Anastasia y el mundo de ella

Capítulo 52

    Lo primero que siento es cansancio, estoy agotada, noto como si todo mi cuerpo fuera pesado y doliera.

    Lo otro que noto es una cálida mano sosteniendo la mía y finalmente una manta cubriéndome.

    Eso me alegra, al menos puedo sentir.

    Me cuesta mucho esfuerzo abrir los ojos, primero porque mis parpados se volvieron mil veces más pesado de lo normal y segundo porque por la ventana de mi cuarto entra mucha luz.

     ¡Estoy en mi cuarto!

    ¡Estoy viva!

    Sin querer se me escapa un sollozo de alegría, no creo haberme sentido tan angustiada y bien al mismo tiempo.

    Intento sentarme, sólo para ver mejor qué hay a mí alrededor.

    —No te muevas —Me quedo quieta, no por la orden, sino porque es Ema quien me pide que me mantenga en mi lugar—, aun no estás del todo mejor y todavía tienes muchas heridas.

    Giro la cabeza para verle, en su rostro puedo ver el cansancio que siento, aunque también puedo ver alegría, lo cual me desconcierta mucho.

    Podría imaginarme despertando en mi casa, probablemente con mi madrina a mi lado o con Yves, o cualquiera de mi familia.

    También puedo imaginarme despertando en un calabozo de tortura con Matías a mi lado o con Ema.

    Lo que no puedo imaginarme es despertar en mi habitación con Ema a mi lado, la última vez que lo vi dijo que soy un monstruo.

    —¿Qué haces tú aquí?

    Él baja la mirada, al parecer mi pregunta le ha herido.

    —Sólo quería asegurarme de que te mejores, lo lamento —Se pone en pie, se ve tan mal, no sólo se ve triste, sino que además está desalineado y con ojeras, igual que cuando desperté en el hospital de Italia—. Le diré a tu madrina que ya despertaste y me iré, no te molesto más, sólo quería asegurarme de que estás bien.

    —¿Por qué te importa que esté bien un monstruo?

    ¿Por qué le estoy atacando? Sí, él me hizo mucho daño, pero yo no soy él, no debo actuar igual, está mal.

    —Tal vez porque estoy enamorado del monstruo, o tal vez porque en realidad eres la persona más considerada, dulce, atenta y buena que jamás he conocido, si todo el mundo fuera tan monstruoso como tú seguro sería un mundo mejor...

    —¿Qué esperabas? ¿Que despertara he hiciera como si nada hubiera pasado?

    —No, sé que las cosas no son tan fáciles —Sus labios se curvan con una media sonrisa triste—, pero mentiría si dijera que no soñaba con que fuera así.

    —Sueñas en grande.

    Él afirma, camina hacia la puerta y allí se detiene.

    —¿Puedo volver a visitarte?

    No.

    —Si.

    Vuelve a afirmar y sale, menos de un minuto después entra mi madrina.

    —Al fin despertaste —Ella cae de rodillas junto a mi cama, abraza mi brazo y esconde su rostro en mi mano—, creí que no volverías.

    —Alguien tiene que asegurarse de que tú e Yves no se pasen todo el día melosos, les va a dar diabetes.

    Ella se ríe, aunque noto una lágrima resbalando por mi mano, imagino que no pudo contenerla.

    —Él dice que está enojado porque te fuiste sin pedirle su ayuda, gracias a Dios sabía que tenía que ver con Ema, al parecer conoce muy bien tú cara de "Pasa algo malo con Ema"

    —Fui una tonta, caí en la trampa de Matías.

    —Lo sabemos, vimos tú celular.

    —Estoy segura que eso es ilegal.

    —Pues vete a quejar con un juez.

    —¿Qué fue lo que pasó?

    —Como una hora después de que te fuiste comencé a sentir tu angustia y desesperación Yves notó el cambio en mí, así que salimos a buscarte. Recorrimos varios bailes, los cuales estaban cerrados, obviamente, luego algunos boliches y finalmente Gonza sugirió que podían estar en la casa porque sus padres habían salido de vacaciones.

    »Cuando nos íbamos acercando vimos el humo, al llegar a la puerta escuchamos tus gritos, casi me muero. Está comprobado que las brujas después de comenzar a arder no paran, aun así, Gonza insistió en que intentáramos apagar la hoguera, no sé quién estaba más desesperado, si él o yo, sólo sé que igual conseguimos extinguir el fuego.

    »Cuando te soltamos Matías comenzó a reír, era tétrico, Ema le había roto el brazo y la nariz antes de que Yves lo detenga, así que su risa sonaba ahogada por la sangre. Yves le obligo a decir por qué se reía y confesó que había usado magia para neutralizar tus poderes, o sea que de cualquier forma morirías. No había nadie cerca que pudiera curarte y no sobrevivirías a que te moviéramos.




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