Una casa. Una familia que alimentar y cuidar. Compuesta de tres personas a lo cuál para uno no era tan difícil de mantener, la economía del país crecía enormemente y había reducido la tasa de desempleo. Se podía vivir una buena vida y plena, aunque nuestro gobernador estaba a favor del terrorismo, no nos podíamos quejar de nuestras condiciones de vida o laborales.
La probabilidad de vida en libia nunca había crecido tanto, hay que admitir que no todo era perfecto ya que habia aún se encontraba presente la delincuencia, pero esos no eran conflictos tan graves cómo para preocuparse demasiado.
Nuestra situación no podía mejorar más, todavía recuerdo cuándo mi padre llegaba a casa de trabajo con regalos para mamá y para mí, tambien que a pesar de estar agotado y agobiado, siempre llegaba a casa con una sonrisa junto con una alegria notable. En mi memoria sigue presente él, jamás se irá de allí, haberlo perdido me impacto de tal manera que aún sigo negando que él se fue de este mundo. Pienso que algún día lo volveré a ver, aunque sé que es imposible eso pero prefiero sumergirme en mi mundo de fantasía en dónde revivo esos días tan hermosos y especiales. Un lugar perfecto y único, en el que puedo ver a mi familia unida y no cadáveres de personas inocentes esparcidos en el suelo.
Ya paso tiempo desde aquel tiempo pacífico y tranquilo en mi país, pero sigo sin poder creer que en tan solo un día todo se descontrolo, familia enteras desaparecieron o se separaron. Y a partir de ese momento todo cambió, la vida que llevábamos no fue la misma.
Una casa, una familia que alimentar y cuidar. Compuesta por tres personas a lo cuál uno pensaría que sería fácil, pero la falta de alimentos y provisiones generar un gran pánico en la gente. La hambruna nos ataca, logrando que numerosas familias mueran por hambre y deshidratación. Aumenta el desempleo y suben los precios descontroladamente.
Todo esto logró alterar al pueblo, y los ciudadanos, enojados por la situación que no parecía mejorar, crearon huelgas y manifestaciones intensas para que su voz sea oída.
Cientos de inocentes murieron en manos del ejército egipcio, tanto a humanos como animales les dieron caza sin piedad. Se divertían con nosotros a su antojo, nos trataban como si no fuéramos nada.
Esto comenzó a principios de febrero, para ese momento estábamos bien y no había conflicto entre ambos países. Los dirigentes de las dos naciones de habían reunido para conversar sobre su relación, pero hubo un desacuerdo y entraron en discusión. Según por lo que nos contaron, egipto necesitaba ayuda financiera y le solicito a nuestro gobernante una gran suma de dinero a cambio de un refuerzo militar de parte de egipto, debido a que ellos cuentan con el ejército más fuerte de África. Sellaron el trato y acordaron el día en el que la ayuda monetaria y militar llegaría. Mas dicen que nosotros le dimos el dinero que ellos pidieron para mejorar su problema económico, pero que ellos mandaron la mitad del ejército que acordaron y que se negaron a darnos más.
Después de un tiempo, el 21 de julio exactamente, los egipcios comenzaron un ataque nocturno en la frontera, cerca de Al Jaghbub. Fueron un par de bombardeos al principio, solo fueron 557 heridos por eso. Pero con el tiempo se volvieron más intensos y comenzaron a llegar tanques de guerra y miles de soldados de parte de nuestro país vecino, claro que nosotros respondimos de la misma manera, pero esa solo para protegernos. Los soldados egipcios que habían sido enviados, fueron asesinados y sus cuerpos fueron colocados en los campos de batalla para amenazar a nuestros enemigos de que retiraran a sus tropas o morirían. Pero en lugar de detenerlos, ese acto solo causo que atacarán con más frecuencia, a veces atacaban tres veces en un día. No tenían compasión por nadie, a ellos no les importaba si su víctima era un niño o una mujer, los asesinaban y dejaban su cuerpo en el suelo, pero antes les escribían con una daga en su piel "Viva Egipto". Una clara demostración de lo crueles que podían llegar a ser.
Pero eso no significa que nuestros soldados fueran buenos, también comenzaron a matar a mujeres y niños sin importar nada, eso era para que supieran que no eramos débiles. Pero nuestros ejército también tenia su marca distintiva, consistía en decapitar a los bebés, marcarlos la cabeza con una cruz y clavarlos en una estaca y dejarlos en territorio egipcio . Para que supieran quién manda.
Yo odiaba todo eso, no importa que los egipcios hayan empezado esto, quienes morían eran las pobres personas y ver la crueldad de ambos bandos era horrible. Pensar en las madres que encontraron la cabeza de sus hijos con esa marca, y de esa manera era realmente devastador y quién es madre entenderá ese sentimiento por la pérdida de un hijo.
Miles de almas se están perdiendo en esta fría guerra, en donde dominan el dolor y la inhumanidad.
Recuerdo el día en el que todo comenzó, ese día mi madre y yo estábamos almorzando y escuchando las noticias, informaban que una parte de nuestro territorio había sido bombardeado por Egipto. Algo que nos pareció raro al principio ya que nuestro país tenía una muy buena relación con el otro. Pero al cabo de unos días, los ataques se fueron extendiendo por toda la frontera hasta llegar hacia nosotros.
Comenzaron a atacar parte de nuestra ciudad, pero las tropas llegaron justo a tiempo para ayudarnos.
"La rutina de siempre, algo a lo que me acostumbre y espero dejar de hacerlo. Mi madre estaba trabajando y yo estaba en la escuela. Pero la hora escolar se vio interrumpida debido a un sonido de alarma fuerte, eso nos indicó que algo malo estaba pasando. Salimos de la institución y veíamos a los militares quienes pasaban con rapidez, algunos nos gritaban y decían que nos escondieramos. Nos dejaron irnos, ni siquiera nos molestamos en tomar nuestras cosas, lo único que importaba en ese momento era sobrevivir.