Un día de acontecimientos, una noche de sentimientos rebeldes, tres corazones en busca de la felicidad. Un solo camino.
Estos tres chicos se han encontrado en una encrucijada, en el amplio y complicado camino de la vida, donde cada uno deberá optar por un camino diferente sin lastimar al otro.
♥Ly deberá, elegir entre la amistad de Emily o el Amor de su novio.
♥Sebastián, entre ser feliz con su primer amor o seguir adelante con su actual novia.
♥Y Emi, luchar por Sebastián o mantener la amistad con su nueva amiga
Estas serían las opciones más cotidianas, pero, ¿qué pasaría si el destino toma otro rumbo? si lo que tienen que elegir no está en sus manos. No puedo decir que pasará en esta historia, pero lo que sí puedo asegurar que la vida es sorprendente, dura y amarga, pero también dulce y divertida.
Sin más que decir, veamos que sucede...
Era la mañana del día martes. Emily, estaba arreglándose para su primer día de clases que había sido interrumpido por el terrible accidente mientras que Linda estaba en la otra habitación haciendo lo mismo, ambas chicas habían dormido separadas una de la otra tras el intenso momento de sinceridad que surgió la noche anterior. Todo transcurría como de costumbre, con una tranquilidad poco confiable, siempre he escuchado la frase que dice "después de la tormenta viene la calma" y eso está predicho, pero después de la calma ¿No podría acaso venir otra tormenta? La vida es impredecible, el simple hecho de que nos pertenezca no nos garantiza que podamos controlarla, es así como surgen cosas maravillosas y desastrosas.
Emily y Ly se encontraron en el pasillo de una forma brusca cuando se disponían a bajar sin desear ver el rostro de la otra —Pero como les dije hace un par de líneas atrás, la vida es incontrolable—. Se miraron fijamente y cuando el silencio comenzaba a ser eterno e incómodo para ambas, Emily rompió el silencio.
—¿Cómo estás?
No hubo respuesta.
—¿Dormiste bien?
Otro silencio.
—¿Puedes perdonarme?
Ly no respondió acabando con la poca paciencia de Emily.
—Escúchame entiendo que estés molesta, no puedo odiarte por eso. Pero, he hecho lo que querías, fui sincera contigo. Fue algo inesperado, no quiero quitarte a Sebastián, ¡rayos! Solo quiero por una maldita vez ser feliz aquí y volver a sentirme como cuando estaba con mi madre, ¿es mucho pedir? Si no quieres que te hable, bien, o si quieres que no le hable a Sebastián, lo entiendo. Pero no me odies, no me odies por querer encajar en un lugar, en el que por fin me siento segura.
Emily no se había sentido más ignorada en la vida. Al ver que Linda seguía sin responder, soltó un grito de exasperación y decidió que lo mejor era esperar a que ella la buscara. No estaba dispuesta a arruinar su día, solo porque su amiga no era capaz de solucionar sus conflictos internos.
—Yo no te odio— dijo Linda al ver como Emily se marchaba—. Te dije que no te juzgaría— le grito y Emily volteo a verla.
—Linda…
—No. Ahora tu cállate y escúchame.
Emily asintió y abrió la puerta de su habitación haciéndole seña para que entrara, lo menos que quería era que sus nuevos padres las escucharan, ya tenían suficientes problemas con lo que había pasado.
Cuando ambas estaban adentro, Emily cerró la puerta y la enfrento —Te escucho.
—No voy a juzgarlos, dije que no lo haría y cumplo mis promesas. Anoche lo pensé, y ninguno de los dos tuvieron la culpa de que los separan y que jugaran con ustedes, además tú no tenías muchas opciones encerrada en ese lugar. Es solo que me dolió, porque ahora no son ustedes dos contra el mundo, sino que también estoy yo y me duele, porque lo amo demasiado y el simple hecho de perderlo me vuelve loca. Sé que él te quiere…
—¡Que me quiere! —dijo Emily riendo—¿Cómo puedes saberlo? ¡Es ridículo!
—Él te besó.
