Ángel Caído

Capítulo XIII – Fiesta de graduación

Lo que quedaba de semana pasó bastante rápido, solía mantenerme ocupada durante todo el día para no sobre pensar demasiado mi situación actual con Leon, ya que básicamente no existía relación alguna. Era difícil sobrellevarlo ya que era mi Guardian y debía permanecer a mi lado.

Sin contar que luego de que sucedió todo lo que sucedió, no podíamos dejar de discutir cuando estábamos cerca. Cualquier cosa podía hacer que saltáramos uno contra el otro, y no lo digo en el buen sentido, al parecer, Leon había dejado la fachada del Guardián perfecto atrás porque yo parecía irritarlo demasiado.

El lado positivo de todo esto es que gracias a la llegada de Samuel y Lena no debía pasar tantas horas del día junto a él. Cuando Karen llegó esta mañana a despertarme para comenzar a organizar lo de la fiesta de hoy, me sentí bastante animada por un momento, creyendo que podría distraerme un poco de todo el drama que protagonizaba Leon en mi cabeza.

Mi entusiasmo duró bastante poco, pues al final de la tarde había tenido una discusión bastante acalorada con mi Guardian, donde él dejó bastante claro que pensaba ir conmigo a esa fiesta, aunque tuviera que seguirme en contra de mi voluntad.

Flash back:

-Hoy será épico – Karen me hablaba emocionada – Diego pasará por nosotras a las 21 hrs.

-Está, solo recuerda que con los chicos somos cuatro – Le recordé – creo que de cualquier forma iremos en autos separados.

- ¿Van todos? – Me miraba como si hubiera hecho mal los cálculos.

-Le avisé a Lena, Samuel y Támara – Dije tajante – Más que suficiente escolta por una noche – Traté de no profundizar mucho en el tema, pero mi amiga no era tonta, ella sabía que estaba excluyendo deliberadamente a Leon.

-Lamento arruinarte lo planes – La voz de Leon hizo que me congelara por un momento, al girar lo encontré recostado al marco de mi puerta – Seremos cinco, recuerda agregarme a la lista.

-No es necesario que me acompañes – Atiné a decir – Ya irán los demás.

- ¿Hay alguna razón en particular por la que siempre me quieras dejar fuera? – Preguntó claramente irritado.

- ¿No deberías disfrutar de tener más tiempo libre? – Pregunté ahora igual de irritada que él.

- ¿Acaso te desagrado por alguna razón? ¿Acaso te estoy pidiendo tiempo libre? – Me cuestionó – Me estas evitando todo el tiempo ¡¿Qué sucedió con ese discurso de “somos amigos, no quiero perder nuestra amistad”?! – Colocó su voz más aguda en un intento de imitarme.

-Eso fue antes de darme cuenta de lo molesto que llegas a ser – Subí un poco mi voz. Karen se removió incomoda en su lugar.

-No me importa – Se acercó a paso decidió hasta que se posicionó delante de mí. Solo por un momento mi voluntad tambaleó al verlo tan cerca, haciendo que tragara sonoramente, aunque intenté disimularlo – Ya te secuestraron una vez, definitivamente no lo harán dos veces.

-Ya me han secuestrado dos veces – respondí entre dientes.

- ¡No que yo recuerde! – Subió un poco su voz.

- ¡Eso no significa que no sucedió! – Lo imité.

-La agencia te asignó cuatro Guardianes por una razón – Me miró decidido – Así que serán cuatro Guardianes quienes te cuiden la espalda – Sacudió su cabeza como si quisiera sacarse algún pensamiento de ella – Si quieres puedes hablar con la Agencia para que me cambien, siempre has tenido la libertad de hacerlo – Sentí que un balde de agua fría caía sobre mi cabeza dejándome pasmada y bajando claramente mis revoluciones – Si te desagrado tanto hazlo, hasta entonces te perseguiré en caso de ser necesario.

Leon caminó tranquilamente fuera de mi habitación, cuando giró no pude evitar ver lo que parecía ser una expresión de tristeza en su rostro. Me sentí terriblemente culpable luego de eso, lo estaba excluyendo deliberadamente sin pensar en cómo eso lo haría sentir.

Fin del flashback

Ahora estábamos aquí, caminando bajo una tensa calma luego de la discusión de esta tarde, evitando mirarnos a los ojos. Karen intentó animarme luego de lo sucedido, pero parecía una tarea imposible incluso para mi mejor amiga. Ya no sabía cómo comportarme con Leon, no sabía si estaba triste, molesta o las dos, y tampoco sabía cómo evitarlo y al mismo tiempo no hacerlo sentir excluido en el proceso.

-Esto es una fiesta – Támara habló un poco más alto de lo normal, haciendo que todos volteáramos a verla – Así que quiero que ustedes dos estén a la altura y quiten esas caras – Creo a Támara no se le daba bien ser discreta.

-No tengo otra cara – Respondió Leon, sabiendo que una de las personas de quien hablaba Támara era él.

-Me pregunto si es la única cara que puedes tener con nosotros – Respondí antes que mi Guardian - ¿Cuándo estas con tu novia eres igual de amargado…? – Karen me tomó de la mano para que me detuviera. Me obligué a cerrar la boca, lamentando haberla abierto desde un principio, es solo que no podía evitarlo.

- ¿Tienes algo que decirme? – Leon me tomó de mi brazo, el que Karen no estaba sosteniendo, obligándome a mirarlo – Estoy cansado de que andes por las ramas todo el tiempo.

- ¿Chicos? – Paulo estaba en mitad de la recepción de la Hacienda arqueando una de sus cejas - ¿Todo en orden? – Detrás de Paulo se encontraban sus dos Guardianes.




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