Capitulo 3
Paola ganaba cada vez mas terreno con Alejandro, pero era cuidadosa, no quería echar a perder en un instante lo que ya había logrado, ese día no pudo refrenar su lengua, estaba con Alejandro después de una candente sesión de sexo
- Es increíble que Sofia no se dé cuenta
- ¿No se dé cuenta de que?
- Pues que ahora mismo no está contigo si no con Leonardo ¿Cómo se las arregla Leonardo para actuar como tú?
- No es tu problema – le contesto Alejandro fastidiado
- Disculpa, no sabía que estabas de mal humor, yo solo creí que tenía por lo menos, derecho a saber cómo están engañando a la estúpida de Sofia
- No le digas estúpida, además no tienes derecho a saber nada, eso es un problema entre Leonardo y yo solamente ¿entendido? – se levantó de la cama y busco su ropa, tomo el pantalón y se lo puso
- Como quieras, yo solo quería estar informada por si presenta algún problema, tú sabes uno nunca está libre, cuando uno menos piensa le sale un problema
- Al grano – ella se quedó pensativa un momento, pero ya que había lanzado el primer dardo, aprovecharía para sembrar dudas en Alejandro
- Dime ¿Qué tal que a Sofia le guste más el Alejandro que interpreta Leonardo y se olvide del propio Alejandro que eres tú?
- Deja de decir estupideces, porque se que si eso de verdad sucediera no querrás ayudar, rogaras para que todo empeore
- ¿Cómo crees? Si no quieres mi ayuda allá tu, pero recuerda, uno nunca sabe – se levantó totalmente desnuda y lo abrazo por la espalda
- Me voy, no quiero seguir escuchando locuras – salió aun sin camisa, estaban en la habitación de Paola, ella solo sonrió
- Esto es solo el comienzo mi amor, tengo que lograr que ellas se enteren sin que sea yo quien les diga
Se tiro nuevamente en la cama, se divertía haciendo enojar a los demás, era algo que le llenaba de satisfacción y sabía perfectamente que sus primos y sus respectivas novias le iban a dar mucho material para divertirse.
Al día siguiente la jornada escolar era un hervidero de angustias, discusiones e insultos, se acercaba la famosa convivencia escolar y aun no se ponían de acuerdo en lo que iban a hacer, los chicos alucinaban con las bromas que estaban carneando, las chicas pensando en la ropa, vestidos de baño y demás accesorios que llevarían, los profesores tensionados porque sabían que iba a ser una jornada estresante poder controlar a esa manada de bestias sin control que eran los alumnos de último año, en fin, un típico día de colegi; Sara había evitado todo el tiempo a Sofia, la noche anterior había llegado un poco tarde, esperando que su hermana se fuera a la cama y no la esperara, salieron muy temprano para clases y en toda la jornada evito quedarse a solas con ella, en ese instante se encontraba en el baño de chicas arreglándose el cabello y Sofia entro, no pudo escaparse
- ¿Al fin me vas contar que paso con la famosa cita que tenías? Bueno, no hace falta que me digas nada, porque con tu actitud me estas indicando que yo tenía razón
- Como te gusta meterte en la vida de los demás, te fascina
- No es que me guste meterme en la vida de los demás, solo me intereso por los problemas que tiene mi hermana
- Si, como no
- En serio, a mí me preocupa mucho lo que a ti te pasa ¿Qué persona no se preocupa por su hermano? ¿acaso a ti no te importa lo que a mi pasa?
- Por supuesto que si
- ¿Entonces?
- Está bien. Bueno adivina quién es mi famoso admirador – quiso ponerle un poco de humor a la noticia
- ¿Me vas a contar adivinanzas o a contarme como te fue?
- Como eres. Mi admirador es Nicolás
- ¿Nicolás? ¿solo eso? Sara, eso ya lo sabía, ¿algún Nicolas que yo conozca? Aunque pensándolo bien yo… solo conozco un Nicolas – termino de decir quedadamente – miro fijamente a Sara quien le dijo si con la mirada – ¿No me digas que es Nicolas Montero? – pregunto con la respiración agitada
- Me temo que si
- Nicolás Montero, Nicolás Montero – grito asombrada - Nicolás Montero ¿Ese imbécil es tu admirador?
- No le digas así
- ¿Cómo quieres que le diga a ese estúpido nerds, cuatro ojos, sabelotodo, hipócrita, mal amigo, etcétera, etcétera, etcétera?
- No te pongas así, por eso no quería contarte nada
- Por Dios Sara ¿Cómo quieres que me ponga cuando me entero que ese asesino le está mandando flores a mi hermana?
- Sofia ¿Cómo se te ocurre juzgar a Nicolasa así? El puede ser estúpido, imbécil, cuatro ojos, hipócrita y todo lo que quieras, pero tildarlo de asesino es absurdo
- Absurdo o no es un asesino – dijo entre lágrimas - y si te quieres quedar con él es tu problema – salió corriendo del baño, Sara salió corriendo detrás de ella sin darse cuenta de que habían tenido una testigo de toda la conversación, Paola.
Sofia llego corriendo y llorando al salón de clase y tomo asiento, detrás de ella llego Sara
- Sofia discúlpame, yo sé cómo te duele lo que hizo Nicolás, pero eso ya paso, el no tuvo la culpa, solo quería ayudarte
- Ahórrate tus comentarios, si vas a seguir saliendo con el, olvídate que tienes una hermana, has de cuenta que yo no existo
- ¿Cómo puedes decirme eso? Yo jamás te cambiaría por nadie, pero esto es absurdo, eso ya es obsoleto, déjalo atrás
- O sea que si vas a seguir con el, me lo imaginaba
- Sofia, parece que no me conocieras
- Sinceramente te desconozco
- La que esta sorprendida soy yo, estas actuando como una niña malcriada y terca. Te niegas a ver la realidad
- ¿Qué realidad?
- ¿Y todavía lo preguntas? La de estar eternamente acusando a una persona injustamente
- ¿Injustamente?
- Por supuesto, estas acusando a Nicolás sin razones
- Sin razones, por Dios Sara, si no fuera por el, mis padres estarían vivos – a esas alturas las lágrimas mojaban todo el rostro de la chica
- Sofi yo…
- Déjame sola, no quiero hablar con nadie