VI. Espejismo irreal 

Sonaban las sonajas y las serpientes cascabeles, eran las voces de los druidas negros, el desierto al sentir la presencia de los intrusos comenzó a sonar diferentes palabras, la tribu comenzó a confundirse y se extraviaron los unos de los otros, ellos ya se confundían con el viento pero la confusión reino sus corazones ante los mensajes del desierto, la duda, la preocupación y la impotencia ahora eran los enemigos de los druidas negros , ellos confiaban en el desierto y sus habilidades, ahora debían conquistar el desierto del Sahara.

Ellos manejaban un código, si en algún momento llegaban a perder el contacto deberían seguir hacia adelante hasta llegar a la meta final y si por algún motivo se desorientaran y cayeran en la perdición confiaran en el poder que los guía hacia el desierto al cual pertenecen.

Ahora ya no eran guiados por el poder de su aliado, ahora cada uno confiaba en su propio poder y cada uno seguía la meta para obtener el título anhelado.