No puedo evitar quedar deslumbrada por las alas de Anthony, son tan brillantes y luminosas. Casi que reflejan su esencia, coloridas y alegres, pero a la vez feroces y cálidas.
—Qué bueno que no has gritado —Vuelvo mi mirada al chico que me sostiene a varios metros de altura, no lo imaginé, realmente tiene una media sonrisa arrogante, muy parecida a la de mi novio— ¿A dónde quieres que te lleve?
—A lo de mi tía, allí no hay nadie y necesito estar sola.
—Lo siento, pero no puedo dejarte sola, estás desbordando demasiada magia, tienes que controlarte pronto y aprender a canalizar tu poder, si sigues así te descubrirán en cualquier momento.
—Tal vez sea lo mejor —Al pronunciar esas palabras aparto la mirada, sé que las digo por cómo me siento en este momento, aun así, es lo que quiero decir y por eso lo hago.
—Bah, que dramática te pones en estas circunstancias —suspira, de todos modos, me lleva a casa de mi tía.
El viaje es corto, sólo son un par de cuadras, en cierto modo, lo disfruto cuanto puedo, al principio me siento un poco incómoda porque mi cuerpo está apretujado contra la maciza figura del chico, sin embargo, se me pasa rápido y disfruto de la vista, la sensación del aire en mi rostro y el musical sonido que hacen sus alas al ser batidas.
Incluso entramos a casa de mi tía por la ventana, cuesta un poco, porque debo pararme en el alféizar y con mucho cuidado girarme para quedar de frente, luego abrir la ventana y entrar, mientras Anthony me sujeta con firmeza, no vaya a ser que resbale y caiga.
En cambio, él entra con estilo, se aleja de la ventana, toma velocidad y entra perfectamente horizontal, como si fuera una bala o algo así, es realmente genial.
—¿Me quieres contar qué sucedió? ¿Por qué hiciste tal despliegue de tu poder?
—¿De qué hablas? —Me dejo caer en la cama y suspiro, imaginándome muy claramente de qué habla, aunque no queriéndolo aceptar— Yo no hice nada, sólo estaba en una iglesia con Ema y su primo. Sí, perdí el control por unos segundos, pero sólo fue eso, un instante. Además, no tengo tanta magia como para hacer aparecer una nube de la nada y generar un trueno de tal magnitud.
—Tienes poder para todo eso y más, eso sólo fue un juego de niños, si puedes hacer eso sin estar controlando tus poderes, imagínate lo que puedes hacer cuando canalizas tu magia y la usas para algo que deseas.
Suspiro y niego con la cabeza, la verdad no quiero ni pensar en eso, no quiero tanto poder ¿Qué puedo hacer con él? Me parece un desperdicio total, además es más responsabilidad de la que deseo y puedo manejar.
—Hablando de magia ¿Eres un ángel, un pájaro o qué pedo con tus alas?
—No soy un pájaro —Mi hermano de cabello se ríe—, tampoco soy un ángel ¿Recuerdas lo que te dije de mi padre? Soy el nieto de un ángel y gracias a mi madre puedo aprovechar esos poderes al máximo, no sólo los que se aprecian a la hora de la batalla.
—¡Anastasia! —Noto cómo mi madrina me llama desde la puerta, se escucha angustiada, tanto que entra impetuosamente en mi habitación— ¿Qué demonios pasó? ¿Qué hiciste? —De repente mira a Anthony y grita, de puro pánico— ¿¡Tú quién eres!? ¿¡Por qué sientes así!? —Ahora me mira— Tú, sal de aquí ¡¡Ya!!
No creo haber salido jamás en mi vida tan rápido de una habitación, aunque de cualquier modo no me alejo, me pego a la puerta, esperando para saber qué pasa.
—¡Puedo sentir tu magia! Espérame abajo ¡Ahora!
Me estremezco al sentir los gritos de mi madrina, no suele perder tanto el control, es más, creo que comienzo a sentir calor ¿Será por los poderes de mi madre?
La verdad es que la respeto lo suficiente para no querer averiguarlo, por lo que en menos de lo que canta un gallo ya estoy en la planta baja. Para relajarme un poco bajo corriendo.
Me fastidia no saber qué sucede a mi alrededor, sé que no debo estar al tanto todo siempre, mas, eso no quiere decir que no lo tome como una necesidad y no conseguir saciarla se siente como un dolor físico
¿Por qué todo el mundo me oculta algo?
Sé que no soy quién para cuestionar eso, yo misma escondo cosas a mi novio y a toda su familia, pero eso no me quita el derecho a saber lo que pasa.
En fin, mi madrina y mi hermano de pelo tardan como media hora allí arriba, tiempo en el que no puedo evitar preguntarme de qué están hablando.
¿Por qué todo lo relacionado con Anthony está rodeado de una bruma de misterio? ¿Qué pasa con él que todos pueden saber y yo no?
Hasta ahora he intentado conocerlo, más que nada porque siento algo muy especial cuando estoy a su lado, no sé decir qué es, sólo sé que es incluso más especial que cuando estoy con Ema y eso que se supone que él es mi gran amor.