—Eso no significa nada.
—Claro que sí.
—A ver ¿Por qué lo crees?
—Nadie besa a otra persona sin sentir nada por ella.
Emily alzo una ceja divertida.
Emily es en serio ¿Podrías ser más madura por una vez en tu vida?
—Ly— dijo negando con la cabeza —, Tu inocencia no conoce límites. Un beso no significa nada. Y menos ahora, eso solo fue una cuenta pendiente sin resolver.
¿Sabes por qué? ¡Porque él te quiere!
—Eso no es cierto. Solo lo dices para hacerme sentir mejor.
—Él te quiere— repitió Emily con énfasis — Y te voy a explicar por qué lo sé.
—Nada de lo que digas me va a convencer.
—Estas semanas el trato alejarme de ti a toda costa, incluso me soborno. Yo no accedí, por supuesto, pero como escuchas hay cosas que tu mente de niña no es capaz de ver. Pensó que era mala compañía para ti y no quería que salieras lastimada ¿Sabes cómo se le llama a eso?
—Paranoia.
—Muy acertada— sonrió ante aquella palabra — Pero esa no es la palabra correcta. La palabra que busco es… Amor.
—Emily…
—Escúchame, si él no te quisiera ni siquiera le hubiese importado que su amor de la infancia quisiera molestar a su actual novia. Él te protege, y las personas solo protegen a los que quieren de verdad, ¿o al menos eso es lo que he escuchado? — se encogió de hombros con indiferencia.
—¡Pero te beso! —. chillo
Que parte de NO-SIGNIFICO-NADA ¿No entendiste?
—Me estás mintiendo.
—No lo hago.
Ahora Linda arqueo una ceja.
—¡Cónchale!Para que me creas te diré lo que sentí para que sigas lastimándote.
—Tú no decides que me lastima, así que dímelo ahora mismo.
—Removió sentimientos en mí que creí que habían desaparecido ¿Contenta?
—Lo sabía—. Soltó una lágrima.
— No quise decir eso, es decir, si sentí algo por él, pero no los debíamos, era algo que pasaría tarde o temprano. Eso no quiere decir que vaya a dejarte Linda White. Él está contigo ahora y ni el beso más profundo puede cambiarlo ¿Entiendes?
Asintió limpiándose las mejillas.
—Joder Ly no llores. ¿Ves? Ahora te he lastimado, no puedo rodearme de alguien sin que salga lastimado.
—No me has lastimado, solo me estás ayudando a ver las cosas como realmente son. Agradezco tu sinceridad, eres mi mejor amiga y las mejores amigas siempre se dicen las verdades, aunque duelan…
Linda, no creo que sea prudente que sigamos siendo amigas. Siempre te vas a sentir amenazada por mi presencia. Y no quiero eso, sol deseo que tú y Sebastián sean felices. Y me temo que seré un obstáculo para eso.
—Tú eres mi amiga, te quiero. No pienso dejarte ir. Eres transparente y sé que nunca harás algo para lastimarme. Emily eres importante para mí, así que vas a tener que soportarme por mucho tiempo. En cuanto a Sebastián… va a tener que darme algunas explicaciones. Si va a seguir conmigo debo estar segura de que me quiere, porque si no es así—. Pensó un momento y luego miro hacia Emily— Quiero que me prometas, que no te sentirás culpable si él te elige a ti…
Emily guardó silencio ante aquella petición. En el fondo no podía creer que la estaba escuchando. Si ella fuera una chica corriente, no hubiese dudado en cumplirla. Sin embargo, ella no era cualquier chica. Así que decidió dejar lo que sentía por lo que creía que era correcto. Así implicara su autodestrucción.
—No se trata de elegir a quien quiero más o a quien quiero menos, porque no somos una mercancía que hay evaluar para ver cuál es la mejor. Somos dos mujeres y valemos mucho. Porque no se trata de quien llego primero a su vida, si no de quien llego y nunca se fue. Eso es lo que verdaderamente importa. Y en ese aspecto tú me llevas una morena.