Ana

Flourecente

Las caras de las chicas ya estaban por toda la ciudad, su fuga de el sanatorio había causado mucho revuelo. Desde que las chicas pusieron un pie fuera de aquel sanatorio. Mientras que ellas, ajenas a la situación gozaban de una fiesta hecha por Gonzalo, el amigo de la asiática. Aquel chico había accedido a ayudarlas debido a que sabía que , su amiga le vendría bien volver al negocio. La habían metido allí luego de que su familia preocupada, por sus constantes cambios. La fiesta era temática flourecente, todo estaba oscuro iluminado por pocas luces y aros neón en el cuerpo de las personas.

Las fiestas de Gonzalo eran una popular e ilegal manera de conseguir droga, cocaína, la marihuana y la metanfetaminas abundaban. Aquella casa estaba al reventar y Ana sentía que ya le estaban asfixiando. Su amiga la había convencido de bajar, cuando la opinión de la chica era que claramente no quería ver gente alrededor.

──Nos vamos a divertir, lo prometo──su amiga la intento convencer.

──No, no me llevo muy bien con gente alrededor mío,siento que me asfixio.

La peliroja trataba de que,su amiga entendiera que se sentía mal con demasiado ambiente. Pero su amiga no se rendía y le insistió hasta el punto en que, Ana resignada, murmuró algo intangible y luego lo repitió.

──Si voy, ¿en dejas en paz?

La chica exclamó un Sí y aquella peliroja bajo a la fuerza. Aquella fiesta era un caos el olor a alcohol y cigarros.

La gente bailaba alocadas. Con euforia sin pensar en los problemas de los demás mientras la pobre chica , mientras se veía en esa marea de adolescentes pensaba en las terribles ganas que tenía de abrazar a su familia.

¿En que momento de la vida perdió a todos?

Primero fue su padre, esa perdida no me había dolido tanto porque era muy pequeña para recordar. Luego, cuando todo parecía ir bien. Su novio. Y ahora cuando no tenía en nadie en quien apoyarse su madre la aparta y la deja tirada en un lugar de mala muerte para su "recuperación".

Todos los pensamientos negativos de la peliroja aumentaban al caer en cuenta de que no me quedaba nada.

¿Realmente tenía a alguien?
Eso eran sus pensamientos y cuando pensaba que tenía todos se lo arrebataban.

Sin pensarlo dos veces salió de se cabeza y sus pensamientos negativos y fue hacía la barra improvisada y tomo un vaso rojo desechable y se bebió el contenido sin siquiera preguntar. Y después de ese, vino otro y otro y otro.

Para la madrugada ya estaba ebria y sin idea de dónde se encontraba solo sabía que sus pensamientos se habían apagado y ahora en lo único que pensaba era en dónde estaba el próximo vaso.

Aquella chica de metro setenta, borracha. Y sin siquiera su amiga cerca. Cantaba junto a los demás desconocido olvidadose de su lamentosa vida.

A la mañana siguiente se despertó en una cama y un cuerpo al lado.

¿Que?

No sabía quién ya que el cuerpo se encontraba de espalda a ella. Solo pudo ver una cabellera negra y una espalda tatuada.¿ En que momento se había leído con un tío?. Por el amor de dios rogaba no haberse acostado con el.

Y supo que todo se había ido al carajo cuando el chico se viro y resulto ser el amigo de la asiática.

Demonios

No,no ,¡no!

La había liado y en grande. Y entonces el toque final paso cuando su amiga entro en la habitación con una sonrisa que fue desvaneciendo al ver a su amiga y a el amor de su vida en la misma cama .




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