Amores, Guerras y Traiciones. Serie Pasionales #1

Introducción.

Mapa de la isla de Gyren

         Sobre las costas orientales del atlántico norte, al oeste de España (justo a la altura de donde limita con Portugal), se encuentra una gran isla (con idénticas proporciones a la británica), dividida en muchas pequeñas provincias que conforman el reino de Gyren.

 El país de Gyren tiene larga historia.

 No los aburriremos, queridos lectores, con cómo comenzó a ser poblada la isla allá por el neolítico, porque ese no es el punto del relato.

 Se preguntarán ¿Cuál es el punto del relato, entonces? Pues bien, el punto es contarles cómo esta isla pasó de ser poblada por muchos reinos a solo uno.

 Pero, para eso, nos remontaremos un poco más hacia el pasado.

 Como tantos países europeos, Gyren sufrió constantes invasiones.

 Primero fueron los celtiberos, provenientes de España, quienes tuvieron sus colonias en la isla. Luego fueron los fenicios y griegos. A ellos les siguieron en el siglo V a. C. (un siglo después de invadir España), los cartagineses. En cuarto lugar, llegaron los romanos, quienes impusieron (al igual que en la península ibérica) su lengua y legislación.

 Para los romanos, Gyren era otra provincia más a la que anexaron a España, por lo cual tuvo los mismos avances que ésta dentro del imperio para con la cultura y la religión.

 Al caer el imperio, Gyren se separó de España y evitó, no sin sufrir penas y grandes matanzas, que los bárbaros invadieran la isla.

 Pero no pudieron evitar la dominación visigoda por tres siglos.

 Al igual que sus vecinos ibéricos, Gyren fusionó las legislaciones visigodas e hispanorromanas.

 Tuvo una breve invasión árabe luego de que ellos conquistaran España, pero rápidamente, los que luego fueron distintos reinos, los expulsaron.

 Allí, una vez expulsados los árabes, comenzó lo que mucho tiempo después se conocería como la leyenda de los hermanos Gyren.

 La leyenda cuenta que los ocho comandantes del ejército que expulsó a los árabes, hicieron un pacto en el cual, para mantener la paz (y al no tener gobernante) ellos adquirirían una porción de la isla y la reinarían.

 A la muerte de cada hermano Gyren le siguieron grandes y terribles guerras en cada uno de los reinos, ya que todos tuvieron muchos hijos.

 Y la historia se repetiría por algunos siglos, separando la isla en cada vez más reinos.

 Hasta que Fernando, rey de Abraluona, reino al sur de la isla, tuvo solo un hijo.

 Fernando no era ya de apellido Gyren, pero el anterior rey lo había casado con Gabriela, su única hija mujer y él había ganado la guerra que los hermanos de su mujer habían desatado tras la muerte de su padre.

 Cuando su hijo, Victoriano, tuvo la edad suficiente, Fernando hizo trato con Felipe, rey de Badalocia (reino del norte), quien al morir no dejaría heredero por solo haber tenido una hija mujer.

 En el año 697, ambos príncipes contrajeron matrimonio y, en el año 700, tras la muerte de Felipe, Fernando cedió el trono a su hijo, nombrándolo (con aprobación papal) gobernante supremo del reino de Gyren.

 Esto provocó revueltas en los reinos que no habían participado del pacto, lo que llevó a una nueva guerra que Victoriano denominó “de Reconquista” y los otros reinos, “libertaria”.

 La guerra se prolongó muchos siglos más, con la caída de rey tras rey y la anexión de las provincias al naciente reino.

 Mientras tanto, los reyes que le siguieron a Victoriano comenzaron con una tradición en la familia real que fue enviar a sus hijos a la guerra en cuanto tuvieran la suficiente edad para empuñar un arma y casar a las hijas con los hijos de los nobles de las provincias derrotadas.

 Por otro lado, una vez que volvían de cumplir servicio en la guerra, los príncipes (sobre todo el heredero) debían contraer nupcias inmediatamente para garantizar la descendencia.

 Así fue como el rey Francisco casó a su hijo Jankin con la hija de uno de los duques de Cosdiba, provincia al norte de Abraluona, la que ahora era la capital del reino.

 Pero el matrimonio de Jankin con Catalina (así se llamaba) no sería lo que habían sido los anteriores matrimonios reales, aunque de la consumación saliera Guillermo, el heredero y quien es nuestro héroe.

 Y así es como llegamos al relato que leeremos a continuación…




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