Capítulo 01

    Los diez días siguientes a mi cumple son tan complicados como geniales. Cuando Ema "encontró" a mi madrina en el super todo se volvió un completo caos. Mis suegros casi sacan las armas, mis cuñados se pusieron a saltar de alegría y yo me sentía tan estupefacta de verla allí que nadie dudó de mi sorpresa, tampoco dudaron cuando me puse a llorar. Sé que es absurdo, no obstante, la liberación que sentí por saber que no tendría que ocultarla terminó desbordándome. Y eso que no era capaz de ver todo lo que se me avecinaba...

    Santi y Gonza tranquilizaron a sus padres, luego interrogaron muy amablemente a mi madrina, según ella tuvo un accidente y perdió la memoria, cuando cumplió la mayoría de edad comenzó a investigar sobre su pasado, sin embargo, no encontró nada, por eso se dedicó a trabajar, para conseguir más recursos y volver a intentarlo.

    Se lo comieron en dos panes, por suerte, nadie cuestionó demasiado y ella realmente se veía agobiada por la situación, además de que yo casi tengo un ataque de asma, al final mis suegros terminaron creyendo lo sucedido.

    Como frutilla de la torta decidieron llevarnos con mi tía Laura, ella también debía enterarse inmediatamente de la gran noticia, por suerte fueron Santi y Cara quienes nos llevaron.

    Laura también estaba sorprendidísima de ver a su hija frente a su puerta, aunque creo que lo que más le sorprendió es verla escoltada por cazadores, a mí también me habría dado un infarto, estaba tan sorprendida que gritó "¿Quién te dio permiso para hacerte ese tatuaje?" Todos reímos ante esa reacción.

    Volver a ver a su hija después de años y que le regañara por algo tan insignificante demostró cuan poco funcionaba su cerebro. Nadie lo asoció a que la pobre mujer tuvo una crisis al ver a su hija, a la que consideraba muerta hasta hacía unas horas, de repente apareció en la puerta de su nuevo apartamento escoltada por una pareja de cazadores.

    Santi aún bromea diciendo lo incoherente que puede ser mi tía cuando se sorprende, si supiera cómo es en realidad...

    Obviamente no fui a clases ese día y Ema tampoco, luego de que volví a su casa, le conté que me mudaría con Laura y me ayudó a hacer la mudanza, tanto de la casa de Mónica como de la suya propia, que es donde tenía más cosas. No sólo las cajas de mi madrina, también estaba la maleta de ropa que me habían regalado en Italia, no quería que aparezca tantas cosas de la nada en casa de mi tía, sería muy sospechoso. Además, debería aguantarme un no muy lindo interrogatorio, el cual no estaba dispuesta a recibir.

    Con lo relacionado a volverme una cazadora, de la noche a la mañana pasé de ser una simple aprendiz a ser la mejor en combate. Le gané a Ema toda la semana en combate cuerpo a cuerpo, incluso pude contra los tres hermanos al mismo tiempo. Mis habilidades de pelea se han vuelto exponencialmente mejores, ahora sé trucos y movimientos que ninguno en la familia sabe hacer.

    No sé qué fue específicamente lo que produjo el cambio, según Ema fue la bruja que me había hechizado, yo espero que no sea uno de mis tres poderes, aunque es útil, prefiero algo más productivo.

   Eso no quiere decir que tenga más fuerza, aún tengo que tonificar mucho mi cuerpo, por eso ahora paso casi todas las tardes haciendo pesas y entrenando con mi arma, la cual también aprendí a manejar a la perfección.

    Además, por las mañanas muy temprano salgo a "correr" con Keith, al menos él quiere que corra. Está loco, no puedo, aún, troto algo rápido, no puede pedirme más por ahora.

    Esta semana no iniciamos con los entrenamientos de mis poderes, según todo el mundo necesito estar un poco más tranquila, para evitar accidentes. Lo que es imposible, no pude quitarme la excitación por todo lo que está pasando, es casi como si mi vida se hubiera vuelto perfecta de la noche a la mañana, al menos es así hasta que tengo que mentirle a Ema o a cualquier otro.

    Lamentablemente eso debo hacerlo a diario, especialmente si preguntan por mi madrina y por cómo van todo con ella. Les cuento las cosas más veraces que puedo. Como que a diario va a cenar a casa, también digo que la estamos ayudando a recordar, lo cual no es del todo mentira, debido a que hablamos mucho del pasado. En lo que tengo que mentir descaradamente es respecto a lo que ha sido su vida hasta ahora.

    —Emanuel —Zavier entra el jueves por la tarde al galpón.

    Nosotros estamos haciendo aparatos, mi rutina está por terminar, a Ema le queda como media hora más, él siempre quiere dejarlo para después, pero no se lo permito. No porque creo que debe entrenarse como corresponde para estar en forma y no correr riesgos, ése es el último motivo por el cual lo aliento a seguir.

    El primero, con mayor peso, es que me derrito viendo cómo entrena, cómo sus músculos sobresalen cada vez que los ejercita, su cuerpo se cubre de sudor mientras él demuestra su fuerza, el cabello se le pega a la frente o se muerde el labio cuando está agotado y aún le quedan algunas repeticiones.