ASPEN FINNEGAN.
El viaje escolar con mis compañeros.
Siempre me gustó.
El aire fresco del bosque.
Es hermoso.
Ahora Rylee me mandó a buscar unas ramas para hacer la fogata.
Me alejo unos metros de la carpa donde se encuentra Ry.
Junto todas las ramas que veo.
Estaba por regresar cuando me encuentro con el imbécil de Matt.
Un chico de mi curso que es un verdadero mujeriego.
— Hola hermosa.
— ¿Qué querés Matt?
Se acerca a mi acorralándome contra un árbol.
— Me enteré que ya no estás más con Harry.
Ay no.
— ¿Y?
— Debes estar muy mal, y yo puedo ayudarte en eso.
— Pues te informo que me gusta alguien más, así que con tu permiso.
Trate de salir de su agarre pero volvió a frenarme con un el brazo.
— Así ¿Y quién es?
— Eso no te importa.
— Si no me decís es por qué es mentira.
No me dejó responder.
Cuando me di cuenta su boca ya estaba sobre la mía.
Lo aleje de mi y lo golpe en la mejilla con la mano abierta.
— La próxima vez va más abajo.
Lo quité de mi camino y volví con Rylee.
— Aca están. —Informo al llegar a su lado.
— Que bien. —Hablo desinteresado.
¿Qué le pasa?
Ni siquiera volteo a verme.
— ¿Dónde las pongo?
— Dónde quieras.
Sigue sin mirarme.
Las arroje a cualquier lado y me acerco a él.
Sujeto su rostro con mi mano y lo obligó a mirarme.
— ¿Estuviste llorando? ¿Te paso algo? ¿Te lastimaste? —Pregunto preocupada.
¿Qué le pasó mientras no estuve?
— Estoy bien, déjame.
Sostuvo mi mano y me quito con fuerza de su rostro.
— ¿Por qué me tratas así?
— ¡Te Vi! ¡Vi como le comías la boca a Matt! —Exploto.
Me miro.
— ¿Es por eso que lloraste?
Lo hice llorar.
Me siento horrible.
— Si, por qué te amo pero parece que no te das cuenta.
¿Me ama?
Dijo que me ama.
No sabía que sentía tanto por mi.
No puedo evitar ponerme feliz.
¡Me ama!
¡Rylee me ama!
No dije nada.
Estaba sumergida en mis pensamientos.
Solo me le quede viendo.
— Yo también te amo.
¿Lo amo?
¿Yo lo amo?
Si.
Si, lo amo.
De verdad lo amo.
— Pero eso no parecia mientras te comías a Matt.
¿Está celoso?
Me parece que si.
Dios, que lindo se ve celoso.
— Eso es un mal entendido, él me besó a mi no yo a él.
— ¿No me mentis?
Cómo podría mentirle a alguien tan tierno como él.
— Jamás te mentiría. —Prometo.
— ¿Y vos cuando dijiste que me amas no mentiste?
Qué diga que no.
— Jamás te mentiría. —Juro.
Espero que sea verdad no soportaría que me mienta.
Y menos él.
Le sujeta el rostro con ambas manos y estampo mis libros contra los suyos.
Me agarro de la cintura y me sienta arriba suyo.
Paso mis manos por su pelo despeinandolo, mientras él me acaricia todo el cuerpo con las suyas.
Nos separamos unos segundos.
Nos miramos a los ojos y volvemos a besarnos.
Pero está vez con más intensidad que la anterior, hasta que me atrevo a meter mi lengua en su boca y él hizo lo mismo.
(...)
Ya se hizo de noche.
Estoy con Ry paseando por el muelle que hay en el lugar, dónde hay botes por si querés dar una vuelta o pescar.
Cualquiera de las dos.
Nos sentamos en el borde de este con los pies tocando el agua.
Miro el cielo.
Es bellísimo.
Las estrellas en lo alto, la luna.
Todo se ve con claridad.
No hay ni una nube todo está despejado.
Mucho más lindo que en la cuidad.
Miro el lago.
Siento que me miran al girarme me doy cuenta de que es Rylee.
— ¿Querés ser mi novia? —Hablo tomándome por sorpresa.