Ana

1825

Ana sentía que le faltaba algo mientras su madre le decía que tenía que comer. Ella comía obligada ya que comer sin su mejor amigo, su amante ,su novio...dolía. dolía mucho.

Sentarse en una mesa con tan sola la compañía de su madre era triste. La mesa desde hacía 5 años estaba muy deprimida. Y las comidas y almuerzo se resumían a una Ana destrozada y una madre preocupada tratando de alimentar a su desde hace años ,flaca hija.

Ana nunca fue exagerada o algo por el estilo, al contrario se mantenía en forma  ya que sus idas al gym eran constantes.

—Mi niña hermosa tienes que comer -la madre de la peliroja suplico por décima vez.

Ana observó el plato y imendiatamente hecho a llorar. Su madre confundida miro el plato y vio de inmediato su error. La comida favorita de Ben.

Su madre inmediatamente se disculpo con su hija y fue a buscar algo para que su hija se alimentara.Sin embargo ella lo que hizo fue marcharse a su habitación sin haber probado ni el agua.

Otra noche sin dormir

Pensó. Desde hace años dormir se le dificulta a porque cada vez que cerraba los ojos lo veía tumbado en el piso, sin vida, sin ese brillo en los ojos.

Al otro día cuando se levantó de la cama fue directo a preparase para ir a ver a la doctora Petrov. Su siquiatra.

La despampanante rubia esperaba a su paciente sentada preparada para volver a oír llorar a la chica de apenas 20 años recién cumplidos,llorar por la muerte de un ser allegado  a ella.

Para todas la persona del barrio que Ana visitará el psicólogo todavía después de casi 5 años de los sucesos era ridículo. Nadie entendía en la depresión profunda en la que ella se encontraba . No solo era una muerte y ya.

Si no el hecho de que ella se culpaba el no darse cuenta del que fue su mejor amigo por más de casi 10 años y luego paso a ser su novio, que se suponía que se tenían que conocer a la perfección. Sufría de depresión y estaba al borde de el colapso.

Cuando ella encontró su cuerpo tirado en una posición dolorosa ,sin vida, fue como si le tirarán un balde de agua fría y le dieron una paliza 10 personas a la vez.

Llegó la deprimida chica a los asientos de la doctora y leyó  lo que había estado leyendo desde que puso un pie en ese consultoria hacia 1,825 días.

Doctora Petrov.

—¿Preparada para tratar de ganar esta batalla cariño?-pregunto la doctora con lastima impregnada en la voz.

—No,pero lo voy a intentar -la miró triste -otra vez.

—¿Quieres empezar diciéndome lo que ha pasado está semana, hmmm?

—El único avancé que he visto y cabe aclarar que no fue en mi -dijo con voz estrangulada y cansada-fue que ya la gente dejo de chuchichear al pasar por el lado mío.

La doctora la miro con expresión neutra aunque por dentro sentía que tenía que hacer algo rápido.
Se hecho hacia atrás resignada en el trabajo no podía hacer lo que iba a hacer a continuación tenía que ser profesional .

—Ok entonces. ¿Me explicas que hablan de ti esas personas?. ¿Que escuchas exactamente?

Ana la miro dubitativa y después de casi 10 segundos pensándolo prosiguió a contar lo que escuchaba de aquellas brujas cada martes  y viernes que salía de casa para venir a consulta.

—Decian... decían que tenía que encerrarme de lo loca que estaba qu-que ni dios me iba a ayudar por mis pensamientos impuros y que...-lo siguiente le dolió decirlo-y que aún no...no entendían como una niña le puede llorar a un "novio". Y lo que ellas no sabes esta niña está sufriendo




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