso en la frente y sale del departamento.
- ¡Mandy! Dime que su hermano está tan bueno como él, ¡Por favor!. Tira de mi brazo a todos lados como si fuera un juguete.
- Mierda, me vas a sacar el brazo. La regaño mientras me suelto de su agarre. - Y como soy tu mejor amiga y te adoro, no te diré. Salgo casi corriendo para que no me intente golpear, la conozco y sé que es un poco impaciente.
Al ver a Max en las escaleras no le queda opción de quedarse callada y lo sigue mientras yo termino de cerrar la puerta. Nos montamos en silencio en el auto y Max no deja de mirarme mientras yo tengo una conversación con Lil.
En poco tiempo llegamos a una discoteca bien iluminada en la entrada y con una larga fila para entrar, Max se estaciona y bajamos del auto. Me dispongo a caminar al final de la fila cuando el toma mi mano y va directo a la entrada y saluda a los dos hombres fornidos de la entrada y así sin más no dejan pasar. El lugar es amplio y moderno, la música suena en todo el lugar y no puedo distiguir de donde exactamente proviene. No lo puedo creer, es tan grande que puedo localizar a medias 3 barras mientras avanzamos entre la gente, una a la izquierda, otra a la derecha y una al final del local, a la cual nos está diriguiendo Max. Esta es la que menos está concurrida y hay 3 taburetes solos junto a Ethan.
- ¡Cuñada! Cuando quieras dejar al viejo sabes que estoy disponible. Me regala un guiño mientras le doy un abrazo para saludarlo.
- Te cortaré las pelotas yo mismo hermanito. Los ojos de Max reflejan diversión y malicia al mismo tiempo. Ethan levanta las manos y musita un simple "Yo también te quiero viejo".
- Ethan te presento a Lily, la mejor chica del mundo. Este se gira y por primera vez nota la presencia de mi mejor amiga y pone su sonrisa baja bragas. Demonios. Estos dos seguro y terminan en algo esta noche.
- Mucho gusto Ethan. Lily mueve sus pestañas de forma sensual y conozco perfectamente esa mirada y esa sonrisa pícara. Le gusta y va a intentar acostarse con él. Sabía que le gustaría por eso no le dije nada cuando me preguntó por él y debo admitir que se ve guapo. Lleva un vaquero azul marino, una camisa gris claro y una americana del mismo color del vaquero.
- ¿Quieren algo de tomar?. Pregunta Ethan. Todos le decimos que sí y él pide nuestras bebidas al chico detrás de la barra. Yo pedí un mojito.
Siento la mano de Max en mi espalda baja el calor que me brinda me gusta. Lily se sienta junto a Ethan, yo a su lado y Max está a mi izquierda. Como al parecer este par tienen las mismas intenciones se ponen a hablar entre ellos y no nos prestan atención y lo agradezco. Justo hoy creo que Max pensó en que sería una buena idea tocarme y me está matando su dulce tacto en mi rodilla.
Llegan nuestras bebidas y doy un gran traco a mi mojito para armarme de valor para invitar a Max a bailar.
- No tomes tan de prisa. Max tiene esa mirada protectora en sus ojos y se me derrite el corazón.
- Vamos bizcocho, tengo ganas de sacudir mi cuerpo hasta el cansancio. Me pongo de pie y veo a Lily seguir mi acción.
- Nena yo también quiero.
Y sin más los chicos se levantan de sus asientos y nos encaminamos la pista de baile. Justo en eso cambian la música electronica por un merengue, ahora esto se puso mejor. Lily y yo compartimos una mirada complice, somos buenas bailando merengue y espero que nuestros acompañantes den la talla.