Había pasado una semana desde que Calynn había escuchado a Lily y a Sev hablar. Desde aquel día Lily se comportó diferente con Calynn y Thana, como si Lily viera cada movimiento que realizaban y aunque, sí les hablaba, casi siempre se hacía un incómodo silencio.
-Hola Lily -dijo Calynn
-Ah... Hola -saludó Lily tratando de salir de la conversación
-¿Podría hablarte un momento? -dijo Calynn
-Lo siento, pero quedé con Sev, nos vemos. -mencionó Lily mientras salía corriendo.
Calynn se quedó viendo cómo se alejaba su amiga. En ese momento se dio cuenta de que ambos se reunían todos los días en el mismo lugar y a la misma hora. Calynn vendría mañana a escuchar su conversación y averiguar los secretos que guardaban.
Al día siguiente Calynn se vistió y fue a casa de Thana para contarle lo que haría esa noche. Su amiga quería acompañarla, pero no se lo permitió porque no querían que descubrieran a ambas.
A las ocho en punto Calynn salió de la casa y se escondió entre los arbustos para poder escuchar lo que decían.
-¿Y cómo sabes a qué casa perteneces? -preguntó Lily con curiosidad.
-El sombrero seleccionador te lo dice. -dijo Sev como si eso fuera normal.
-Severus..., ¿por qué nos dejan hacer magia antes de recibir la carta?
Calynn pensó que había escuchado mal hasta que Severus lo repitió.
-Nos dejan ocupar la magia porque no la podemos controlar, así te puedes dar cuenta quién es muggle -dijo Sev.
Calynn no entendía nada de lo que decían.
-Calynn y Thana son muggles ¿cierto? -preguntó Lily no muy segura.
-No estoy seguro, sólo sé que son un par de tontas que se toman todo muy sentimental. -dijo Severus un poco ruborizado.
Lily iba a contestar, pero de repente la tierra donde estaba Severus sentado se hizo tan líquida que Sev empezó a hundirse y Lily, horrorizada ayudaba a Severus a salir de la tierra. Cuando lo logró, ambos voltearon a ver una sombra en frente de ellos, y lo único que Severus pudo exclamar fue
-Definitivamente no es ninguna muggle.
Editado: 18.01.2019